domingo, 15 de mayo de 2011

VIDA ACTIVA PARA EL ADULTO MAYOR

La vida social es una actividad ventajosa para el ser humano, pero en especial para el adulto mayor.
A la edad que sea, la soledad es una prisión, una maldición. Y para los mayores, un agravante. La falta de vida social puede ser peligroso para la salud. Las personas sin vida social son más propensas a caer en depresiones, condición que hace a un sistema vulnerable a muchas enfermedades, incluidas enfermedades cardíacas, alcoholismo, diabetes e, incluso, cáncer.
Pero así como la soledad puede agravar la salud de una persona, la vida social puede mejorarla. Un estudio realizado a lo largo de trece años y en 3 mil pacientes mayores, llevó a los científicos a reconocer que las actividades sociales son tan importantes como los ejercicios físicos, si de salud se habla.
Mantener un espíritu social reduce el estrés, ayuda a las personas sentirse necesitadas y estimula la mente. Los estudios más recientes demuestran que los contactos sociales firmes ayudan a crear una protección contra las involuciones mentales que generalmente acarrea la vejez, además puede prolongar hasta dos años el tiempo de vida.
Sólo se requiere algo de esfuerzo y un poco de paciencia para cosechar los primeros frutos de la vida social. Basta con unirse a un grupo comunitario, participar de las actividades de clubs, asistir a la iglesia o cualquier institución religiosa y pronto se verán rodeados de personas que quieren invitarlo a tomar el té o a un juego de cartas.
Cuando las personas mayores disfrutan su tiempo con amigos, olvidan el dolor de espalda o pueden caminar muchas más cuadras que cuando están solos. Cualquier situación parece menos desesperada cuando se está acompañado.

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