Las personas mayores se toman hoy en día las libertades que los jóvenes siempre se han tomado", comenta Hans-Werner Wahl
Hannover, Alemania.- El abuelo y la abuela están considerados como personas cariñosas pero asexuales. Si fallece uno de ellos o bien se han separado, a menudo la familia no aprueba que tengan una nueva pareja. Muchos reprimen el hecho de que las personas mayores que están solas puedan tener nostalgia de sentirse protegidas y echen de menos la sexualidad. ¿Por qué las nuevas parejas de estos "jóvenes mayores" pueden ser un problema para la familia y el círculo de amistades?
"Las personas mayores se toman hoy en día las libertades que los jóvenes siempre se han tomado. Esto provoca cierto malestar en su entorno y falta de comprensión por parte de los demás", comenta Hans-Werner Wahl, un experto en vejez de la Universidad de Heidelberg. Las experiencias con una nueva pareja no tienen nada que ver con la imagen tradicional que tienen muchos miembros jóvenes de la familia de un anciano.
Detrás de este comportamiento se esconde una gran inseguridad porque con la nueva amiga del abuelo la relación con los hijos y con los nietos podría cambiar. "En nuestra sociedad no es algo muy común que se tenga que definir de nuevo la relación con los abuelos", dice Wahl. Los parientes deben dedicar más tiempo y reforzar la relación con la persona mayor.
Por lo general, el nuevo amor de los abuelos no deja de ser una nueva alternativa para toda la familia. Puede llegar a ser una gran descarga, comenta el sociólogo berlinés Heribert Engstler. "Una nueva relación de pareja aumenta el estado de ánimo y ofrece nuevas posibilidades de intercambios y de un apoyo diario en el día a día". Los familiares dejarán sus prejuicios de lado si llegan a reconocer que la nueva pareja le hace bien al abuelo o a la abuela.
Lo importante es que haya un diálogo entre todos los miembros de la familia y que cada parte exprese sus necesidades. No se trata de "pedir permiso a la familia, sino de dejarla participiar en lo que a uno le hace feliz", aclara Engstler.
A menudo la persona mayor tiene sentimientos de culpa. Estos son más o menos fuertes dependiendo de la nueva relación y de si el abuelo ha abandonado a la abuela o de si ha enviudado. La nueva relación puede ayudarle a superar este vacío. "No se trata de reemplazar a la pareja anterior. Al contrario, se tiene que hablar abiertamente de todo", agrega Engstler.
El nuevo compañero debería hablar claro sobre los conflictos de lealtad y decir algo así como: "puedo comprender perfectamente que sea difícil para ustedes ver una nueva pareja al lado de su amigo", comenta la psicoterapeuta Franke Tennstedt.
En muchas ocasiones los hijos adultos y los amigos sienten cierta envidia frente a un nuevo amor en la vejez. "Los hijos lo canalizan así porque se les ha roto el esquema de que ya no tienen para sí solos a la persona que se ha quedado viuda", explica Tennstedt. En muchas ocasiones es de una manera inconsciente, pero suele pasar. Y los amigos pueden reaccionar un poco escépticos porque estaban acostumbrados a la pareja anterior, de toda la vida.
El nuevo amor no debería exponer muy demostrativamente su cariño. "Lo importante es que cada uno de ellos conserve su propia identidad y autonomía. Y en caso de que vivan en el mismo lugar no tienen porqué ir a vivir juntos enseguida", aclara Tennstedt.
Antes de dar a conocer la nueva relación, las personas sienten temor: No quieren equivocarse en nada y temen quedar en ridículo delante de la familia. Cuando se acerca el momento del gran encuentro, Tennstedt recomienda no acudir a una fiesta familiar. Lo mejor es preguntar antes a los familiares cuándo lo quieren conocer. No exigirse demasiado ni a sí mismo ni a la familia. Porque la relación de la nueva pareja todavía debe reforzarse.
¿ Y qué se hace, en caso de no encontrar ninguna solución? "Los ancianos deberán sospesar los pros y los contras de la nueva relación", comenta Tennstedt. "Si la nueva pareja representa una gran alegría y da fuerza, uno siempre debería atreverse", concluye.
"Las personas mayores se toman hoy en día las libertades que los jóvenes siempre se han tomado. Esto provoca cierto malestar en su entorno y falta de comprensión por parte de los demás", comenta Hans-Werner Wahl, un experto en vejez de la Universidad de Heidelberg. Las experiencias con una nueva pareja no tienen nada que ver con la imagen tradicional que tienen muchos miembros jóvenes de la familia de un anciano.
Detrás de este comportamiento se esconde una gran inseguridad porque con la nueva amiga del abuelo la relación con los hijos y con los nietos podría cambiar. "En nuestra sociedad no es algo muy común que se tenga que definir de nuevo la relación con los abuelos", dice Wahl. Los parientes deben dedicar más tiempo y reforzar la relación con la persona mayor.
Por lo general, el nuevo amor de los abuelos no deja de ser una nueva alternativa para toda la familia. Puede llegar a ser una gran descarga, comenta el sociólogo berlinés Heribert Engstler. "Una nueva relación de pareja aumenta el estado de ánimo y ofrece nuevas posibilidades de intercambios y de un apoyo diario en el día a día". Los familiares dejarán sus prejuicios de lado si llegan a reconocer que la nueva pareja le hace bien al abuelo o a la abuela.
Lo importante es que haya un diálogo entre todos los miembros de la familia y que cada parte exprese sus necesidades. No se trata de "pedir permiso a la familia, sino de dejarla participiar en lo que a uno le hace feliz", aclara Engstler.
A menudo la persona mayor tiene sentimientos de culpa. Estos son más o menos fuertes dependiendo de la nueva relación y de si el abuelo ha abandonado a la abuela o de si ha enviudado. La nueva relación puede ayudarle a superar este vacío. "No se trata de reemplazar a la pareja anterior. Al contrario, se tiene que hablar abiertamente de todo", agrega Engstler.
El nuevo compañero debería hablar claro sobre los conflictos de lealtad y decir algo así como: "puedo comprender perfectamente que sea difícil para ustedes ver una nueva pareja al lado de su amigo", comenta la psicoterapeuta Franke Tennstedt.
En muchas ocasiones los hijos adultos y los amigos sienten cierta envidia frente a un nuevo amor en la vejez. "Los hijos lo canalizan así porque se les ha roto el esquema de que ya no tienen para sí solos a la persona que se ha quedado viuda", explica Tennstedt. En muchas ocasiones es de una manera inconsciente, pero suele pasar. Y los amigos pueden reaccionar un poco escépticos porque estaban acostumbrados a la pareja anterior, de toda la vida.
El nuevo amor no debería exponer muy demostrativamente su cariño. "Lo importante es que cada uno de ellos conserve su propia identidad y autonomía. Y en caso de que vivan en el mismo lugar no tienen porqué ir a vivir juntos enseguida", aclara Tennstedt.
Antes de dar a conocer la nueva relación, las personas sienten temor: No quieren equivocarse en nada y temen quedar en ridículo delante de la familia. Cuando se acerca el momento del gran encuentro, Tennstedt recomienda no acudir a una fiesta familiar. Lo mejor es preguntar antes a los familiares cuándo lo quieren conocer. No exigirse demasiado ni a sí mismo ni a la familia. Porque la relación de la nueva pareja todavía debe reforzarse.
¿ Y qué se hace, en caso de no encontrar ninguna solución? "Los ancianos deberán sospesar los pros y los contras de la nueva relación", comenta Tennstedt. "Si la nueva pareja representa una gran alegría y da fuerza, uno siempre debería atreverse", concluye.
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