Las  personas mayores saludables manejan mejor la privación del sueño que  los adultos jóvenes, pero la somnolencia diurna entre los adultos  mayores no es una parte normal del envejecimiento, señalan los  investigadores. 
 En este estudio, publicado en Journal of the American Geriatrics Society, participaron  once adultos mayores (de 65 a 76 años) y 26 adultos jóvenes (de 18 a  29) que tuvieron tres noches con ocho horas de sueño seguidas luego por  un periodo de 26 horas sin dormir. Durante ese periodo de vigilia, los  participantes del estudio permanecieron sentados en la cama en compañía  de otra persona que los ayudaba a mantenerse despiertos. No se les  permitió que hicieran ejercicio ni que tomaran bebidas con cafeína. 
 Después  del periodo de vigilia, los adultos mayores estaban menos afectados por  la privación del sueño, ya que mostraban tiempos de reacción más  rápidos así como menos lapsus en el rendimiento, prestaban mejor  atención y tenían menos episodios de sueño involuntario que los adultos  jóvenes.
 "Aún  adultos tan saludables como los de nuestro estudio observan un declive  en la calidad y duración del sueño a medida que envejecen. Y con  frecuencia se asume que la somnolencia diurna en los adultos mayores es  el resultado de los cambios típicos en el sueño nocturno como  consecuencia de la edad", dijo en un comunicado de prensa del hospital  Jeanne Duffy, de la división de medicina del sueño del Hospital Brigham  and Women's de Boston. 
 Pero  estos hallazgos muestran que "la somnolencia diurna en los adultos  mayores no se debería atribuir a una consecuencia normal del proceso de  envejecimiento. Sino más bien que podría ser el resultado de varios  factores potenciales, como afecciones médicas crónicas, trastornos del  sueño sin diagnosticar o efectos secundarios de medicamentos que las  personas mayores puedan estar tomando", explicó Duffy. 
 Duffy  dijo que los adultos mayores que se quedan dormidos de forma  involuntaria durante el día o temprano al anochecer deberían ser  examinados por un médico para determinar la causa subyacente de su  somnolencia. 
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