Hace unos días publicamos un post hablando de la necesidad de mantener un hígado sano para tener buena salud. Mucha ha sido la participación de los usuarios en este post y el interés suscitado, por eso nos vemos ahora en la necesidad de contestar una de las dudas que más asaltó a la mayoría, y es cómo conseguir una correcta depuración del hígado y saber si ésta es necesaria o no para mejorar el estado del mismo.
Ante todo debemos tener presente que el hígado es un órgano fundamental en el organismo, ya que realiza un montón de funciones encaminadas a mantener una buena salud general. Por lo que se le conoce más es por su función depurativa del organismo, ya que es el encargado de eliminar las sustancias de desecho que no necesitamos. Pero a veces, nuestro ritmo de vida y el tipo de alimentación que seguimos lo fuerzan en exceso, por lo que es necesario conseguir que se relaje, y la mejor manera es a través de depurativas.
Ante todo debemos tener presente que el hígado es un órgano fundamental en el organismo, ya que realiza un montón de funciones encaminadas a mantener una buena salud general. Por lo que se le conoce más es por su función depurativa del organismo, ya que es el encargado de eliminar las sustancias de desecho que no necesitamos. Pero a veces, nuestro ritmo de vida y el tipo de alimentación que seguimos lo fuerzan en exceso, por lo que es necesario conseguir que se relaje, y la mejor manera es a través de depurativas.
Existen distintos tipos de depurativas, Muchas, las más agresivas, que deben estar supervisadas por un especialista, son las que se realizan cuando ya tenemos un problema en el hígado o éste ha dado señales de estar enfermo. Por otro lado tenemos las depurativas preventivas que podemos realizar nosotros de vez en cuando para aliviar el trabajo al que sometemos al hígado de manera habitual. Estas depurativas se basarán en alimentos adecuados que nos ayudarán a facilitar la labor del hígado.
Cuidar la dieta
Es importante que a la hora de depurar el hígado sigamos una serie de medidas para conseguir reducir el trabajo de este órgano. En primer lugar lo que debemos hacer es eliminar de nuestra dieta los alimentos que nos aportan toxinas como el tabaco, el alcohol, los alimentos demasiado elaborados, los ricos en grasas saturadas, las frituras, los dulces… Esta será la primera medida, y acto seguido adaptaremos nuestra dieta para conseguir no solo reducir la actividad del hígado, sino fortalecerlo.
En primer lugar debemos cuidar que los alimentos que consumimos son de origen biológico, es decir, cerciorarnos de que para su elaboración no se han utilizado productos químicos ni ningún tratamiento que se escape de los cauces habituales. Junto a esto debemos echar mano constante de las frutas y verduras, que nos aportarán vitaminas a la vez que ayudan a depurar el organismo debido a su efecto diurético.
Preparación de las comidas
La preparación de las comidas es esencial, ya que no podemos ni debemos añadirle grasas adicionales, por lo que es recomendable comer todo cocinado al vapor, hervido o a la plancha, para evitar las toxinas derivadas de otros métodos de cocción como freír… Lo mismo sucede con los alimentos precocinados o elaborados, no debemos consumirlos, ya que es mucho mejor que preparemos nosotros mismos la comida que nos vamos a llevar a la boca.
El agua que vamos a beber de ser mineral o filtrada, evitando que contenga residuos que puedan hacer daño a nuestro hígado. En cuanto a la comida, es necesario que en los procesos de depuración no ingiramos mucha cantidad, Sino que es mejor comer menos cantidad de alimento y sí más líquido que nos ayude a depurar el organismo haciendo trabajar a nuestro hígado lo mínimo.
Hábitos de vida sanos
Es importante también adquirir una serie de hábitos de vida saludables como el descanso. Es necesario que durmamos mínimo siete horas para que nuestro cuerpo descanse y con él los órganos que lo conforman. A esto debemos sumar el ejercicio físico, que debe ser una constante en nuestra vida, ya que nos ayudará a mantener el metabolismo activo y conseguir de este modo un mejor funcionamiento de nuestro cuerpo.
Es importante que cuidemos nuestra alimentación habitualmente, pero también está bien que sepamos que se pueden alternar periodos de desintoxicación en los que la dieta tomará otro giro. No debemos olvidar que si no nos encontramos bien debemos acudir a un especialista y nunca hacer nuestro propio diagnóstico y mucho menos su tratamiento.
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