miércoles, 25 de mayo de 2011

COMO SE PUEDE AYUDAR A UN ENFERMO TERMINAL


Observa lo fácil que puedes ayudar a un enfermo terminal
Cada día nos enteramos de casos, cercanos a nosotros, donde aparentemente ya no hay nada por hacer.
Quizá un familiar o un amigo,  hospitalizados o en casa,  que están a punto de morir y donde la ciencia no ofrece solución alguna.
La mayoría de nosotros hemos pasado o pasaremos experiencias similares.
¿Y cuántas veces hemos oído esta frase?

“Hay veces en que no se puede ya cambiar el rumbo de las cosas”
¿Será?
En mi experiencia personal eso es falso.

Mi padre murió de cáncer de cerebro y de pulmón hace tres años.
Diario, por tres meses  desde que nos enteramos de su enfermedad y hasta el día de su muerte en su propia cama,  le apliqué energía cinco minutos por día.
Esos cinco minutos eran increíbles. Durante la transmisión de energía y después de ella la cara de mi padre cambiaba: sentía paz.
Te aseguro que mi padre no sintió dolor alguno y prácticamente nunca le faltó el aire. Compramos un tanque de oxígeno, pero no fue necesario su uso.
La calidad de vida con la que murió fue increíble.
Claro que cada día perdía peso y se sentía por momentos verdaderamente mal, pero la energía transformó  toda la situación.
A mi madre también le aplicaba energía. Lo que la ayudó a no desmoronarse: llevaban 40 años de matrimonio.
Ella permaneció fuerte, vivió el dolor, pero prosiguió adelante con mucha fuerza y esperanza.

En otra ocasión mis vecinos, que sabían que me dedicaba a la medicina, me pidieron ayuda.
El señor Arturo,  padre de familia con 2 hijos en secundaria, tenía cáncer de estómago.
Estuve un rato con él, a solas. Este hombre estaba en los huesos, pesaba unos 40 kg y con más de 1.80 m de estatura.
Su rostro se veía sin color, sin brillo; con una mirada vacía y llena de angustia.
Vomitaba muy frecuentemente durante el día. Casi no podía hablar: jadeaba.
Decidí aplicarle energía. Le hice depuración de sangre más local en el estómago, luego  le apliqué al C7 (centro neurológico emocional) y al C3 (centro que gobierna el estómago) y finalmente  C4 (cardiovascular) durante cinco minutos.
Al final me despedí prometiéndole regresar al día siguiente por la noche.

Volví a verlo, como habíamos quedado. Su esposa me abrió la puerta y me comentó que su marido había dormido mejor y se había calmado mucho. Vomitó mucho menos y quería verme. Me había estado esperando todo el día.
Mejor dicho, estuvo esperando la energía todo el día.
Pasé a su habitación, realmente tenía otro color. Le apliqué el tratamiento y me despedí.
Así pasaron algunos días.
Finalmente falleció.
Pero partió de una manera totalmente diferente a la que estaba viviendo. Murió de la mejor manera posible.
IRECA permitió  un contacto no meramente intelectual o emocional sino mucho más profundo. Más allá de palabras.
La Física Moderna dice que en el reino de la energía accedemos a una dimensión donde el tiempo es relativo.
5 Minutos pueden ser para siempre y permanecer presentes todo el día.
Con este tipo de Energía…se genera un contacto con lo más real de uno  y del paciente. En esos momentos uno siente en cada célula y en el corazón una necesidad de agradecer muy grandes, y lo que queda es paz y alegría imposibles de callar.
Cuando cada día nuestro familiar o amigo empeora, uno busca, a veces desesperado, ayuda y soluciones,  pero el momento se acerca,.
¿Crees que ya no hay nada que podamos hacer?
¿Acaso solo los médicos especializados están capacitados para hacer algo?
El paciente, a merced del destino, igual que sus familiares, viendo a los médicos como semidioses y héroes.

¡Es hora de cambiar esa pasividad espantosa!

Si eres de los que dice: ¡Yo no puedo hacer nada! ¡Eso no tiene nada que ver conmigo!.
Entonces quiere decir que no puedes hacer nada con tu vida.

Crecer es hacerse responsable de todos los potenciales y  capacidades que tenemos, desarrollarlos y utilizarlos.
Es también enfrentar esas situaciones siendo útiles  a nosotros y a los demás. No alejándose o solamente lavándose las manos, o enganchándonos en sufrimientos  o negatividades y pasividad.
Es posible estar activo y positivo en esas situaciones.

Es mucho lo que se puede hacer.
Lo he constatado durante los últimos 15 años que aplico energía con la técnica de IRECA.

  • Es posible cambiar la situación de desesperanza en algo diferente.
  • Es necesario ayudar al enfermo de una manera palpable y real y no solo con palabras y emociones, que seguramente en ciertos momentos pueden ser útiles.
  • El enfermo necesita mucho más que palabras, necesita energía, algo que verdaderamente  calme su mente y su cuerpo y le dé ese alimento sutil que lo contactará con su realidad energética y eterna.

El diagnóstico ya está, entonces… ¿Cómo hacemos para que este momento se transforme?
¿Solo cinco minutos diarios pueden cambiar todo el ambiente y toda la situación?
Tú puedes aprender esta técnica en un par de días.
Abre los ojos.
El potencial ya lo traes y la capacidad la puedes desarrollar más pronto de lo que imaginas.

No hay comentarios: