jueves, 30 de agosto de 2012

LA VIDA ES UN ESPEJO


Gandhi La vida es un espejo

Le preguntaron a Mahatma Gandhi cuáles son los factores que destruyen al ser humano.
Él respondió así:
La Política sin principios,
el Placer sin compromiso,
la Riqueza sin trabajo,
la Sabiduría sin carácter,
los Negocios sin moral,
la Ciencia sin humanidad
y la Oración sin caridad.
La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable;
que las personas están tristes,
si estoy triste;
que todos me quieren, si yo los quiero;
que todos son malos, si yo los odio;
que hay caras sonrientes, si les sonrío;
que hay caras amargas, si estoy amargado;
que el mundo está feliz, si yo soy feliz;
que la gente es enojona, si yo soy enojón;
que las personas son agradecidas,
si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo:
Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa.

La actitud que tome frente a la vida,
es la misma que la vida tomará ante mí.
El que quiera ser amado, que ame".

martes, 28 de agosto de 2012

PARA EL ADULTO MAYOR


Se reitera el incremento que en los últimos años ha tenido la población de adultos mayores, hecho que repercute en el número también cada vez más alto de personas residentes en asilos para ancianos, lugares que por lo regular dependen del estado y cuyas características tanto materiales como su infraestructura en cuanto a personal especializado para atender a las personas que ahí viven, deja mucho que desear. Este último aspecto es el punto cardinal de este trabajo, ya que los cuidadores, trátese de enfermeras, psicólogo, médicos, trabajadoras sociales, entre otros, realizan un papel crucial en el funcionamiento de tales instituciones. El cuidador, al igual que los residentes, es un ser humano, con una carga inherente a la labor que realiza y que, además, transita por todas las emociones o conflictos que implica desempeñar su puesto, al igual que los que cuida, necesita ser cuidado y atendido para el logro del bienestar de ambos.

Para la población en general, así como para el personal de salud, no es ajeno que el trabajo de enfermería es difícil, estresante y delicado, ya que nos enfrentamos cotidianamente con el dolor humano, así como con la vida y la muerte.

La adaptación al envejecimiento no es tarea fácil para los adultos
mayores y requiere que los profesionales que participan en su cuidado se
caractericen por una muy especial vocación y amor al trabajo con este
grupo etáreo, lo que se traduce en una actitud que trasunta valores como: el
respeto por el otro, la autonomía y la compasión para brindar cuidados
humanizados al adulto mayor y que se extiende también a su grupo directo
de cuidadores.

El enfermero del Adulto Mayor debe dar cuidados de Enfermería al individuo anciano, tanto en situación de salud como de enfermedad; orientando estos cuidados hacia la promoción y protección de la salud, la atención y la rehabilitación de los enfermos; organizando y evaluando las funciones propias de la Enfermería, en cualquiera de los niveles de atención del ciclo Salud‑Enfermedad.

El adulto mayor requiere de un cuidado transdiciplinario efectivo, que
incluya no sólo la recuperación sino también y, muy destacadamente, la
promoción de su salud, el crecimiento individual y familiar. Es en este
contexto general donde la profesional de enfermería debe entregar su
contribución específica complementando a la ciencia del curar.
La enfermería profesional se inserta de esta manera con su propia
perspectiva en el cuidado integral del adulto mayor por lo que es necesario
fortalecer desde el pregrado los fundamentos que sustentan el cuidado
humanizado del adulto mayor y la formación técnico-profesional de sus
cuidadores formales e informales.

PARA EL ADULTO MAYOR

En el Día del Adulto Mayor se lanza el Decálogo del Envejecimiento Cerebral Saludable.

lunes, 27 de agosto de 2012

PARA EL ADULTO MAYOR



 mejorar el equilibrio


Caminar por un sendero boscoso. Andar en bicicleta por la calle. Hacer abdominales sobre una pelota de estabilidad. Escalar laderas. Subir escaleras. Estos son más que placeres simples para disfrutar de un estilo de vida saludable. También son una prueba de la capacidad del cuerpo para equilibrar al hacer una variedad de cosas. Aún cuando no estás pensando en ello, tu cuerpo está en equilibrio en la vida cotidiana, cuando se hace ejercicio, y durante tus pasatiempos activos.
La mayoría de la gente no gasta tiempo pensando en el equilibrio hasta que es demasiado tarde, cuando en realidad se caen o se lesionan. Pero el balance no es sólo una preocupación para los ancianos que son más propensos a las caídas (y las caídas pueden causar complicaciones graves). Los ejercicios de equilibrio son importante para todos, desde atletas hasta deportistas ocasionales.

Un buen equilibrio y una fuerte salud van de la mano, y por lo general significa una mejor postura, menos dolor de espalda y mejorar el rendimiento durante el ejercicio y el atletsmo.

Cambia tu base de apoyo

El equilibrio es tu capacidad para mantener tu centro de gravedad sobre tu base de apoyo. Cuando estás de pie, las piernas son tu base de apoyo. Cuanto más abiertas están tus piernas, mayor es tu base y más fácil es mantener el equilibrio. Cuanto más juntas están tus piernas, más estrecha es tu base de apoyo y más difícil es mantener el equilibrio.
Una de las maneras más fáciles de desafiar (y por lo tanto mejorar) el equilibrio en cualquier ejercicio de pie, es reducir gradualmente la base de apoyo hasta que tus pies y las piernas están juntas mientras realizas el ejercicio. Asegúrate de mantener los músculos abdominales apretados y no inclinarte hacia atrás a medida que realizas tus ejercicios.

Prueba en una pierna

Una vez que hayas dominado el ejercicio con una estrecha base de apoyo, estás listo para el siguiente desafío: Mantener el equilibrio sobre una sola pierna.
En lugar de estar parado en ambas piernas durante algunos ejercicios, intenta hacerlos en una sola pierna. Para empezar, levanta el talón de un pie (manteniendo los dos pies en el suelo) mientras haces tus movimientos en la parte superior del cuerpo. A medida que vayas mejor, levanta el pie por completo. A partir de ahí, se puede jugar con la posición de la pierna levantada sosteniéndola detrás de ti, delante, a un lado, o un desafío mayor, mover la pierna levantada, mientras que te equilibras en la otra pierna y llevas a cabo los movimientos del cuerpo superior.
Sólo asegúrate de alternar las piernas para mantener tu fuerza y tono muscular equilibrado entre ambos lados de tu cuerpo.

Cierra los ojos

El sentido de la visión es una gran parte de la ecuación de equilibrio. Trabaja de la mano con el oído interno para mantener el equilibrio y prevenir caídas. Centrándote en un único punto focal (minimizando el movimiento de los ojos y la cabeza), tendrás un equilibrio con mayor facilidad.
Si mueves la mirada o cierras los ojos, es más difícil equilibrar. Esta opción es sin duda un desafío, algo que no es para principiantes y tampoco se puede hacer en cualquier situación dada.
Querrás asegurarte de que estás en un ambiente controlado y que tu cuerpo está estático (no intentes esto mientras que caminas o paseas). Puedes comenzar con sólo ponerte de pie y cerrar los ojos sin moverte. Con el tiempo, combinas estrechando la base de apoyo o levantando un pié del suelo, mientras que tienes los ojos cerrados y haces tus ejercicios.

Con estas técnicas y realmente prestando atención a tu cuerpo mientras ejercitas, debes notar mejoras en tu equilibrio, la coordinación, la postura, la fuerza de apoyo y la agilidad.

En la evolución de las especies, el hombre ha adquirido junto con algunos primates superiores algunas características que lo diferencian de otras, una de ellas es la de marchar erguido sobre las piernas, es decir la bipedestación

 Como sentido del equilibrio se denomina a las sensaciones del equilibrio, es decir a la orientación espacial y regulación del mismo en el espacio que provoca este sistema sensorial, entre los cuales se encuentran los receptores vestibulares (oído), los receptores propioceptivos de la musculatura esquelética y articulaciones, así como los receptores de la piel.
 
