Los  cambios de temperatura bruscos que experimentamos en esta época del año  tienen como consecuencia una serie de problemas en el organismo.  Catarros, gripes, resfriados… están a la orden del día en esta época del  año. Nosotros en esta ocasión nos queremos detener en un problema  derivado de estos cambios bruscos de temperatura, la diarrea. La diarrea  puede ser de origen vírico o bacteriano, pero en ambos casos se trata  de un problema que afecta a todo el aparato digestivo y para el que  debemos tomar una serie de medidas a la hora de alimentarnos.
 Como casi todos sabemos, la dieta a seguir cuando estamos aquejados de diarrea debe ser una dieta blanda  que nos ayude a recuperar la flora intestinal perdida y volver a la  normalidad. Pero a pesar de todo muchas personas no saben qué tipo de  alimentación tienen que seguir ni los alimentos indicados para cada una  de las fases de la diarrea. En esta ocasión queremos hacer un repaso y  recomendar un tipo de alimentación adecuado para recuperarnos cuanto  antes y no deshidratarnos ni quedarnos desnutridos.
 Los primeros momentos de una diarrea son los más críticos. La pérdida de líquidos es muy alta, y la tolerancia a los alimentos es baja, por ello es necesario que sepamos mantener una hidratación adecuada mediante la reposición de líquidos y sales minerales. Para ello lo que haremos será un periodo de ayuno absoluto en el que simplemente ingeriremos un suero preparado por nosotros a base de agua, zumo de limón, azúcar, sal y bicarbonato. Este preparado evitará que nos deshidratemos y estabilizará en gran parte nuestro aparato digestivo.
La siguiente fase será la de volver a tomar contacto con los alimentos, ya que comenzaremos a comer cantidades pequeñas de alimento suave y fácil de digerir.  No abandonaremos en ningún momento la ingesta de suero, que lo  acompañaremos con arroz hervido, que podemos preparar solo o con  zanahoria cocida sin piel. La sémola y las sopas suaves de cereales  refinados son otra alternativa para comenzar a alimentarnos con  normalidad. Es importante comer poca cantidad y habitualmente. Nunca  tenemos que forzar al aparato digestivo en esta fase, y si no nos  apetece comer más parar y volver luego a comer más.
 Cuando  notemos que la diarrea comienza a remitir y las ganas de ir al baño no  son tan grandes ya debemos comenzar la tercera fase, que es la de transición a la alimentación habitual.  Al arroz hervido de la fase anterior le podemos añadir pollo o pescado  hervido, jamón york y algo de pan blanco. Pasado un día ya podemos  introducir otra serie de alimentos como el yogurt, las verduras hervidas  y hasta las galletas tostadas sin ningún tipo de aderezo.
 Es  importante que tengamos esto en cuenta y que evitemos llevarnos a la  boca alimentos ricos en fibra qué nos aumentarán las ganas de ir al  baño, así como las grasas o los guisos que irritan la mucosa digestiva  en exceso y empeorarán nuestro estado, ralentizando la curación.
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