La diabetes es la sexta causa de muerte en los Estados Unidos. Es una enfermedad crónica que se caracteriza por niveles altos persistentes de glucosa (azúcar) en la sangre. Se estima que el 6% del total de la población en los Estados Unidos ha sido diagnósticada con diabetes, y que el número de casos se está incrementando rápidamente. Datos recientes del CDC estiman que uno de cada tres niños nacidos en los Estados Unidos será diabético cuando adulto.
Desafortunadamente, los latinos tenemos un mayor número de casos de diabetes en comparación con la población blanca. Algunos estudios han identificado que los afroamericanos y latinos tienen entre 1.2 y 2.2 veces más riesgo de tener diabetes que las personas blancas.
Para explicar la relación de la diabetes y la enfermedad del VIH es necesario comprender a fondo porqué y cómo ocurre el fenómeno de aumento de la glucosa (azúcar) en la sangre. El primer concepto que tenemos que entender es que la glucosa es la fuente primordial de energía de nuestro organismo. La mayoría de la energía que nuestro cuerpo necesita para funcionar proviene de la glucosa. Nuestro cuerpo transforma a los carbohidratos en glucosa. Los carbohidratos principales en nuestra dieta son los almidones y los azúcares. Pero recuerden que tenemos también como nutrientes de nuestro organismo a las grasas y las proteínas.
Cuando comemos pan o tortillas (almidones) nuestro sistema digestivo los transforma en partículas muy pequeñitas (moléculas de glucosa) y estas partículas pequeñas son absorbidas en nuestros intestinos y así pasan a la sangre. De la sangre son distribuidas a todos los organos de nuestro cuerpo para dar la energía que necesitamos para respirar, caminar, pensar, etc. Lo mismo ocurre cuando comenos cosas dulces como frutas, jaleas y bebidas azucaradas.
Los carbohidratos como los almidones (panes, arroz, papas, etc) son transformados por nuestro cuerpo en glucosa, la cual podemos usar como fuente de energía.
La glucosa para generar energía debe entrar en la célula. Ya en la célula tiene que pasar por un proceso de combustión que genera las calorías que necesita nuestro organismo. Imagínense el azúcar o la glucosa como la gasolina para nuestro automóvil. Algo interesante es que la glucosa necesita un medio de transporte para entrar a la célula, y este medio de transporte lo proporciona la insulina.
La insulina es producida por el páncreas. Imagínense a la insulina como el camión que transporta el azúcar de la sangre al interior de las células para que sea procesada y así el cuerpo funcione. Imagínense también que el paso de ese camión (de la sangre al interior de la célula) debe ser a través de un túnel (punto de entrada) que es especial en tamaño y forma para que el camión (la insulina) traiga su gasolina (glucosa) al interior de la célula sin problema. Vean la ilustración 1.
Ahora bien, hay varias razones por las que un individuo tiene diabetes o exceso de azúcar en la sangre:
- falta de insulina porque el páncreas no la produce (no hay camiones por que la fabrica que los produce no está funcionan bien), conocida como diabetes juvenil o Tipo 1.
- El páncreas produce insulina pero ésta no funciona apropiadamente y no puede entrar en la célula (camiones descompuestos). Ésto se conoce como diabetes mellitus o Tipo 2.
- El punto de entrada de la insulina en la célula no funciona bien (el túnel no está suficientemente abierto en la célula). Esto es también diabetes mellitus o Tipo 2.
También existe una condición conocida como resistencia a la insulina, donde el punto de entrada de la insulina a la célula (túnel) ha disminuido en tamaño o bien, a cambiado de forma, y por lo tanto dificulta que la insulina entre al interior de la célula. Usando nuestra analogía, el camión (la insulina) con la gasolina (la glucosa) tiene dificultad pasando por el túnel (punto de entrada célular) y entregando la gasolina (la glucosa) a nuetras células. Este tipo de fenómeno muchas veces precede a la diabetes Tipo 2.
Hasta la fecha no se conoce con exactitud que causa la diabetes o bien que provoca que el páncreas no produzca en calidad y cantidad la insulina que necesita un organismo. Lo que sí sabemos es que es hereditaria. Si nuestros padres tienen diabetes nosotros tenemos un riesgo mayor de ser diabéticos. También sabemos que existen otros factores que empeoran ese riesgo: obesidad, vida sedentaria, uso de alcohol y nutrición inadecuada (por ejemplo: exceso de carbohidratos en nuetra dieta).
Ha sido identificado que aún con un alto riesgo hereditario de padecer diabetes es posible disminuir ese riesgo si mantenemos un peso estable, evitamos la obesidad, practicamos ejercicio físico en forma constante y evitando el exceso de carbohidratos en nuestros alimentos (bebidas gaseosas azucaradas, postres, etc).