 Estos se encuentran interconectados en el tronco cerebral y áreas corticales cerebrales con las estructuras visuales incluyendo los núcleos que controlan la musculatura ocular, la vía auditiva y el centro reflejo del cerebelo.
 De esta forma acontece la sensación de equilibrio conciente que se diferencia de las regulaciones reflejas inconcientes.
 El centro del equilibrio necesita recibir información del medio ambiente para conocer cual es la posición que debe adoptar el cuerpo. Para tal fin utiliza las informaciones de:
 ojos
 Informaciones visuales
 Oídos
 Informaciones Vestibulares y Auditivas
 Articulaciones
 Informaciones Propioceptivas
  Los ojos indican la posición del horizonte visual, es decir la relación del cuerpo con el piso. Permiten reconocer si se trata de un plano inclinado, del vacío, etc.
 Los oídos en su porción vestibular, captan las diferentes aceleraciones y desaceleraciones lineales o rotatorias, a las que está expuesto diariamente el individuo. En su porción auditiva captan un sonido para adoptar la posición adecuada de acuerdo al origen del mismo.
Las articulaciones perciben sensaciones táctiles profundas de acuerdo a la posición en que ellas se encuentren.
 Los ojos, oídos y articulaciones (órganos sensoriales periféricos) envían sus informaciones al centro del equilibrio, quien las elabora y responde con una respuesta armónica o de equilibrio perfecto.
 

El equilibrio y su relación con el cerebro y el oído.

Para mantener el equilibrio, el cerebro debe procesar un flujo constante de información desde algunas “zonas de información” que se describen a continuación:
En primer lugar los ojos registran lo posición del cuerpo y sus alrededores (como cuando uno se para en lo alto de uno escalera). Luego los nervios sensoriales en los músculos, articulaciones y piel reportan los movimientos corporales (como inclinándose contra un muro como apoyo).
 Sin embargo adicional a ello juega un papel importante el oído interno, por intermedio del laberinto, el cual maneja el equilibrio; esta parte del cuerpo presenta tres componentes principales:
 1. El área superior ayuda a mantener el equilibrio mientras uno gira. Esta zona tiene tres canales semicirculares. Cada uno contiene líquido y minúsculos sensores semejantes a pelos. Al rotar la cabeza el líquido se mueve, lo cual es registrado por los sensores, informando al cerebro que el cuerpo ha cambiado de posición. El cerebro alerta o músculos y articulaciones para compensarlo, de modo que se mantiene el equilibrio.
 2. La región más interior del oído interno está dotada de una estructura en forma de caracol llamada cóclea. Es principalmente un órgano auditivo.
 3. Cerca de los canales semicirculares y la cóclea se encuentran estructuras llamadas trículo y sáculo, las cuales contienen partículas minúsculas (otoconia) conectados a sensores que detectan movimientos hacia adelante y hacia atrás.
 Ahora el asunto de los mareos tiene que ver con las fallas que pueda presentar cualquiera de las “zonas de información” mencionadas en los párrafos anteriores; también puede producirse este problema  si el sistema nervioso central no puede procesar las señales que recibe de forma adecuada. Por ello la relación entre el funcionamiento correcto del cerebro y el equilibrio es constante, uno depende del otro, de las señales que el primero
 

Tipos de vértigo

 Los pacientes pueden querer referir a alguna molestia entre un amplio espectro de ellas cuando usan el término vértigo. Para fines diagnósticos, es importante obtener información completa y precisa respecto a cuál es la experiencia exacta del enfermo cuando está mareado. Aunque los síntomas son descritos en forma algo diferente por cada persona, en general pueden clasificarse en una de cuatro categorías de vértigo definidas en el estudio clásico de Drachman y Hart en 1972.9Tales categorías son vértigo, presíncope, desequilibrio e inestabilidad o aturdimiento.  

Vértigo

 Los pacientes que experimentan una ilusión de movimiento falso entre sí mismos y el mundo exterior se clasifican como portadores de vértigo.5 El movimiento puede incluir una percepción de que el entorno se mueve mientras el cuerpo permanece fijo (vértigo objetivo) o de que el cuerpo se mueve mientras que el entorno permanece fijo (vértigo subjetivo). Se cree que el tipo de vértigo que experimenta el paciente no tiene importancia diagnóstica específica.
El vértigo, excepto en sus formas más leves, por lo común se acompaña de grados variables de náuseas, vómito, palidez y diaforesis, lo que indica actividad excesiva del sistema nervioso autónomo. 
Por lo común no hay pérdida de la conciencia. Cuando el vértigo no se relaciona con movimiento verdadero, la causa se encuentra en los órganos periféricos de los sentidos 85 % de las veces, y en el sistema nervioso central sólo en 15 %.28Los trastornos periféricos son los problemas que suceden en el órgano terminal (conducto semicircular o utrículo) o en la porción periférica del nervio.

 PRESÍNCOPE

 Presíncope denota la percepción del paciente de que está a punto de desmayarse.24Los signos y síntomas concomitantes son sensación de zumbido en la cabeza, de piernas flojas, constricción del campo visual, palidez, diaforesis y náuseas. Aunque no hay diferencia cualitativa entre síncope y presíncope con respecto al diagnóstico diferencial, este último difiere de aquél porque no hay pérdida verdadera de la conciencia.32Por lo común, los pacientes que experimentan semisíncope se refieren a sus síntomas como vértigo, pero una cuidadosa anamnesis permite diferenciarlos. El presíncope se presenta como ataques agudos, pero en ocasiones en episodios crónicos.4 La gravedad de los síntomas depende de la magnitud de la reducción de flujo sanguíneo que se experimenta en el cerebro.

 DESEQUILIBRIO

 Desequilibrio se refiere a la sensación de perder el propio equilibrio sin percibir movimiento ilusorio o pérdida inminente de la conciencia.24Por lo común los pacientes no refieren problemas al sentarse o acostarse sino que perciben inestabilidad en bipedestación, o sobre todo durante la marcha. Por lo regular, el desequilibrio se presenta debido a una alteración de la integración entre impulsos aferentes sensoriales y eferentes motores.
 El envejecimiento se relaciona de manera significativa con la aparición de desequilibrio porque la capacidad del sistema nervioso para procesar impulsos sensoriales y controlar los reflejos posturales declina conforme avanza la edad.39Las alteraciones de la marcha relacionadas con el equilibrio en ancianos se acentúa sobre todo en entornos no familiares, en piso irregular, o en luz tenue. Aunque no es raro el desequilibrio en la ancianidad, este síntoma en pacientes jóvenes sugiere enfermedad neurológica.

 Inestabilidad mal definida 

La inestabilidad es una sensación vaga que no cabe en ninguna de las otras categorías, y que a menudo es descrita de manera imprecisa por el paciente. El rasgo característico es que la sensación es bastante leve. Sin embargo algunos enfermos se sensibilizan debido a los problemas psicológicos relacionados con ansiedad o a otras alteraciones que ya causaron antes ataques agudos de vértigo. Pueden ponerse a sí mismos en un estado de hipervigilancia y observarse constantemente para descubrir signos de vértigo inminente. Esta situación hace que exageren sus reacciones a los cambios normales, y se genere gran tensión psicológica.35Debe tenerse cuidado de no desestimar la inestabilidad mal definida, como que «todo está en la cabeza de la persona» y por tanto es de poco interés. Este síntoma no sólo puede relacionarse con una importante reducción de la calidad de vida del paciente, sino en ocasiones también puede ser un síntoma temprano de un grave trastorno fisiológico o psicológico. El vértigo que acompaña a los trastornos de ansiedad por lo común coexiste con hiperventilación. La mayor parte de las veces el enfermo no identifica un tipo anormal de respiración, y no es fácilmente perceptible para el examinador. Los síntomas acompañantes de la hiperventilación son falta de aire, cefalalgia, palpitaciones, debilidad, dolor retrosternal y parestesias21Si se sospecha este diagnóstico los síntomas pueden reproducirse si se pide al paciente que hiperventile deliberadamente.
No es fácil...Verdad?
NO ES FACIL...

... pedir disculpas,
... comenzar de nuevo,
... reconocer un error,
... recibir consejos,
... ser considerado,
... soportar el éxito,
... seguir probando,
... abandonar los malos hábitos,
... perdonar y olvidar,
... salir de la rutina,
... sacar provecho de lo poco,
... mantener una norma elevada,
... descubrir el lado bueno de las cosas,
... aceptar una represión merecida,
... amar, aún a tus enemigos,
... tomar tu cruz cada día y seguir a Jesús...  pero vale la pena.

LA DIABETES

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad grave. La gente contrae diabetes cuando los niveles niveles de azúcar en la sangre están muy altos. Puede causar problemas de salud graves, como por ejemplo un ataque al corazón o un derrame cerebral. Lo bueno de esto es que la diabetes se puede controlar y cuyos problemas de salud prevenir. Se pueden tomar medidas para reducir los riesgos.

Si usted padece de diabetes, eso significa que su cuerpo no está fabricando insulina o no la está utilizando correctamente. Como consecuencia, habrá demasiada glucosa en la sangre. Los médicos que se especializan en atender a las personas que sufren de diabetes se llaman endocrinólogos.

Tipos de diabetes
Existen dos tipos de diabetes:
  • Tipo 1, el cuerpo no produce insulina. Se desarrolla más a menudo en niños y adultos jóvenes aunque puede aparecer a cualquier edad.

  • Tipo 2, es el tipo más común. En este tipo de diabetes, el cuerpo fabrica insulina pero no la utiliza debidamente. La probabilidad de contraer la diabetes tipo 2 es más alta en personas con exceso de peso, personas que no hacen ejercicio físico o que ya tienen una historia de diabetes en la familia.
Síntomas
Las personas que no reciben un tratamiento para la diabetes se sientan cansadas, les de hambre o les de sed constantemente. Pueden perder peso, tener necesidad de orinar con frecuencia o tener problemas con la vista, como visión borrosa. También pueden contraer infecciones de la piel o tener cicatrizaciones lentas cuando se han cortado o lastimado. Si usted tiene uno o varios de estos síntomas.
consulte inmediatamente al médico
La diabetes puede afectar el funcionamiento del corazón, los vasos sanguíneos, la vista, los riñones, el sistema nervioso, los dientes y las encías. También es posible que las personas que padecen de diabetes tipo 2 tengan un mayor riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer. En la actualidad se están realizando estudios para comprobar la posible relación entre ambas enfermedades.
Se desconoce mucho sobre la diabetes y la mejor forma de controlarla. Pero también se ha logrado obtener bastante información sobre la enfermedad. Por ejemplo, se sabe que controlando el peso, los niveles de glucosa, la presión arterial y el colesterol, se puede prevenir o retrasar la aparición de la diabetes y sus problemas afines. El ejercicio físico es también de gran ayuda.

Pre-diabetes
Esto significa que tienen niveles de glucosa superiores a los normales, pero no lo suficientemente elevados para diagnosticarlos como diabetes. Las personas que tienen pre-diabetes presentan un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas y accidentes cerebro-vasculares (derrame cerebral).
La pre-diabetes es un problema o condición grave, pero existen medidas que se pueden tomar para controlarla. Por ejemplo, reducir el peso mediante la actividad física y mantener una dieta sana pueden prevenir o retrasar la aparición de diabetes en los adultos mayores.

Exámenes para la diabetes
Si usted presenta síntomas de diabetes, su médico le realizará un examen de sangre para determinar los niveles de glucosa. El examen más común para detectar la diabetes es el análisis de glucosa en ayunas. Este examen de sangre determina la cantidad de azúcar o glucosa cuando la persona esté en ayunas durante al menos ocho horas antes de la prueba y generalmente desde la noche anterior. Otro análisis de sangre, denominado prueba oral de tolerancia a la glucosa, analiza la cantidad de glucosa en la sangre estando la persona en ayunas desde la noche anterior, y haciéndole nuevamente un análisis dos horas después de beber una bebida azucarada. Su médico posiblemente le ordene hacerse el examen para el diagnóstico de la diabetes dos veces, con el fin de confirmar los resultados.

SINTOMAS DE ALZHEIMER


  La persona con Enfermedad de Alzheimer puede tener dificultades para recordar eventos y actividades recientes o los nombres de personas o las cosas familiares. En la primera etapa de la Enfermedad de Alzheimer, los únicos síntomas pueden ser fallas ligeras de memoria. Puesto que la memoria a corto plazo se ve afectada.

A medida que la enfermedad avanza, los síntomas empeoran y se hacen más notorios.
Al perder las personas sus capacidades con Enfermedad de Alzheimer pueden volverse ansiosas o agresivas, o pueden vagar lejos de la casa. Surgen síntomas específicos, dependiendo de lo avanzada que esté la enfermedad. personas con Enfermedad de Alzheimer pueden olvidar cómo hacer las tareas básicas como cepillar sus dientes o peinar su cabello. Comienzan a tener problemas serios para hablar, leer y escribir, así como para entender y pensar con claridad.

- Pérdida de memoria (inicialmente, de la memoria a corto plazo)
- Incapacidad de realizar movimientos y de usar apropiadamente los objetos
- Depresión
- Incapacidad para mantener el pensamiento o el comportamiento dirigido deliberadamente hacia un propósito
- Cambios en los patrones de sueño (incluyendo detención de la respiración al dormir)
- Dificultad para encontrar las palabras en la conversación
- Confusión
- Demencia y pérdida progresiva de muchas funciones cerebrales
- Atención interrumpida o divagante
- Dificultad para nombrar objetos
- Incapacidad para concentrarse
- Desorientación
- Incapacidad para concentrarse
- Dificultad progresiva para interactuar en situaciones sociales o personales
- Disminución de la habilidad para funcionar en el cuidado personal y las actividades cotidianas
- Comportamiento inapropiado en relación con el ambiente
- Dificultad con lo aprendido previamente
- Agitación u otros cambios de humor
- Movimientos descontrolados y lentos

PARA EL ADULTO MAYOR



La vida parece más de color de rosa después de los 50, según revela un estudio publicado en la revista PNAS. En concreto, los  adultos  que superan el medio siglo de vida son generalmente más felices, experimentan menos estrés y se preocupan menos que los veinteañeros.

A esta conclusión ha llegado un equipo de científicos estadounidenses tras entrevistar a más de 340.000 norteamericanos. En el estudio se ha tenido en cuenta tanto la felicidad general ("bienestar global") como las experiencias diarias sobre sentimientos como el estrés o la diversión ("bienestar hedonista"). Aunque estas dos dimensiones del bienestar raramente se estudian a la vez, según Arthur Stone, psicólogo de la Universidad Stony Brook de Nueva York y coautor del estudio, son igual de importantes, porque "el bienestar global proporciona una visión más reflexiva de la vida mientras que el bienestar hedonista nos habla de una  visión  inmediata, que incluye sentimientos como diversión, preocupación,estrés ,, enfado, tristeza…"

Según ha podido comprobar Stone, la ira y el estrés descienden progresivamente desde la juventud (20) hasta la madurez (50), mientras que la felicidad y la capacidad de divertirnos aumentan al cumplir medio siglo. En cuanto a las preocupaciones, se mantienen bastante constantes hasta los 50, momento en que empiezan a decaer. Y todo ello independientemente de factores como tener o no empleo, o la presencia de hijos en casa. Los resultados fueron similares en hombres y mujeres.

