lunes, 6 de febrero de 2012

LOS MIEDOS EN EL ADULTO MAYOR


La soledad, las enfermedades y la disminución de los ingresos son algunos fantasmas que suelen rondar a la gente pasados los 50 años.
Envejecer con éxito exige tres pasos, según el reconocido psicogeriatra de la Universidad de Harvard, George Vaillant: asumir que es necesario cambiar lo que se puede cambiar, mantener la serenidad frente a lo que no se puede modificar y tener la sabiduría para notar la diferencia.
Sin embargo, la imagen negativa que esta sociedad pro-juventud tiene de la vejez, sumado a los problemas con los que a menudo deben lidiar los mayores, hace que a veces se vuelva difícil seguir esa recomendación.
Pero los miedos hay que combatirlos. "Hay que prepararse para ir ampliando y enriqueciendo la vida, no para cerrarla", dice la psicóloga y docente de la Universidad de los Andes, Beatriz Zegers.Aquí van algunas pautas para que, con actitud proactiva, pueda darse el paso hacia la adultez mayor con tranquilidad.

Enfermedad.
La gente suele decir que le gustaría llegar a viejo en "buena forma", pero ¿cuánto se hace para favorecer ese bienestar? La actitud correcta , dicen las psicólogas, es tener responsabilidad por la vida, respetar los controles médicos y prevenir los factores de riesgo de enfermedades crónicas que pueden boicotear el anhelo de una adultez mayor plena. "Es difícil no tener "achaques", pero no por eso debo restringir mi mundo. Puedo cuidar mi dieta y ser creativa para comer", dice Zegers.
Abandono
"Uno no llega a la vejez y abruptamente se queda solo", dice la profesional. "Si he cultivado las amistades y las buenas relaciones con la familia (hijos y hermanos), hay mucha menos probabilidad de terminar solo y de que la familia eventualmente se encargue de uno por real afecto y no por culpa". Por eso ad portas de la tercera edad es esencial empeñarse en mejorar los lazos. Resolver situaciones pendientes y pedir perdón si es necesario. La cualidad esencial a desarrollar es la generosidad y solidaridad, absteniéndose de la constante crítica y el enjuiciamiento.
Pobreza.
Ver reducidos los ingresos y no poder mantener el estándar de vida deprime a muchos. Más allá de la queja por el sistema previsional, es un hecho que hay que enfrentar con planificación, tal como se hizo para la educación de los hijos. Además de guardar con tiempo algunos ahorros, la sugerencia general es tener flexibilidad. Por ejemplo, empezar a desarrollar con antelación intereses y hábitos de entretención o de consumo que no sean tan costosos. Asimismo, estar informados y ser "busquillas", porque descuentos hay.
Cambio físico.
Sufrir por un cuerpo más envejecido tiene que ver con cuánto la apariencia ha sido fuente de valoración y autoestima para uno, dice la psicóloga Carmen Paz Cortés. Una de las tareas de la vejez y de madurar como ser humano es trascender al cuerpo, trabajar la espiritualidad e ir desapegándose de valores transitorios como la belleza o el status socioeconómico. "Además, estas cosas pueden desaparecer en cualquier minuto, no necesariamente con la tercera edad".Por no arrugarse, algunas personas hasta dejan de sonreír, cuando un adulto mayor jovial y lleno de nuevos intereses luce igual de atractivo, agrega.Por eso hay que animarse a descubrir la belleza de quien ha estado satisfecha con su vida, dice Beatriz Zegers.Busquen su nuevo rol en la sociedad y siéntanse valorados por ello.
Fuente: El Mercurio, Emol.

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