lunes, 27 de agosto de 2012

PARA EL ADULTO MAYOR



 mejorar el equilibrio


Caminar por un sendero boscoso. Andar en bicicleta por la calle. Hacer abdominales sobre una pelota de estabilidad. Escalar laderas. Subir escaleras. Estos son más que placeres simples para disfrutar de un estilo de vida saludable. También son una prueba de la capacidad del cuerpo para equilibrar al hacer una variedad de cosas. Aún cuando no estás pensando en ello, tu cuerpo está en equilibrio en la vida cotidiana, cuando se hace ejercicio, y durante tus pasatiempos activos.
La mayoría de la gente no gasta tiempo pensando en el equilibrio hasta que es demasiado tarde, cuando en realidad se caen o se lesionan. Pero el balance no es sólo una preocupación para los ancianos que son más propensos a las caídas (y las caídas pueden causar complicaciones graves). Los ejercicios de equilibrio son importante para todos, desde atletas hasta deportistas ocasionales.

Un buen equilibrio y una fuerte salud van de la mano, y por lo general significa una mejor postura, menos dolor de espalda y mejorar el rendimiento durante el ejercicio y el atletsmo.

Cambia tu base de apoyo

El equilibrio es tu capacidad para mantener tu centro de gravedad sobre tu base de apoyo. Cuando estás de pie, las piernas son tu base de apoyo. Cuanto más abiertas están tus piernas, mayor es tu base y más fácil es mantener el equilibrio. Cuanto más juntas están tus piernas, más estrecha es tu base de apoyo y más difícil es mantener el equilibrio.
Una de las maneras más fáciles de desafiar (y por lo tanto mejorar) el equilibrio en cualquier ejercicio de pie, es reducir gradualmente la base de apoyo hasta que tus pies y las piernas están juntas mientras realizas el ejercicio. Asegúrate de mantener los músculos abdominales apretados y no inclinarte hacia atrás a medida que realizas tus ejercicios.

Prueba en una pierna

Una vez que hayas dominado el ejercicio con una estrecha base de apoyo, estás listo para el siguiente desafío: Mantener el equilibrio sobre una sola pierna.
En lugar de estar parado en ambas piernas durante algunos ejercicios, intenta hacerlos en una sola pierna. Para empezar, levanta el talón de un pie (manteniendo los dos pies en el suelo) mientras haces tus movimientos en la parte superior del cuerpo. A medida que vayas mejor, levanta el pie por completo. A partir de ahí, se puede jugar con la posición de la pierna levantada sosteniéndola detrás de ti, delante, a un lado, o un desafío mayor, mover la pierna levantada, mientras que te equilibras en la otra pierna y llevas a cabo los movimientos del cuerpo superior.
Sólo asegúrate de alternar las piernas para mantener tu fuerza y tono muscular equilibrado entre ambos lados de tu cuerpo.

Cierra los ojos

El sentido de la visión es una gran parte de la ecuación de equilibrio. Trabaja de la mano con el oído interno para mantener el equilibrio y prevenir caídas. Centrándote en un único punto focal (minimizando el movimiento de los ojos y la cabeza), tendrás un equilibrio con mayor facilidad.
Si mueves la mirada o cierras los ojos, es más difícil equilibrar. Esta opción es sin duda un desafío, algo que no es para principiantes y tampoco se puede hacer en cualquier situación dada.
Querrás asegurarte de que estás en un ambiente controlado y que tu cuerpo está estático (no intentes esto mientras que caminas o paseas). Puedes comenzar con sólo ponerte de pie y cerrar los ojos sin moverte. Con el tiempo, combinas estrechando la base de apoyo o levantando un pié del suelo, mientras que tienes los ojos cerrados y haces tus ejercicios.

Con estas técnicas y realmente prestando atención a tu cuerpo mientras ejercitas, debes notar mejoras en tu equilibrio, la coordinación, la postura, la fuerza de apoyo y la agilidad.

En la evolución de las especies, el hombre ha adquirido junto con algunos primates superiores algunas características que lo diferencian de otras, una de ellas es la de marchar erguido sobre las piernas, es decir la bipedestación

 Como sentido del equilibrio se denomina a las sensaciones del equilibrio, es decir a la orientación espacial y regulación del mismo en el espacio que provoca este sistema sensorial, entre los cuales se encuentran los receptores vestibulares (oído), los receptores propioceptivos de la musculatura esquelética y articulaciones, así como los receptores de la piel.
 
