Desde hace años se busca incorporar al Calendario Nacional de Vacunación la inmunización contra la neumonía para los menores de dos años. Ahora los especialistas proponen vacunar también a las personas mayores de 50.
Durante un Simposio Latinoamericano sobre Virología y Vacunas realizado en Buenos Aires, especialistas de la región analizaron la situación de determinadas infecciones y enfermedades entre las que se encuentra la neumonía, que forma parte de las Infecciones del Tracto Respiratorio Inferior (ITRIs), y que según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), constituye una de las principales causas de muerte.
De hecho sólo en la Argentina y durante 2008 fallecieron por esta afección más de 15 mil personas mayores de 50 años. La neumonía es generada por la acción de la bacteria conocida como “neumococo”, cuyo nombre técnico es Streptococcus pneumoniae.
“Hoy el gran desafío pasa por prevenir la neumonía y otras patologías derivadas de la acción del neumococo, como la otitis y la meningitis. Por esto, en los últimos años se diseñaron distintas estrategias para impactar sobre esa alta tasa de mortalidad”, sostuvo el Dr. Alejandro Cané, miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) e infectólogo infantil del Hospital Universitario Austral (HUA).
“Entre las principales herramientas disponibles desde el punto de la inmunización podemos destacar la vacunación antigripal anual que se recomienda a los mayores de 65 años, pero también a otros grupos de riesgo (inmunosuprimidos, diabéticos, asmáticos y personas con patología pulmonar, entre otros). También contamos con una vacuna especialmente formulada: la polisacárida, que protege contra 23 serotipos y es la única actualmente disponible para adultos”, agregó el especialista, en relación con la neumonía, cuyos principales síntomas de esta enfermedad son la tos, la fiebre, los escalofríos y la dificultad para respirar. En cuanto al tratamiento, incluye antibióticos y antitérmicos.
Otra vacuna apta para ser administrada es la neumocócica 7-valente conjugada que se aplica en niños, y que ha demostrado en los Estados Unidos reducir el impacto de la neumonía en los adultos como consecuencia del denominado “efecto rebaño”, por el cual vacunando en forma universal a los más pequeños, disminuye la portación de gérmenes y el contagio a los mayores.
“La vacuna polisacárida tiene muchos años en el mercado, pero únicamente protege contra las formas comunes de neumonía. Por eso, al igual que ocurre con los niños, estamos esperanzados con respecto a la posibilidad de poder contar con la 13-valente para adultos. No debemos perder de vista que la neumonía mata. Entonces hay que actuar respecto a la prevención”, refirieron los expertos en el simposio. La vacuna 13-valente constituye “un paso más” (en comparación con la 7-valente) pues brinda inmunidad contra un número mayor de cepas del virus en cuestión.
En cuanto al target al cual hay que apuntar, se sugirió que la vacunación debería ser universal obviamente en el grupo de los menores de dos años y también en el de los mayores de 50.
“Hay determinados serotipos de neumococo –en total podemos contar entre 93 y 94– que tienen mayor prevalencia en la región, y además hay algunos que son más peligrosos para los adultos, más allá de la edad. Sin embargo, al menos por ahora debemos apuntar son los menores de dos años, a los mayores de 65 y a los que integran los grupos de riesgo”, concluyó Cané.
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