No puede faltar en tu dieta y te reporta numerosos beneficios.¡Conócelos!
No tiene valor nutritivo y nuestro organismo no puede digerirla, pero es necesaria en el proceso digestivo.
La fibra es una sustancia presente en los alimentos de origen vegetal, que aumenta el volumen de las heces, favoreciendo el tránsito intestinal y evitando el estreñimiento, las hemorroides y el cáncer de colon.
Además previene las enfermedades cardiovasculares, al impedir la acumulación de colesterol en las arterias; evita la aparición de diabetes, ya que reduce el nivel de azúcar en la sangre y ayuda a prevenir la caries, al estimular la masticación y la secreción de saliva, ayudando así a mantener los dientes limpios y libres de partículas de alimentos.
La mayoría de los especialistas aconsejan ingerir entre 25 y 40 gramos diarios de fibra, que se alcanza con dos o tres piezas de fruta, dos o tres raciones de verduras y legumbres y tres o cuatro rebanadas de pan integral.
Las mayores cantidades de fibra se encuentran en la harina de salvado, pan, cereales integrales (trigo, centeno, avena, cebada), legumbres (judías, lentejas, guisantes y garbanzos), verduras (coles de bruselas, espárragos, espinacas, acelgas, brécol, judías verdes...) y frutas (naranjas, pomelos, uvas, ciruelas, kiwis y manzanas y peras con piel)
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