A la pregunta de por qué somos más felices al envejecer, Stone argumenta que posiblemente las personas adultas controlan sus emociones mejor que los jóvenes. O quizás tiene que ver con la nostalgia: los adultos conservan menos recuerdos negativos, de ahí que sean más felices. Además, a medida que pasa el tiempo nos centramos menos en lo que hemos o no hemos conseguido y más en “aprovechar al máximo el resto de nuestra vida”, añade el investigador.

jueves, 23 de agosto de 2012

AMOR OTOÑAL

¿Existe El Amor Otoñal?
¿Existe el amor después de la juventud, después de la adultez, en la adultez mayor, en la última edad de la vida? Recuerdo que un amigo psicogeriatra respondió a la misma pregunta con un sí rotundo. Pero agregó: "Siempre que conserve la capacidad reparatoria". Es decir, ofreció una argumentación kleiniana muy válida, no se conformó con el lugar común de "el amor no conoce edades". Pero la pregunta planteaba la duda, suponiendo que también podría tener una respuesta negativa, porque "Vejez con amor, no hay cosa peor" dice el aforismo popular.
La capacidad de amar y la capacidad de ser amados son las dos condiciones básicas de la calidad de vida del adulto mayor. No todos poseen capacidad de amar: no la han desarrollado o la han perdido. Sabemos que según esa concepción reparatoria de Melanie Klein y Joan Riviére (1976) el amor del niño que supera exitosamente su posición paranoide y se instala en la posición depresiva, adquiere la capacidad de amar cuando surge el deseo de brindar felicidad a los demás, ligado a un sentimiento de responsabilidad e interés por ellos, que se mantiene en forma de genuina simpatía y de capacidad de comprenderlos, tales y como son. Nosotros (Flores Colombino 2001B) simplificamos la idea kleiniana afirmando que quien ama es capaz de ver a la otra persona con sus partes buenas y malas, al mismo tiempo, aceptándola tal cual es, sin pretender cambiarla. Pues la simpatía genuina implica identificación con el otro, colocándonos en el papel de buen padre y de buen hijo, eliminando los motivos de nuestro odio y reparando nuestros agravios fantaseados.
La crisis de la mediana edad, por ejemplo, suele obedecer a la persistencia de la posición maníaca, no reparatoria del adulto, quien enfrentado a la posibilidad de la muerte, en lugar de enfrentarla integrativamente, se deprime profundamente y de paso niega su edad, adoptando ridículas posturas extravagantes o reivindicativas como la fuga o la desaparición, abandonos laborales, cambios en la manera de vestir por ropas juveniles y colores chillones, autos deportivos, motos, botas, camperas, lentes oscuros. Las mujeres en crisis acortan las polleras, se preocupan de la línea como nunca, se independizan y rebelan de sus maridos. Ambos pueden abandonar el hogar en aras de una nueva pareja, generalmente de menor rango social y cultural, y a veces de menor edad. O se entregan a actividades extramatrimoniales impensables en épocas anteriores de sus vidas (Flores Colombino, 2001A). Todo por no haber alcanzado la capacidad reparatoria.
Dice Klein (1976) "Este mecanismo de 'reparación' es, a mi juicio, un elemento fundamental en el amor y en todas las relaciones humanas". Si a estas consideraciones psicoanalíticas kleinianas sumamos las freudianas, que prevén la adquisición de la capacidad de advenir a una postura 'anaclítica' que supere el narcisismo primario y permita cargar catexialmente los objetos de amor con nuestra libido sin experimentar un vaciamiento angustiante, incorporamos la segunda condición básica para alcanzar el amor en el adulto mayor: manejo del narcisismo y capacidad reparatoria. No es raro que muchas personas mayores hagan un repliegue narcisista y que demanden afecto y atención, renunciando a su capacidad de dar amor. El resultado es que también pierden la capacidad de recibir el amor, pues temen crearse la obligación de responder, de devolver, de reparar, y utilizan mecanismos de negación y de encasillamiento con mayor frecuencia (Zinberg y Kaufman, 1976). Pero cada uno envejece diferente, se va dejando de ser joven poco a poco. La salud mental de cada uno es fundamental y marca la diferencia, aunque la salud física y social no son menos relevantes.
Las estadísticas son muy claras, y establecen que la mujer enviuda con mayor frecuencia que el varón, lo que implica que tanto en términos absolutos como relativos, hay más mujeres adultas mayores en estado de viudez que varones. La relación en el Uruguay es de 4 a 1. Y estos últimos se casan rápidamente, pues pareciera que toleran peor la viudez que las mujeres, además de tener una oferta mayor para componer una nueva pareja. Los Clubes de mayores suelen ser un ejemplo claro: la participación femenina es todavía mayor que 4 a 1 y suele llegar a cifras como de 30 a 1 y 50 a 1.
Por tanto, en el amor otoñal pueden darse situaciones muy variadas, pues hay una radical diferencia entre un/a adulto/a mayor y otro/a, si está casado/a o viudo/a o divorciado/a o separado/a o soltero/a. El amor entre adultos mayores comprende tantas variables posibles como en la juventud, pero señalaremos algunas variables típicas de esta época de la vida.
EL ENAMORAMIENTO OTOÑAL
Los cambios que produce el enamoramiento en una persona pueden obedecer a la presencia de sustancias químicas, como lo afirmara Liebowitz (1983), o a una reestructuración de la conciencia con fuertes mecanismos de idealización fantasiosa inspirada en un modelo de pareja preconcebido. Pero el resultado es el mismo. El individuo enamorado adquiere un estado de alerta, modifica sus patrones de sueño y alimentación, adopta una postura maníaca en que todo es posible, sus pensamientos grandiosos respecto a la pareja elegida le hacen adoptar compromisos exagerados y comportamientos muchas veces ridículos, como hablar horas por teléfono, hacer regalos caros o gastar en exceso, escribir poemas y canciones que antes despreciaban y despliegar actitudes impresionantes propias del cortejo y de acuerdo a las posibilidades de cada uno, que se ven aumentadas por lo general.
Del varón y la mujer adultas mayores se espera sensatez, mesura, realismo, serenidad, de acuerdo a los estereotipos vigentes en todas las épocas. Por tanto, el adulto mayor no tiene permiso para enamorarse, según sus hijos, nietos y amigos, y según la sociedad. Enamorarse estaría fuera de lugar. Esta fuerte tradición cultural se ha modificado, por suerte. Ha desaparecido la gerontofilia como desviación sexual, así como la sospecha de que todo anciano varón sobre todo, es más proclive a las parafilias y abusos de niños. Se reconoce que hay adultos mayores de ambos sexos, atractivos, seductores, amables.
No poseemos estadísticas sobre los niveles de feniletilamina y noradrenalina que segregan las personas mayores enamoradas, pero sabemos que hay personas enamoradizas a toda edad, aun en la vejez. Los terapeutas y geriatras suelen ser destinatarios de la transferencia positiva de sus pacientes añosas, casi tanto como de sus pacientes jóvenes, y ello constituye un indicativo de la persistencia de la capacidad de enamoramiento. Pero existe un prejuicio contra su manifestación pública, sobre todo si no se trata de su pareja estable. El mexicano Carlos Fuentes, con 73 años cumplidos protesta frente a una sugerencia de la entrevistadora (Barragan, 2001) sobre su famosa versatilidad en cuestiones amorosas. "No ando por ahí de cachondo por todos lados. Fui un donjuán en la juventud, que es justo cuando hay que serlo," -dice- "si no, uno corre el riesgo de serlo en la vejez y entonces uno se vuelve ridículo y un viejo verde". O como dicen los españoles, recordamos nosotros "Vejez enamorada, locura declarada".
Los amores secretos y unipolares, unilaterales, no son raros sin embargo, a esta edad, y suelen llenar los días y las fantasías de las personas mayores, que pueden transformar en amistades sus amores inconfesos o imposibles. Porque su amor heterosexual se deposita sobre una persona casada o comprometida, o es expresión de su orientación homosexual.La literatura nos ha dado con "El amor en los tiempos del cólera" de García Márquez uno de los más conmovedores y mágicos amores entre dos adultos mayores: Fermina Daza y Florentino Ariza. ¿Era solo enamoramiento? Duró toda una vida de Florentino, por lo menos. Cuando sus hijos se oponen a los nuevos amores de la viuda Fermina dice: "Hace un siglo me cagaron la vida con ese pobre hombre porque éramos demasiado jóvenes, y ahora nos la quieren repetir porque somos demasiado viejos". Y sentenció: "Que se vayan a la mierda. Si alguna ventaja tenemos las viudas es que ya no nos queda nadie que nos mande". Y subió al buque 'Nueva Fidelidad' para remontar una y otra vez el río Magdalena, con la bandera de cuarentena para preservar los amores de la indiscreción de los profanos. Al fin y al cabo su celoso hijo Urbino tenía razón cuando afirmaba: "Los viejos, entre viejos, son menos viejos".
LOS MATRIMONIOS SUPERVIVIENTES
Aunque parezca mentira, en los albores del siglo XXI hay personas que se han casado una sola vez y siguen juntos luego de 30, 40, 50 y más años de matrimonio. El individuo atraviesa por fases o periodos vitales, así como se han descrito diversas edades personales, que no analizaremos aquí. Pero es importante que esas crisis vitales -como la mediana edad, por ejemplo, o el climaterio masculino y femenino- sean exitosamente resueltas, que los proyectos existenciales se hayan alcanzado, que la convivencia con los hijos y nietos, las crisis del retiro laboral, las inevitables enfermedades y limitaciones concurrentes, sean bien llevadas. Pero sobre todo -lo recalcamos- el mantenimiento de un nivel de comunicación fluido y negociador de las nuevas situaciones que la convivencia prolongada va creando en la construcción de realidades cambiantes, aseguraría la sobrevivencia del amor en la adultez mayor.
