Los azúcares artificiales (como el aspartamo, el ciclamato y la sacarina) y el azúcar blanco común, procesado con químicos, son productos que ofrecen escaso valor nutritivo. | |
Además, pueden representar un peligro para la salud. De allí que muchas personas prefieran sustituirlos poropciones naturales como el estevia, el jarabe de arce, las maltas entre otros; éstos son los llamados edulcorantes naturales que permiten endulzar y, a la vez, aportan vitaminas y minerales al organismo.
En la actualidad, los productos alimenticios procesados industrialmente incorporan azúcar blanca refinada y azúcares artificiales no sólo a los helados, galletas y otras golosinas sino también al pan, alimentos enlatados, las salsas entre otros.
Este exceso de azúcar en los alimentos puede causar, con el tiempo, diferentes enfermedades como la diabetes y obesidad y otras patologías de diversa gravedad.
En la mayoría de los casos son productos muy purificados y cristalizados que sólo contienen calorías vacías. Además, algunos de ellos, requieren, para digerirse, de minerales alcalinos como calcio y magnesio que obtienen de los huesos lo que conlleva el riesgo de sufrir de osteoporosis y hasta de caries dental por su acidez.
Además, en su procesamiento, se ha utilizado químicos que aún no se sabe con exactitud en qué forma pueden intervenir y afectar nuestra salud.
Si no se desea abandonar el sabor dulce, existen otras opciones naturales que son nutritivos y, a la vez, saludables (siempre sin caer en excesos). A continuación se presentan algunos ejemplos de edulcorantes naturales.
El azúcar crudo de caña Éste es extraído de forma natural de la caña de azúcar (sin químicos ni refinación) y contiene minerales como calcio, hierro, fósforo entre otros y vitaminas como A, B1, B2, B6, E.
Fructosa Este tipo de azúcar se encuentra en los frutos frescos y en casi todas las verduras. La fructuosa es de fácil digestión y aporta una fuente rápida de energía nutritiva. Sin embargo, no se recomienda tomarlo en grandes dosis, ya que, según estudios, puede aumentar el colesterol.
Miel La miel es una opción saludable para endulzar, ya que contiene vitaminas, minerales, aminoácidos libres, proteínas y sustancias aromáticas. Sin embargo, en comparación con el azúcar contiene casi el doble de dulce. Por ello, se recomienda consumirla en pequeñas cantidades.
Sirope de arce Este sirope se obtiene de la savia de una variedad de arce y contiene valiosos minerales como hierro, calcio, potasio entre otros que ayudan a la digestión. Es importante señalar que éste aporta menos calorías que el azúcar y la miel, y además es más fácil de digerir que los azúcares de caña y de remolacha. Su PH de acidez no representa un peligro para el esmalte dental.
Estevia Esta es una planta originaria de Paraguay y aunque es más dulce que el azúcar apenas tiene calorías y es bien tolerado por los diabéticos, ya que contiene un principio activo, el esteviósido, el cual actúa sobre las células del páncreas, haciendo que se secrete insulina en forma significativa lo cual no afecta los niveles de azúcar en sangre.
Además de esta propiedad curativa, el estevia ofrece otros grandes beneficios para la salud como los siguientes:
- Combate las bacterias como la candida albicans que se encuentran en la mucosa bucal y en la vagina.
- Mejora el metabolismo en general e incluso promueve la absorción de grasas lo que facilita la pérdida de peso.
- Ayuda en el proceso digestivo y regula la acides estomacal.
- Combate, si se aplica de forma externa, las arrugas y manchas y promueve una rápida cicatrización de la piel.
- Regula los latidos del corazon y ayuda a bajar la tensión arterial elevada.
Las maltas Otra alternativa para el endulzamiento natural son las maltas tanto de trigo como de arroz o cebada. Éstas contienen muchos nutrientes (proteínas y minerales) y el proceso que encierra el malteado es natural, ya que se espera su germinación para triturar los brotes, se deja fermentar en agua y luego que se espesen. De esta forma, parte de sus hidratos de carbono se convierten en maltosa la cual está compuesta por glucosa. Sin embargo, es necesario, al elaborarlos, que no queden con restos de plaguicidas.
Las frutas desecadas Desde hace miles de años en el Medio Oriente se ha desecado al aire libre o al Sol las frutas aunque en la actualidad también se puede realizar este proceso en los hornos. Al eliminar el líquido, se potencia su sabor azucarado.
Se recomienda consumir pequeñas cantidades a diario. Algunos ejemplos de frutas desecadas son las pasas, piñas, higos secos, mangos y arándanos. Esta última posee incluso aplicaciones curativas, ya que ayudan a aliviar las diarreas y las infecciones urinarias como la cistitis.
Resulta conveniente realizar el proceso de desecado en casa o adquirirlo en comercios ecológicos, ya que si se adquieren de forma tradicional, pueden que las frutas están impregnadas de conservante, el dióxido de azufre (E-220) y hasta contengan restos de plaguicidas agrícolas.
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