Tiempo libre.  La vejez marca el ingreso al mundo del      tiempo libre como ruptura  de las obligaciones. El tema se puede abordar      desde una perspectiva múltiple: por el  lado de las posibilidades      y dificultades. Posibilidades, en cuanto uno piensa que la persona está      en  condiciones de hacer aquéllas actividades que deseó toda      su vida  pero que no tuvo oportunidades de concretar y Dificultades en tanto       todo toma valor a partir de lo que uno produce económicamente. Si antes faltó tiempo, ahora sobra. Si antes sobró actividad,      ahora  falta. Detrás de cada conducta siempre hay una necesidad.      Las necesidades  mueven las conductas y son los aspectos din{amicos de la       personalidad. Una vida con calidad significa para el adulto mayor, un      encuentro  entre el reconocimiento de sus necesidades y la búsqueda      eficaz de  su satisfacción. Las necesidades humanas son tanto      las materiales básicas como el  conjunto de necesidades no materiales      tales como las de  participación, creación, reflexión...      y todas constituyen un  sistema de modo que la satisfacción de unas      y otras están  mutuamente condicionadas. Todas estas necesidades      se consideran necesidades objetivas; las  necesidades subjetivas son el estado      de carencia sentido por las  personas. Esta diferencia entre necesidades      objetivas y subjetivas  permite decir que puede haber un estado de carencia      o de necesidad  no satisfecho, aún cuando las personas afectadas no      sientan esta  carencia. Comenzar a escuchar lo que quiero y necesito      y no sólo lo que debo,  lo que viene de adentro mío y lo que      viene del contexto, produce  modificaciones en la persona. La calidad      de vida se expresa a través de las conductas que (el  adulto mayor)      tiene para sí mismo y para con la comunidad. El tiempo libre       como calidad de vida, es fundamentalmente el  resultado de una actitud.      Y estas actitudes, como los  conocimientos, los hábitos o las habilidades,      se aprenden. Aprendizaje: Es común creer que con la vejez decrecen      todas las  capacidades de aprendizaje y se deterioran las funciones intelectuales.       Sin embargo, investigaciones posteriores demostraron que en el área       intelectual, si el estado de salud es bueno, no hay declinación.
Actividad física y salud.
Concepto de salud.  · Un estado completo de      bienestar físico, mental y social. La salud no es simplemente      ausencia de enfermedad, significa el  estado de equilibrio de la persona      o del conjunto de la sociedad,  en donde los aspectos psicológicos      son tenidos cada vez más en  cuenta. La salud depende del cuidado      que se dé el individuo a sí mismo y de  la prevención      y tratamiento de los problemas que pueden afectarla.  Pero la salud depende      de sistemas sociales de apoyo positivo y  cambio o adaptación del      medio que nos rodea. Para ser saludable, una actividad física      debe pasar por distintos  controles y ser referenciada directamente con la      salud. En la adolescencia el hombre busca la salud para tener éxito      en el  deporte, en la adultez y entre los adulto mayores el hombre busca       el deporte para triunfar en la salud. La salud mental es: ·      El conjunto de conocimientos que nos permiten vivir mejor. ·      Que nos permiten sacar más provecho de la vida. · Que      nos permiten vivir de acuerdo a nosotros mismos. · Que nos permiten      ser más fructíferos.  La salud mental es el estado resultante      de un adecuado uso del  tiempo libre en forma ociosa, llevada la idea de      “ocio” a su  expresión positiva. Por lo general el adulto mayor      dispone de mucho tiempo libre, el  cual puede ser ocupado por un “ocio creativo”,      generador de  crecimiento y equilibrio personal. La inmensa mayoría      de las personas que han cumplido entre 65 y 70  años han dejado de      lado el trabajo profesional para ocuparse de  actividades que antes eran      “complementarias” y ahora pasan a ser  casi “fundamentales “ en su vida. Parece, por lo tanto, importante un programa dirigido con propuestas en       el ámbito de la actividad física y deportiva recreativa, adaptadas       a todas las condiciones de su edad, como práctica y hábitos       saludables desde el punto de vista psíquico y corporal, tanto como       lo social, favoreciendo la integración de muchas personas, aumentando       su nivel de autoestima y valoración personal y generando nuevos  estímulos      para cubrir las últimas y a veces largas etapas de la  vida con una      amplia referencia de calidad de vida. En el fondo,  estos programas que combinan      lo físico, lo psíquico y lo social, se  enmarcan plenamente      en la definición actual de “salud”. 