Estas parejas son decididamente monógamas. ¿Héroes? ¿Víctimas? Los partidarios del matrimonio abierto de los 70s como James y Lynn Smith (1974) afirmaban que "el casamiento monógamo es, en su propio macabro modo, una forma legalizada y normatizada de esclavitud emocional y erótica... contraria a la naturaleza humana" y Albert Ellis (1974) que "la monogamia conduce a la monotonía, a la restricción, a la posesividad, a la inanición sexual, a la muerte del amor romántico y a otras muchas desgracias".
El conocido aburrimiento de la larga convivencia ("el matrimonio mata el amor"), no es un destino de todos. "Cabin fever" o "fiebre de la cabaña" es una vieja expresión inglesa que designa los problemas derivados de la sensación de asfixia, generada por el exceso de contigüidad (Frings Keyes, 1981). Pero no hay exceso cuando el amor está vivo. Todo es cuestión de encontrar la modalidad adecuada para la convivencia de acuerdo a los caracteres y a los intereses personales.
Nosotros (Flores Colombino, 2000B) describimos seis formas de ajuste de la pareja añosa: simbióticas, defensivas, dependientes, disociadas, románticas e integradas. Cada una encontró algún factor fundante y cohesionante: la interdependencia obligada, el blindaje paranoide, la adscripción pasiva a otro grupo familiar, la independencia mutua, el amor sentimental como eje del vínculo y la dinámica renegociación realista de la vida, integrando las tres dimensiones del tiempo: pasado rico, presente disfrutable y futuro lleno de sentido.
De alguna manera, el amor otoñal en cada tipo de las parejas mencionadas adquiere formas diversas: más afectuosa, más amistosa, más sexual, más tierna, más refinada, más espaciada, más profunda, más romántica. Pero por sobre todas las cosas, aunque pueda parecer insípido, el amor otoñal es realista, acepta las arrugas del otro, la sordera, las pequeñas manías, las depresiones peculiares, los gustos y preferencias, así como el manejo del dinero cada vez más restrictivo, incluso las infidelidades del pasado son finalmente elaboradas cuando existieron. Según estadísticas, el 50 % de las parejas que no son interrumpidas por la viudez, envejecen juntas sin problemas. La otra mitad convive en medio de un infierno pequeño, mediano o grande, con diversos grados de separación y divorcio, bajo el mismo o diferente techo. Una crisis matrimonial frecuente es la provocada por el llamado 'nido vacío' cuando los hijos ya adultos se van de la casa para formar un nuevo hogar, casados, unidos o por independizarse. Dice Boero (1999): "Se encuentran solos y con una fachada de matrimonio, que franqueada, solo muestra ruinas de una relación frustrante". Los gerontólogos y sexólogos señalamos que es la ocasión en que la presencia de los hijos como postergadora y catalizadora de los conflictos conyugales, ya no está, y los conflictos se desatan. Claro que un matrimonio sano los resuelve o ya los tiene resueltos de antemano.
La nueva realidad es la situación del "nido relleno", cuando los hijos divorciados, separados o incapaces de financiar su independencia, vuelven al hogar paterno que ya se reorganizó para procesar la ausencia de hijos, y ahora debe reestructurarse, no solo edilicia sino económicamente, lo que no es poco.
DIFERENCIAS DE EDAD EN EL AMOR OTOÑAL
Difícilmente se observan matrimonios en primeras nupcias con grandes diferencias de edad, aunque en todas las culturas, el varón es unos años mayor que la mujer. Históricamente el matrimonio en segundas nupcias de un varón añoso y poderoso con una mujer joven, hermosa y virgen, aunque pobre, era un derecho consagrado por la costumbre. Los árabes ricos, cualquiera fuera su edad, que practicaban y practican la poligamia normativa, se casaban con las mujeres más bellas y jóvenes de su comunidad y aun de lejanas tribus. En la baja Edad Media el 'derecho de pernada' de los nobles fue un ejemplo atenuado de esa costumbre.
Pero la estigmatización de la vejez ha predominado en todas las épocas, por más que era contrarrestada con oportunos reconocimiento de su valor.
Un ejemplo bíblico de parejas con gran diferencia de edad que trascendió a nuestros tiempos, fue el del Rey David, quien, cargado de años y triste, mejoraba con el calor de jóvenes mujeres que dormían con él, aunque no 'yacían' en sentido bíblico. Una de ellas, la más importante, Abisag, pertenecía a la tribu de Sunam, por lo que el Rey poseía una virgen concubina sunamita. No se trató realmente de un matrimonio, pero el 'sunamitismo' equivale hoy al efecto rejuvenecedor por cohabitar con jóvenes.
Hacia el siglo XII, Felipe de Novara decía que los viejos "deben evitar sobre todo casarse con mujeres jóvenes, porque serán engañados indefectiblemente; pero casarse con una vieja no es mucho más recomendable, pues 'dos carroñas en una cama no son apetitosas' (Minois, 1989). Geoffrey Chaucer en sus 'Cuentos de Canterbury' escrito entre 1385 y 1390 cuenta la historia de un viejo carpintero que se casa en segundas nupcias con una mujer de 18 años, a quien mantenía enjaulada por sus celos, pero igual es engañado y ridiculizado hasta pasar por loco. Bath, una mujer casada tres veces de sus cinco matrimonios con ancianos, relata así sus avatares con estos últimos:
Difícilmente podían rellenar  Los aparatos que los ataban a mí  (si comprendéis mi sonrisa).  ¡Dios me perdone! ¡Todavía me río al recordar como los hacía trabajar por la noche!  Y a mi vez, yo apenas gozaba:  Aquello no me proporcionaba ningún placer.  Ellos me habían dado su tesoro, Y por tanto yo no necesitaba en absoluto darme prisa  Para ganar su amor o mostrarles respeto.
Por la misma época, el Obispo de Avignon escribió 'Los quince gozos del matrimonio' donde critica duramente la diferencia de edad entre los esposos. Decía: "Considero completamente estúpido al anciano que quiere dárselas de guapo y se casa con una mujer joven. Imaginad cómo ella, que es tierna y de dulce aliento podrá soportar al que toserá, escupirá y se quejará toda la noche, ventoseará y estornudará: será un milagro que ella no se mate. Y él tiene el aliento agrio a causa de su hígado. Y cuando los jóvenes galanteadores vean a esa mujer bonita y alegre casada con ese pobre necio, echan cebo; porque piensan con acierto que ella caerá con más facilidad que otra que tenga marido joven y capaz. Y si por desgracia el anciano se vuelve impotente, todo se convierte en un infierno para él y para ella es más fácil la aventura".
En la misma obra, el Obispo no ahorra epítetos para el matrimonio en que la mujer es mayor, según Minois(1989). Si el joven se casa con una anciana, también él es la víctima. "Pues no hay nada más esclavo que un joven sencillo y de buen natural esté sometido y gobernado por una mujer viuda. El apetito y la lujuria de la fresca carne del joven la ha hecho glotona y celosa y querrá tenerlo siempre en sus brazos y asimismo querría sentirse siempre abrazada por él. Pero sabed que no hay nada que desagrade más a un joven que una mujer vieja, ni que le perjudique más su salud. Y si se da el caso de que una vieja se case con un joven, éste sólo lo hace por avaricia; por tanto, nunca llegará a amarla, y les pegan mucho, y malgastan lo que ellas tienen. Chaucer encuentra una sola ventaja en casarse con una mujer vieja: el marido joven nunca será engañado (Minois, 1989).
Sin embargo, el frecuente fallecimiento de las mujeres en el parto, hacía que el varón viudo se volviera a casar con mujeres más jóvenes. La diferencia de edad no se daba solo entre los cónyuges, sino entre padres e hijos. En el siglo XV y en Florencia, la diferencia media de edad entre los esposos es de catorce años entre los ricos y de o­nce años entre los pobres y la mitad de los niños de menos de un año tienen un padre de más de treinta y ocho años. Aun hoy, cuando un padre adulto mayor pasea con sus hijos pequeños, se fastidia cuando les dicen ¡qué lindos son sus nietos!
En el siglo XIX el escritor ruso Chéjov (1980) en su obra 'El tío Vania', hace decir a Yeliena, casada con un profesor retirado, enfermo y viejo. "¡Todo el mundo vitupera a mi marido, todos me miran compasivos: una mujer desdichada, casada con un viejo. Esa simpatía hacia mí. ¡oh, qué bien la comprendo!". Ella tiene 27 años, y es pretendida por el tío Vania quien también ha pasado los 50.
ESTADISTICAS Y EJEMPLOS
Sin remontarnos mucho en el tiempo, tenemos muchas historias de parejas amorosas de edades muy diferentes en todas las épocas. En el Uruguay y por tomar como ejemplo lo que ocurrió en un solo año: 1997, se casaron 56 varones mayores de 50 años con mujeres menores de 29 años. En detalle: 8 varones mayores con mujeres menores de 20 años; 20 varones mayores con mujeres entre 20 y 24 años y 28 varones mayores con mujeres de 25 a 29 años. En cuanto a las mujeres mayores de 50, 14 se casaron con varones menores de 29 años. Detalle: Ninguna se casó con varones menores de 20, 4 mujeres mayores de 50 se casaron con varones de 20 a 24 años y 8 con novios de 25 a 29 años (Flores Colombino, 2000A).