 Estos se encuentran interconectados en el tronco cerebral y áreas corticales cerebrales con las estructuras visuales incluyendo los núcleos que controlan la musculatura ocular, la vía auditiva y el centro reflejo del cerebelo.
 De esta forma acontece la sensación de equilibrio conciente que se diferencia de las regulaciones reflejas inconcientes.
 El centro del equilibrio necesita recibir información del medio ambiente para conocer cual es la posición que debe adoptar el cuerpo. Para tal fin utiliza las informaciones de:
 ojos
 Informaciones visuales
 Oídos
 Informaciones Vestibulares y Auditivas
 Articulaciones
 Informaciones Propioceptivas
  Los ojos indican la posición del horizonte visual, es decir la relación del cuerpo con el piso. Permiten reconocer si se trata de un plano inclinado, del vacío, etc.
 Los oídos en su porción vestibular, captan las diferentes aceleraciones y desaceleraciones lineales o rotatorias, a las que está expuesto diariamente el individuo. En su porción auditiva captan un sonido para adoptar la posición adecuada de acuerdo al origen del mismo.
Las articulaciones perciben sensaciones táctiles profundas de acuerdo a la posición en que ellas se encuentren.
 Los ojos, oídos y articulaciones (órganos sensoriales periféricos) envían sus informaciones al centro del equilibrio, quien las elabora y responde con una respuesta armónica o de equilibrio perfecto.
 

El equilibrio y su relación con el cerebro y el oído.

Para mantener el equilibrio, el cerebro debe procesar un flujo constante de información desde algunas “zonas de información” que se describen a continuación:
En primer lugar los ojos registran lo posición del cuerpo y sus alrededores (como cuando uno se para en lo alto de uno escalera). Luego los nervios sensoriales en los músculos, articulaciones y piel reportan los movimientos corporales (como inclinándose contra un muro como apoyo).
 Sin embargo adicional a ello juega un papel importante el oído interno, por intermedio del laberinto, el cual maneja el equilibrio; esta parte del cuerpo presenta tres componentes principales:
 1. El área superior ayuda a mantener el equilibrio mientras uno gira. Esta zona tiene tres canales semicirculares. Cada uno contiene líquido y minúsculos sensores semejantes a pelos. Al rotar la cabeza el líquido se mueve, lo cual es registrado por los sensores, informando al cerebro que el cuerpo ha cambiado de posición. El cerebro alerta o músculos y articulaciones para compensarlo, de modo que se mantiene el equilibrio.
 2. La región más interior del oído interno está dotada de una estructura en forma de caracol llamada cóclea. Es principalmente un órgano auditivo.
 3. Cerca de los canales semicirculares y la cóclea se encuentran estructuras llamadas trículo y sáculo, las cuales contienen partículas minúsculas (otoconia) conectados a sensores que detectan movimientos hacia adelante y hacia atrás.
 Ahora el asunto de los mareos tiene que ver con las fallas que pueda presentar cualquiera de las “zonas de información” mencionadas en los párrafos anteriores; también puede producirse este problema  si el sistema nervioso central no puede procesar las señales que recibe de forma adecuada. Por ello la relación entre el funcionamiento correcto del cerebro y el equilibrio es constante, uno depende del otro, de las señales que el primero
 

Tipos de vértigo

 Los pacientes pueden querer referir a alguna molestia entre un amplio espectro de ellas cuando usan el término vértigo. Para fines diagnósticos, es importante obtener información completa y precisa respecto a cuál es la experiencia exacta del enfermo cuando está mareado. Aunque los síntomas son descritos en forma algo diferente por cada persona, en general pueden clasificarse en una de cuatro categorías de vértigo definidas en el estudio clásico de Drachman y Hart en 1972.9Tales categorías son vértigo, presíncope, desequilibrio e inestabilidad o aturdimiento.  