Asímismo, se reconoce que al tener resistencia a la insulina o diabetes aumentan las probabilidades de complicaciones cardiovasculares por la aparición de trombos (émbolos o bloqueos) en la sangre, alteraciones de las grasas en la sangre (colesterol y triglicéridos) y aumento de la presión arterial.
¿Qué ocurre cuando tenemos VIH y estamos tomando algunos de los medicamentos que controlan el virus y que sabemos que pueden producir diabetes? Lo más importante es no dejar que el pánico nos paralize. Es cierto que algunos de los inhibidores de la proteasa tiene como efecto secundario adverso el desarrollo de resistencia a la insulina en casi el 40% de las personas que toman inhibidores de la proteasa. Sin embargo, la proporción de individuos que pasarán de esta condición de resistencia a la insulina (causada por las medicinas) a diabetes en sí es desconocida.
Lo que sí sabemos es que si uno ya tiene los factores tradicionales para diabetes mellitus ( padres diabéticos, obesidad, etc.) podrían estar a un riesgo más alto que otros individuos que no tienen esos riesgos. Pero es importante notar que en personas con VIH la aparición de complicaciones cardiovasculares debido a alteraciones del metabolismo de la glucosa todavía no se conoce muy bien y es aún tema de controversia.
De acuerdo a las guías de manejo clínico de complicaciones metabólicas de la Sociedad Internacional de SIDA publicadas en noviembre de 2002, se establece que el inicio de terapia antirretroviral que incluya un inhibidor de la proteasa podría inducir o acelerar las anormalidades pre-existentes del metabolismo de la glucosa en nuestro cuerpo. Por esto se recomienda que antes de iniciar tratamiento antirretroviral que incluya un inhibidor de la proteasa se debe determinar los niveles de azúcar en la sangre en ayuno. Y también durante el tratamiento, de 3 a 6 meses después de empezar y anualmente.
Además de determinar la cantidad de azúcar en la sangre en ayuna, es necesario otro tipo de análisis de laboratorio que consiste del tomar una dosis oral de azúcar (75 gramos) en ayuna y determinar como los niveles de glucosa en la sangre van disminuyendo. Este estudio se llama curva de tolerancia a la glucosa. El resultado normal es que a las dos horas después de tomar el azúcar los niveles disminuyan a 120 mg/dL (dL = decilitro de sangre) de sangre o menos. Este estudio se recomienda en aquellos individuos con los riesgos tradicionales de diabetes mellitus o con severos cambios morfológicos del cuerpo como lipodistrofia.
Se hace el diagnóstico de diabetes mellitus si los niveles de azúcar en la sangre en ayuno son de más de 126mg/dL o si la curva de tolerancia es de 200 mg/dL dos horas después de la administración oral de glucosa. Se dice que la persona tiene alteraciones del metabolismo de la glucosa cuando los niveles de azúcar son de más de 140 mg/dL dos horas después de la toma de azucar.
¿Y que hay en cuanto a tratamiento y manejo de esta condición? La medicina está muy avanzada en el control de esta alteración del metabolismo. Ya existen las pautas terapéuticas para evitar las complicaciones a largo plazo que trae la diabetes como la retinitis (que puede llevar a la ceguera), el fallo renal y la enfermedad cardiovascular. Lo más importante que debemos de tener en cuenta es que el éxito de cualquier intervención preventiva o terapéutica depende de la actitud de la persona. Esto quiere decir que los cambios en el estilo de vida como cambios en la dieta (evitando carbohidratos excesivos en nuestra dieta), aumentando la actividad física (ejercicio progresivo bajo observación médica) y el control de peso son los factores más importantes en el manejo a largo plazo de la diabetes y la resistencia a la insulina.
Finalmente, no hay que descartar el uso de los inhibidores de la proteasa en el tratamiento del VIH, si bien es cierto que estos medicamentos traen consigo varios riesgos de efectos secundarios adversos, también es cierto que estos medicamentos, en combinación con otros, son parte de la razón por que estamos viviendo con VIH por periodos más largos de sobrevivencia.
Glosario |
almidones: los almidones más comunes en nuestra dieta son los panes, tortillas, arroz, pastas, y las papas y otros tubérculos como la yuca, la yautía y la batata. calorías: unidades de energía carbohidratos: azucares y almidones que consuminos, estos son transformados en glucosa por nuestro cuerpo curva de tolerancia a la glucosa: análisis de laboratorio que mide como los niveles de glucosa en la sangre van disminuyendo diabetes: niveles altos y persistentes de glucosa (azúcar) en la sangre glucosa: azucar simple que el cuerpo transforma en energía resistencia a la insulina: dificultad de la insulina a entrar al interior de las células trombos: son tapones de grasa y otras substancias que bloquean el paso de la sangre |
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