No pretendemos hacer un catálogo de los casos contemporáneos de matrimonios de edades muy diferentes. La Argentina tiene al ex Presidente de la República de 72 años que se casó recientemente con una joven chilena de 35, el actual Presidente de México también lo hizo en segundas nupcias con una mujer joven, siguiendo el camino del ex Primer Ministro Canadiense. El Presidente Perón casi doblaba en edad a Eva cuando contrajeron nupcias. Y mujeres argentinas famosas como Susana Giménez, Moria Casan, Graciela Alfano tienen parejas masculinas jóvenes. Tita Merello tenía 17 años cuando aprendió a leer con su amante sesentón. Solo mencionemos muy someramente algunas parejas no del todo conocidas.
Pablo Picasso tenía 46 años cuando conoció a Marie-Thèrese Walter de 17, y 61 años cuando pasó a convivir con Françoise Guilot de 21 años. Con ambas tuvo hijos (Stassinopoulos Huftington, 1988).
Charles Spencer Chaplin se casa por primera vez a los 35 años con Lillita McMurray que contaba con 16 años. A los 54 años se casa con Oona O'Neill de 18 años. A los 73 años, nace su 10º hijo. (Tichy, 1985)
Marguerite Duras, la novelista que se hizo famosa con el guión de "Hiroshima mon amour" y sus novelas 'El amante', 'El square', 'Moderato cantabile', tuvo un enamorado de 22 años quien solo la conocía por su obra. A los 27 años de él y a los 65 de ella, luego de 5 años de acoso epistolar, ella le concedió una cita en su casa y no se separaron más en los 16 años siguientes en que ella vivió su vejez. Yann Andréa escribió un libro sobre esos tres lustros de convivencia del joven con su vieja amante, que denominó 'Ese amor' (Andréa Y, 2000).
La misma Marguerite Duras en su novela 'El amante' escribió sobre las relaciones de una condiscípula jovencísima con un varón maduro, que mereció un premio Goncourt y fue llevado al cine. La película fue vista por la compañera que inspira la novela, ya mayor, quien se desmayó al ver reveladas las actividades sexuales que había confiado a su amiga que llegó a novelista (Loza Aguerrebere, 2001).
La también francesa Edith Piaff, pese a su artrosis deformante, vivió en su madurez el amor de su vida con un joven de 24 años, quien la acompañó hasta su muerte.
Las parejas 'desparejas' por razones de edad, han dejado de serlo. Dejemos a un lado la paidofilia que comprende a prepúberes. Pero la fascinación de los adultos mayores por los más jóvenes, sean varones o mujeres, no obedece tan solo a que el modelo de belleza es exclusivo de la juventud, sino porque los adultos mayores han alcanzado en los albores del siglo XXI un nuevo estatuto: se han podido renovar afectiva, intelectual y sexualmente. La conservación y hasta el perfeccionamiento del cuerpo gracias a la sustitución hormonal, las dietas, el ejercicio y la cosmética, solo dependen de un cambio de actitud mental. La prevención del deterioro intelectual mediante una renovada actividad y una preservación y enriquecimiento de los neurotransmisores mediante fármacos adecuados a cada caso, solo depende de la aceptación de que la naturaleza humana es antropológica y no sólo biológica. No podremos evitar la muerte, pero podemos vivir mejor antes que nos llegue.
SEXUALIDAD OTOÑAL
Por último, la sexualidad de la pareja otoñal puede expresase en toda su plenitud. La idea de Margaret Mead de que la primera etapa de matrimonio busca el sexo, la segunda los hijos y la tercera solo la compañía, está caduca, perimida. Hay nuevos paradigmas para el amor y la sexualidad del adulto mayor. Esta antropóloga tenía razón, sin embargo, cuando afirmaba que "No hay poder más grande en el mundo que el tesón de una mujer postmenopáusica". Dice Helen E. Fisher (1994) que las tendencias del mundo futuro con la nueva empresa y la globalización, favorecen a la mujer, pues se vuelve más segura y aplomada a medida que envejece, menos atada a las tareas del hogar y la crianza de los hijos y adquiere más poder en el terreno político, religioso, empresarial y social". Y en la capacidad de formar parejas.
En el aspecto sexual la mujer ha logrado su orgasmo gracias a los conocimientos de sus zonas erógenas y las técnicas de estimulación y autoestimulación, que pueden ser compartidas con sus parejas jóvenes o viejas, nuevas o antiguas. Además de la sustitución hormonal y los geles lubricantes, la mujer madura debe conservar, recuperar o desarrollar su poder de seducción como una cualidad social más. Y muchas lo han hecho siempre. Son las adultas mayores del grupo que se casan una y otra vez, cuando sus maridos abandonan este mundo. En los grupos de adultos mayores se sabe quienes son: "se casan siempre las mismas", se quejan con envidia las mujeres mayores más tímidas.
Los varones pasaron de los 'brebajes del amor' y el rejuvenecimiento que cazaba incautos con pretensiones mayores a sus fuerzas, a las hormonas que eran eficaces solo en caso de climaterio masculino comprobado, pasando por nutrientes y estimulantes generales, las prótesis peneanas cada vez más sofisticadas y aun vigentes para algunos casos de disfunción eréctil irreversible, hasta el citrato del sildenafil, la pastilla azul que en dos años cambió la cara de los desahuciados sexuales, para recuperar el falo rígido y llegamos al clorhidrato de apomorfina que facilita el ya establecido reflejo erectivo por estimulación directa del glande, eficaz en todas las edades, pero específica de las parejas adultas mayores desde hace décadas.
Nosotros (Flores Colombino, 1998) hemos estudiado la sexualidad cuando los adultos mayores se dementizan, sobre todo con la temida enfermedad de Alzheimer, y comprobamos que a las reticencias iniciales de las parejas sanas, pues temen abusar de la discapacidad mental de quienes buscan mantener relaciones sexuales con ellas, sigue un consentimiento que da nuevo sentido a la vida en pareja, en que la sexualidad "es el único terreno en el que podemos comunicarnos" según nos dijera una esposa "feliz de haber dado a mi marido una calidad de vida en sus últimos años, que me parecía imposible en esa enfermedad tan destructiva". No olvidemos los sexólogos que la sexualidad es terapéutica en muchos campos, hasta en la demencia. Debemos asentar que los amores homosexuales también tienen su lugar en la adultez mayor. Tal vez son menos conflictivas entre lesbianas que en varones. Y también en estos casos la elección de una pareja joven es muy frecuente.
EL AMOR INVERNAL
Este trabajo debería denominarse "El amor invernal", pues si aceptamos que la vida humana nace en primavera, crece en verano, madura en otoño y desfallece en invierno, la adultez mayor correspondería al invierno y no al otoño. Tal vez fuimos influidos por el cambio semántico que los propios adultos mayores han logrado para designar a esta etapa de la vida. Ya no vejez, ya no tercera edad, sino adultez mayor. En el Uruguay, un viejo profesor de la Facultad de Medicina y Decano de la de Humanidades escribió un libro que denominó "Vejentud, humano tesoro" (Tálice RV 1979). Vejentud es más parecida a juventud, que está glorificada. El drama de las siete edades de Shakespeare en "Como Gustéis" pasa por "la cincuentena como panzón, en los sesenta con apergaminadas pantorrillas y termina con la escena final de la regresión del hombre a la condición de un niño sin memoria, sin dientes, sin ojos, sin deseo, sin nada". Y remata en otra obra suya: "El peregrino apasionado" en que solo dice rotundamente: "Vejez, yo te aborrezco, y adoro a Juventud".
Pero el poeta francés del medioevo Agrippa d´Aubigné estimaba tanto la vejez que dice: "una rosa de otoño es más exquisita que ninguna otra" y se casa en segundas nupcias, a los 70 años, con una mujer de 50, aceptando que
"Todo lo puede el invierno, vejez afortunada,La estación del placer, no ya de los esfuerzos".
También se ha asimilado la vida humana a las etapas del día: mañana, mediodía, tarde y noche. El atardecer era la vejez. Y el escritor Somerset Maugham decía que "Nadie niega la belleza de la mañana y del mediodía radiante, pero sería un necio el individuo que corriera las cortinas y encendiera la luz para eliminar el atardecer apacible".
Dejemos al invierno áspero, seco, helado y obscuro, para quedarnos en el otoño, que al fin y al cabo, "tú no me dijiste que mayo fuera eterno", como dice Amado Nervo en su poema "En paz". Sin duda habrá de sobrevenir el invierno y el frío aun mayor de la muerte. Y es el temor básico a esta entidad la que niega que la vejez pueda ser la mejor etapa de la vida. Y llena de amor.
A Simone de Beauvoir (1970) siempre se le criticó duramente su pesimismo en su monumental libro "La vejez". Lo que ella denunció fue que el estado en que se encontraba la vejez en la época en que se ocupó del tema "denuncia el fracaso de toda nuestra civilización". "Lo que hay que rehacer es el hombre entero" -dice- ", hay que recrear todas las relaciones entre los hombres si se quiere que la condición del anciano sea aceptable". En esa sociedad utópica la vejez no existiría. Habría una 'edad postrera' diferente de la madurez y la juventud, "pero con su equilibrio propio y que deja abierta al individuo una amplia gama de posibilidades". Este desafío es para todos. ¿Qué diría la pareja de Simone? Dos gerontólogas argentinas, Haydeé Andrés y Liliana Gastrón (1998) investigaban sobre el bienestar de los adultos mayores y le preguntaron a una escritora mayor: "¿satisfecha en general por la forma como se le dio la vida?" "Bueno", les dijo la interrogada. Algo que tomaron como una verdadera lección de vida y una síntesis de muchas entrevistas realizadas. "Le voy a contestar con una frase de Sartre a quien admiro mucho: 'uno es lo que ha llegado a ser'".