Vértigo

 Los pacientes que experimentan una ilusión de movimiento falso entre sí mismos y el mundo exterior se clasifican como portadores de vértigo.5 El movimiento puede incluir una percepción de que el entorno se mueve mientras el cuerpo permanece fijo (vértigo objetivo) o de que el cuerpo se mueve mientras que el entorno permanece fijo (vértigo subjetivo). Se cree que el tipo de vértigo que experimenta el paciente no tiene importancia diagnóstica específica.
El vértigo, excepto en sus formas más leves, por lo común se acompaña de grados variables de náuseas, vómito, palidez y diaforesis, lo que indica actividad excesiva del sistema nervioso autónomo. 
Por lo común no hay pérdida de la conciencia. Cuando el vértigo no se relaciona con movimiento verdadero, la causa se encuentra en los órganos periféricos de los sentidos 85 % de las veces, y en el sistema nervioso central sólo en 15 %.28Los trastornos periféricos son los problemas que suceden en el órgano terminal (conducto semicircular o utrículo) o en la porción periférica del nervio.

 PRESÍNCOPE

 Presíncope denota la percepción del paciente de que está a punto de desmayarse.24Los signos y síntomas concomitantes son sensación de zumbido en la cabeza, de piernas flojas, constricción del campo visual, palidez, diaforesis y náuseas. Aunque no hay diferencia cualitativa entre síncope y presíncope con respecto al diagnóstico diferencial, este último difiere de aquél porque no hay pérdida verdadera de la conciencia.32Por lo común, los pacientes que experimentan semisíncope se refieren a sus síntomas como vértigo, pero una cuidadosa anamnesis permite diferenciarlos. El presíncope se presenta como ataques agudos, pero en ocasiones en episodios crónicos.4 La gravedad de los síntomas depende de la magnitud de la reducción de flujo sanguíneo que se experimenta en el cerebro.

 DESEQUILIBRIO

 Desequilibrio se refiere a la sensación de perder el propio equilibrio sin percibir movimiento ilusorio o pérdida inminente de la conciencia.24Por lo común los pacientes no refieren problemas al sentarse o acostarse sino que perciben inestabilidad en bipedestación, o sobre todo durante la marcha. Por lo regular, el desequilibrio se presenta debido a una alteración de la integración entre impulsos aferentes sensoriales y eferentes motores.
 El envejecimiento se relaciona de manera significativa con la aparición de desequilibrio porque la capacidad del sistema nervioso para procesar impulsos sensoriales y controlar los reflejos posturales declina conforme avanza la edad.39Las alteraciones de la marcha relacionadas con el equilibrio en ancianos se acentúa sobre todo en entornos no familiares, en piso irregular, o en luz tenue. Aunque no es raro el desequilibrio en la ancianidad, este síntoma en pacientes jóvenes sugiere enfermedad neurológica.

 Inestabilidad mal definida 

La inestabilidad es una sensación vaga que no cabe en ninguna de las otras categorías, y que a menudo es descrita de manera imprecisa por el paciente. El rasgo característico es que la sensación es bastante leve. Sin embargo algunos enfermos se sensibilizan debido a los problemas psicológicos relacionados con ansiedad o a otras alteraciones que ya causaron antes ataques agudos de vértigo. Pueden ponerse a sí mismos en un estado de hipervigilancia y observarse constantemente para descubrir signos de vértigo inminente. Esta situación hace que exageren sus reacciones a los cambios normales, y se genere gran tensión psicológica.35Debe tenerse cuidado de no desestimar la inestabilidad mal definida, como que «todo está en la cabeza de la persona» y por tanto es de poco interés. Este síntoma no sólo puede relacionarse con una importante reducción de la calidad de vida del paciente, sino en ocasiones también puede ser un síntoma temprano de un grave trastorno fisiológico o psicológico. El vértigo que acompaña a los trastornos de ansiedad por lo común coexiste con hiperventilación. La mayor parte de las veces el enfermo no identifica un tipo anormal de respiración, y no es fácilmente perceptible para el examinador. Los síntomas acompañantes de la hiperventilación son falta de aire, cefalalgia, palpitaciones, debilidad, dolor retrosternal y parestesias21Si se sospecha este diagnóstico los síntomas pueden reproducirse si se pide al paciente que hiperventile deliberadamente.
No es fácil...Verdad?
NO ES FACIL...

... pedir disculpas,
... comenzar de nuevo,
... reconocer un error,
... recibir consejos,
... ser considerado,
... soportar el éxito,
... seguir probando,
... abandonar los malos hábitos,
... perdonar y olvidar,
... salir de la rutina,
... sacar provecho de lo poco,
... mantener una norma elevada,
... descubrir el lado bueno de las cosas,
... aceptar una represión merecida,
... amar, aún a tus enemigos,
... tomar tu cruz cada día y seguir a Jesús...  pero vale la pena.

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