Aptitudes y actitudes, definición conceptual. * Aptitudes: son las habilidades significativas de las personas. * Actitudes:      pertenecen al ámbito del sentimiento. La actitud como  disposición      a actuar. La adquisición de actitudes es tan importante como      la ejercitación  de las habilidades. La posibilidad de suscitar      intencionalmente cambios de actitudes en  el adulto mayor se encuentra en      el territorio del juego. Existen actitudes que son perjudiciales para      el desarrollo  creativo: la rigidez; la crítica precoz; el conformismo;      el  aferrarse a normas, dogmas, procedimientos fijos; la desvalorización       de lo desconocido o mal conocido; el sometimiento a la autoridad; el  temor      al cambio. La posibilidad de suscitar intencionalmente cambio de actitudes      en  los adultos mayores se encuentra en el territorio del juego, que permite       suscitar la actitud lúdica y precisar sus puntos de arraigo en la       existencia colectiva. El juego libera lo oculto y reorganiza la vida      con formas  infinitas. El juego es lo espontáneo, es la presencia      de la creación frente a  la sociedad estructurada. El juego es      el ámbito de la libertad, la ruptura con nuestras  propias cárceles,      la posibilidad permanente de superar las  mediocridades y frustraciones. Revalorizando nuestro tiempo, liberando la energía interior en actitudes       compartidas y convertidas en juego desde la comunicación en la  magia      del encuentro: jugar, acompañarse. El juego ofrece la posibilidad      de entrar en relación real o  imaginaria con el prójimo; significa      enfrentamiento y colaboración.   Es por esto que en el juego      no existe la noción de derrota que  existe en el deporte, donde la      finalidad se encuentra fuera del  mismo juego El juego también      me plantea obstáculos, me pone frente a mis  posibilidades y limitaciones. El juego es una actitud existencial, una manera concreta de abordar la  vida      que se puede aplicar a todo, sin corresponder específicamente a  nada.
El juego y el adulto mayor. El juego es una actitud      frente a la vida que nos permite ser  creativos. Esta actitud, es la      que interesa preservar, acrecentar y/o rescatar  en el adulto mayor. Será      una actitud vital ante su tiempo,  ante  su vida, contribuyendo a mejorar      la calidad de ésta. El juego, rebasa la breve época de      la niñez, en que se lo ha  confinado, constituyendo experiencia de      aprendizaje actitudinal.  Lo que establece la pauta acerca del contenido      lúdico de una  actividad es la actitud de la persona que la está      ejerciendo. Tanto Piaget, como Chateau, muestran cómo la actividad      lúdica  contribuye a la educación y proporciona fuerzas y actitudes      que  permiten hacerse a sí mismo en la sociedad. Prepara la entrada      en  la vida y el surgimiento de la personalidad, por eso la necesidad del       mismo en todas las etapas, dentro del modo propio de cada una de  ellas. Es juego todo aquéllo que enmarquemos voluntariamente como tal. Para introducir el juego en una organización recreativa, hace falta       ciertas actitudes individuales tales como, creer en el valor del juego,       no tenerle miedo, reconocer las oportunidades y comprender la  importancia      de generar esa actitud en el otro. No hay forma de  imponer el juego a la      fuerza. La creatividad contiene la realidad vital y vivencial del sujeto.       Toda actividad lúdica no sólo da al niño la posibilidad      de  expresarse y descubrirse, esto también es válido para el      adulto y  el adulto mayor, que el juego le permita redescubrirse. Ciertas       características que existen en la estructura de la personalidad del       adulto se ven favorecidas por la creatividad y el juego, realzan la  autonomía,      el no conformismo para pensar y actuar, estar abierto a  nuevas experiencias,      conservar la capacidad de asombro, saber  controlarse interiormente, resistir      a los estereotipos con  posibilidad de expresar sus emociones, fantasías,      pensamientos. Para los adultos mayores, la configuración de un      ámbito de empatía y  reconocimiento, es esencial para la recuperación      de un equilibrio  narcisístico, la superación de duelos y las      relibidinizaciones. El espacio lúdico permite jugar con las diversas      precariedades  objetivas o fantaseadas que acosan al adulto mayor. Es éste      un  momento privilegiado de la vida para jugar con las faltas y falencias       en un espacio compartido. Respecto a la actividad creativa y sublimaciones,      es conveniente  establecer algunas discriminaciones: * Darle sentido      a ese tiempo. * Estimular procesos de relibidinización objetal. * Levantar barreras en términos de represión y conciencia      moral.  * Canalización y recuperación de erotizaciones. * Facilitación al investimento de lo nuevo, en cuanto vivencias e       identificaciones. * La apertura y sostén del espacio del reconocimiento      por otro.       
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