MIEDOS DEL ADULTO MAYOR


Esta etapa no llega de improviso, la antecede la presenectud, y como todo proceso tiene altibajos, ansias y temores, que pueden ser continuaciones de las etapas anteriores o ser matices nuevos por los reajustes de esta misma etapa, y hay quienes demuestran que es una adultez en plenitud.
 
Hay procesos superficiales de comportamiento y otros vuelven a incidir como eco de lo que se denomina fondo de la personalidad:
 
- Adaptación al medio, a la vejez: el niño y el adulto joven buscan una adaptación al medio, no la adaptación a ser niño o ser adulto joven, porque están en fase de crecimiento; en el caso del adulto mayor, la alternativa es de morir prematuramente o envejecer... lo que supone doble esfuerzo: adaptarse al medio más hostil y con menor número de posibilidades para sus capacidades personales y vitales; y, un esfuerzo para adaptarse a la vejez como situación estable, con el cambio o desaparición del sentido de la vida propia.
 
- Cambios en la relación con los objetos anteriores: no se entiende por objeto lo inanimado, también a las personas; la persona que llega a este nivel de madurez tiene que aceptar las realidades deficitarias: disminución de la memoria reciente y aumento de la memoria de evocación o nostalgia; reducción de la curiosidad intelectual, fatiga en el trabajo, disminución sensorial, motriz; todo esto perturba la vida habitual, y ahora tiene que crear una nueva comunicación y valoración para adaptarse a la nueva realidad; ha de dar a los objetos otro valor, otra dimensión; ha de buscar la gratificación o salida a sus tensiones o encontrar otras formas o renunciar a ello.

Sus reacciones y conductas pueden ser variadas, pueden regresar a épocas anteriores (infantilismo) o superar lastres y lograr un nuevo equilibrio de fuerzas contrapuestas, cambió el compás... el baile también. Esto es claro en los cambios de carácter, de conducta, en las necesidades de dominio y auto-afirmación.
 
En la etapa anterior daba plenitud a sus necesidades afectivas, emocionales e instintivas; en la nueva etapa, las necesidades cambiaron y no le es posible hacer un mundo adecuado a sus necesidades... y como los instintos y apetito siguen vivos, sólo le queda buscar o elegir nuevas reacciones a nivel profundo, ya sea limitando sus posibilidades o regresando a épocas infantiles.
 
- Rasgos psicológicos: se manifiestan rasgos que habían estado ocultos tras los mecanismos de una actividad creadora o de defensa, en ambos sexos, y la personalidad se vuelve frágil, vulnerable por los agentes físicos y por el medio social; las resistencias son menos enérgicas y los sentimientos pueden centrarse en el temor.

El esfuerzo del organismo es mayor para mantener el equilibrio, además internamente se puede sentir angustia de no ser capaz de realizar los esfuerzos impuestos por la vida, de no poder soportarlos de no recuperar el equilibrio; en consecuencia, los rasgos de conducta y carácter pueden manifestarse negativamente.

Algunas manifestaciones negativas son:

- Aislamiento: se adopta actitud de ausencia con todo lo que sucede alrededor, solamente se adentra en la situación cuando algo afecta a sus intereses personales.

- Apegamiento a sus bienes: conserva todo, en la postura permanente de retener, ese comportamiento en el fondo es una regresión a etapas infantiles, entrando así los mecanismos emotivos de la autoridad, poder, dominio, sentir que se es; es tratar de mantener la propia identidad; una explicación de por qué algunos padres no son capaces de compartir con sus hijos aún cuando sea conveniente. La fuerza del deseo de poseer es más fuerte que la lógica.
 
- Refugio en el pasado: al disminuir el proceso fisiológico y ser menor la memoria de fijación y aumentar la de evocación, la vida se llena de recuerdos; es forma de revalorizar el pasado en el presente, el protagonista se siente joven al revisar hechos que le permiten acaparar la atención de los demás.
 
- Reducción de sus intereses: la vida le enseñó a ser realista y esto unido a la dificultad de asumir la complejidad de las nuevas opciones posibles, hacen que se limite el mundo al ámbito de lo que puede controlar; al tiempo que disminuye la capacidad de agresión, conserva los intereses que puede manejar y que suponen una fuente de satisfacción.
 
- Negarse al cambio: Al enfrentarse con los esfuerzos de adaptación, aparece un temor consciente de rechazo al cambio y traslado a una nueva situación, lo que lleva a una depresión profunda porque los mecanismos de defensa para sobreponerse son limitados, a la vez que así limita aún más.

- Agresividad y hostilidad: Cuando se presenta la necesidad de reacomodar a las personas y cosas, aparece como recurso y puede ser la única posibilidad de refugio para mantener intocable y estable el “yo”.

Tres emociones presiden la vida del ser humano: el miedo, la cólera y la ternura; que en cada etapa de la vida adquieren diferentes matices, que se modifican en función del objetivo de la tendencia de cada una en el momento concreto.

En la infancia es egocéntrica, en la adolescencia es social y en la madurez es práctica. Lo importante para el equilibrio interno es armonizar la fuerza de la emoción con la compensación de la tendencia para una canalización adecuada.

lunes, 20 de agosto de 2012

DESIDERATA



Camina plàcido entre el ruido y la prisa, y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara, y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia. Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el espíritu. Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado, pues siempre habrá personas mas grandes y mas pequeñas que tu.
Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera por humilde que sea, ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos. Se cauto en tus negocios, pues el mundo esta lleno de engaños, mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe. Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales. La vida esta llena de heroísmo.
Se sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto, y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la
juventud. Cultiva la firmeza del espíritu, para que te proteja en las adversidades
repentinas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Sobre una sana disciplina se benigno contigo mismo.
Tu eres una criatura del universo, no menos que las plantas y las estrellas, tienes
derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera. Por eso, debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de El, y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma, en la bulliciosa confusión de la vida.
Aun con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso,
se cauto, esfuérzate por ser feliz.

En un principio, este poema fue atribuido, erróneamente, a un autor desconocido que lo dejó en una iglesia de Baltimore, MD. El poema no fué encontrado en la iglesia de St. Paul en Baltimore en 1692, sino que fué escrito por Max Ehrman (1872-1945, un filósofo y abogado de Harvard) en 1927, y publicado en 1948 después de su muerte, por su viuda, en el libro "Los poemas de Max Ehrman".
La iglesia de Baltimore fué fundada en 1692, y el Reverendo Kates uso este poema en el material impreso de la iglesia, entre 1956 y 1961. En los papeles estaban el logotipo de Baltimore junto con la frase "fundada en 1692" (refiriéndose a la parroquia). Alguien se confundió y cambió la palabra "fundada" por "encontrada", lo que cambió la fecha del poema en unos 200 años.

Como tratar un Cliente 



1. Por teléfono
• Responde en menos de cuatro timbrazos. Discúlpate si tardas en contestar.
• Sonríe todo el tiempo. Usa un espejo si es posible. Tus empleados deberán hacer lo mismo.
• Repite a menudo el nombre del cliente. Esto fortalece la relación.
• Buenos días, gracias, de nada, a sus órdenes, perdone, lo lamento: hacen falta hoy en día.
• Pide permiso antes de transferir la llamada.
• Pide permiso cuando tengan que esperar y da un estimado del tiempo de espera.
• No permitas que se hagan preguntas que ya fueron contestadas.
• Si transfieres una llamada, habla con la próxima representante y dale los datos para así evitar que el cliente pierda su tiempo.
2. En persona
Pequeñas cosas marcan la diferencia
• Da una imagen impecable.
• Siempre mantén una sonrisa.
• Imagínate que la persona tiene las palabras «Hazme sentir importante» escritas en la frente y actúa en consonancia con esto.
3. Después de una venta
Algunas estrategias son las postales de agradecimiento (escritas a mano si es posible) y las llamadas de seguimiento.

4. Clientes molestos

El cliente satisfecho le contará a tres amigos, pero uno molesto regará su insatisfacción, como un cáncer sin cura, a diez personas. Evítalo con estas estrategias:

Por teléfono:

• No lo tomes como algo personal. El cliente está molesto y hay que analizar la causa sin pensar que está molesto contigo.
• Sé proactivo. Dale la bienvenida a las quejas, ya que se aprende mucho de ellas.
• Di lo siguiente: «Lo lamento, María. Sé que está molesta, y si yo estuviera en sus zapatos me sentiría igual. A ver… Explíqueme con detalles lo que está sucediendo».
• Deja que el cliente hable, interviene solo para confirmar que estás escuchando (entiendo, siga, qué lástima; prosiga, por favor, etcétera). Cuanto más hable más se desahogará y él mismo se calmará.
• Confirma la información: «María, a ver si la entendí. Usted me dice… ¿es eso lo que está sucediendo?».
• Prosiga diciendo: «Puedo entender que está molesta y estoy aquí para asegurarme de que usted esté 100% satisfecha… A ver cómo le buscamos solución».

En persona:

• Mantén el control todo el tiempo y no lo tomes como algo personal.
• No cruces las manos. Es señal de que estás cerrado a la comunicación. Pruébalo y observa a las personas cuando hablen. Las manos cerradas demuestran una mentalidad obstruida.
• Evita que haya barreras físicas. Si estás en un escritorio, levántate, da la vuelta y siéntate al lado del cliente. Es señal de amistad, no de autoría.
• Sigue los pasos mencionados en las estrategias por teléfono.
• Acepta tu error (error de la compañía) y pide disculpas.

Muchas veces pensamos en los beneficios financieros a la hora de atender a los clientes. Lamento informarte de que tus clientes lo notarán y el resultado será una pérdida de clientes actuales y futuros.


1) HAGA una pausa de mínima de 5 a 10 minutos por cada 2 horas de trabajo, a lo máximo. Repita estas pausas en su vida diaria y piense en usted, analizando sus actitudes.

2) APRENDA a DECIR NO, sin sentirse culpable, o creer que lastima a alguien. Querer agradar a todos es un desgaste enorme.

3) PLANEE su día, pero deje siempre un buen espacio para cualquier imprevisto, consciente de que no todo depende de usted.

4) CONCÉNTRESE en apenas una tarea a la vez. Por mas ágil que sean sus cuadros mentales, usted se cansa.

5) OLVÍDESE de una vez por todas de que usted es indispensable en su trabajo, su casa o su grupo habitual. Por más que eso le desagrade, todo camina sin su actuación, salvo usted mismo.

6) DEJE de sentirse responsable por el placer de los otros. Usted no es fuente de los deseos, ni el eterno maestro de ceremonia.

7) PIDA AYUDA siempre que sea necesario, teniendo el buen sentido de pedírsela a las personas correctas.

8) SEPARE los problemas reales de los imaginarios y elimínelos, porque son pérdida de tiempo y ocupan un espacio mental precioso para cosas más importantes

9) INTENTE descubrir el placer de cosas cotidianas como dormir, comer y pasear, sin creer que es lo máximo que puede conseguir en la vida.

10) EVITE envolverse en ansiedades y tensiones ajenas, en lo que se refiere a ansiedad y tensión. Espere un poco y después retorne al diálogo y a la acción.

11) SU FAMILIA NO es usted, está junto a usted, compone su mundo, pero no es su propia identidad.

12) COMPRENDA qué principios y convicciones inflexibles pueden ser un gran peso que evite el movimiento y la búsqueda.

13) ES NECESARIO tener siempre a alguien a quien le pueda confiar y hablar abiertamente. No sirve de nada si está lejos.

14) CONOZCA la hora acertada de salir de una cena, levantarse del palco y dejar una reunión. Nunca pierda el sentido de la importancia sutil de salir la hora correcta.

15) NO QUIERA saber si hablaron mal de usted, ni se atormente con esa basura mental. Escuche lo que hablaron bien de usted, con reserva analítica, sin creérselo todo.

16) COMPETIR en momentos de diversión, trabajo y vida entre pareja, es ideal para quien quiere quedar cansado o perder la mejor parte.

17) La RIGIDEZ es buena en las piedras pero no en los seres humanos.

18) Una hora de INMENSO PLACER sustituye, con tranquilidad, tres horas de sueño perdido. El placer recompensa más que el sueño. Por eso, no deje pasar una buena oportunidad de divertirse.

19) NO ABANDONE sus tres grandes e invaluables amigas. Intuición, Inocencia y Fe.

20) ENTIENDA de una vez por todas, definitivamente y en conclusión....

...Usted
ES LO QUE USTED HAGA de USTED MISMO.