martes, 18 de enero de 2011

PON EN PRACTICA LA MEMORIA

• Percy: 70 años, acaba de terminar una Maestría en Gobernabilidad. Jorge, 70 años, no logra recordar fechas ni nombres importantes.
• Carla: 75 años, hace crucigramas diariamente. Claudia, 71 años, le resulta difícil recordar rutas y caminos para movilizarse.
• Percy y Carla son personas que mantienen ágil y en constante entrenamiento su memoria, lo cual los ayuda a evocar información de manera eficaz.

Cuando la memoria falla se hiere la autoestima y se despiertan múltiples temores infundados. ¿Tendré un problema neurológico? ¿Será el comienzo de Alzheimer? Siempre debemos estar atentos y chequearnos, pero muchos de estos olvidos no se producen por una causa grave, sino debido a una falta de ejercicio de la memoria.
El uso de la memoria en la vida actual ha cambiado, la modernidad nos ha vuelto adeptos a comodidades que nos hacen dejar de ejercitarla, como por ejemplo el uso del celular. Antes de la llegada del celular almacenábamos en nuestra memoria los números de casa, de los hijos, los hermanos y algunos amigos… Y ahora, haga la prueba. ¿Cuántos números telefónicos sabe usted de memoria?
La memoria es como un músculo, se ve debilitada si uno no la cuida y ejercita. Es necesario cambiar el viejo mito de que cuando envejecemos es normal perder la memoria y que no se puede hacer nada al respecto. Investigadores del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA), perteneciente a los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos de Norteamérica (NIH) revelan que la falla de la memoria no tiene por qué empeorar al envejecer. Dichas investigaciones aseguran que mantener activa nuestra memoria es la mejor arma para prevenir la pérdida de esta preciada función humana. Mantener la mente activa es la clave para lograr un buen funcionamiento general del cerebro.
Los recuerdos se forman en tres etapas: el registro (ingreso de información por medio de los sentidos), almacenamiento (cuando se fija y archiva en la memoria el recuerdo) y reproducción o evocación (cuando se busca en la mente la información que se necesita). Las alteraciones pueden estar presentes en cualquiera de estas etapas del proceso, por ello es importante estimular los sentidos, la memorización, propiamente, a través de asociaciones y ejercicios de evocación.

¿Qué puede hacer concretamente para mantenerla en forma?

  • Utilice agendas y listas
  • Haga asociaciones mentales
  • Realice el recorrido mental del día
  • Esfuércese por aprender datos de memoria
  • Juegue con su memoria
  • Haga crucigramas, palabras cruzadas
  • Lea
  • Retome los estudios
  • Haga acrósticos
  • Aprenda canciones o poesías de memoria

Entrenar la memoria da grandes beneficios: se estimulan las actividades mentales adormecidas, mejora nuestra capacidad intelectual para el desenvolvimiento cotidiano, previene posibles disfunciones, nos ayuda a sentirnos más seguros e interrelacionarnos mejor con los demás.

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