En los países desarrollados, ha descendido el índice de mortalidad a todas las edades, por los recursos médicos, el desarrollo social, aumentando notoriamente la esperanza de vida.
En los próximos años continuará el incremento de adultos mayores en el mundo.
Este crecimiento de la población en el año 2000, todo el mundo tuvo un 13% de personas de 75 años y más.
¿Nos espera un mundo de viejos ?
Aceptemos el desafío y enfrentemos sus características, problemas y busquemos las soluciones.
Esta edad es el destino de todos, ya no es el destino de titánicos sobrevivientes bien dotados genéticamente, sino que la tecnología médica alimentaria e higiénica nos ha prolongado la vida.
La sexualidad es una de las dimensiones más ricas de la vida a esta edad, contradiciendo el prejuicio más recurrido de nuestro tiempo.
La sexualidad del niño y del anciano fueron siempre negadas por su desvinculación con la función reproductiva, única aceptable como legítima por corrientes tradicionales, negadoras de la función erótica.
El envejecimiento de la población mundial plantea la necesidad del estudio de todas las actividades que mejoren la calidad de vida del anciano.
Los recursos gerontológicos actuales permiten junto a los de la Sexología:
1.- Redimensionar la Sexualidad del anciano hacia una revalorización de su función erótica y placentera.
2.- Promover programas de Educación en Sexualidad y Afectividad tanto del anciano como de la sociedad, haciendo hincapié en los derechos sexuales de los ancianos.
3.- Ampliar las expectativas de aprendizaje de los ancianos en Sexualidad, Afectividad, Autocuidado, Mutuocuidado.
¿ Es problemática la sexualidad del anciano ?
Los temas problemáticos de la sexualidad del anciano son los referidos a:
1.- La menopausia y la Andropausia
2.- Cambios psicofisiológicos
3.- La pareja y la viudez
4.- Las enfermedades
5.- La terapéutica y la iatrogenia
6.- La regresión sexual del anciano
La Pareja y la Viudez
La importancia de la pareja en esta edad nunca será suficientemente destacada, hay diferencias entre el hombre y la mujer
El anciano sin pareja mantiene más o menos las mismas pautas de interés y actividad sexual que el casado.
La mujer viuda o soltera posee una insignificante actividad sexual frente a la anciana casada de igual edad.
Pfeiffer, en la Universidad de Carolina del Norte, realizó un completo y exhaustivo estudio, con 762 ancianos en el que se demostró:
1.- Los ancianos varones sanos tenían el mismo interés sexual en un 80% del grupo, al principio del estudio y 10 años más tarde. Las ancianas sanas sólo tenían interés sexual en un 23% y tampoco se modificaba 10 años más tarde.
En cuanto a actividad sexual, los varones la mantenían en un 70% al principio descendiendo a 25% 10 años más tarde. En cambio, las ancianas sanas sólo tenían actividad en un 20%, y a los 10 años, mantenían idéntico porcentaje de actividad.
Esto demuestra lo ya señalado por Kinsey y col. de que la actividad sexual del varón declina gradualmente, no así la de la mujer, a menos que quede viuda.
Sexualidad en el Adulto Mayor
La mujer debe prepararse a vivir en viudez los últimos años de su vida.
La población de ancianos presenta la característica de que, a mayor edad, hay más mujeres y menos hombres.
Mientras el 82% de los hombres está casado solo el 30% de las ancianas tiene un compañero.
El 61% de las mujeres de más de 65 años no tienen pareja.
La sexualidad del anciano con pareja es completamente diferente de la de aquel que no la tiene, es más difícil para un anciano conseguir una pareja circunstancial que para un joven, para una mujer es mayor aún la dificultad.
La capacidad de amar se conserva hasta la muerte y no sufre mengua con los años.
Si por enamorarse se entiende experimentar una intensa emoción afectiva, la capacidad de sentirse enamorado está conservada en todas las edades.
Existen muchos prejuicios al respecto:
Los ancianos ya no son capaces de enamorarse.
El casamiento de los ancianos es abominable.
Los ancianos casados buscan más el afecto que el placer.
Da igual que el anciano sea viudo, soltero, divorciado, o casado.
Los ancianos se vuelven a casar por interés, no por amor.
El anciano necesita más un compañero que una amante.
Sexualidad en el Adulto Mayor
LA REGRESION SEXUAL DEL ANCIANO
Los mitos sobre este punto siempre van referidos al varón añoso, no a la mujer.
Los más utilizados son:
1.-Toda actividad sexual del anciano es perversa
2.-El comportamiento sexual del anciano es siempre regresivo
3.-Aumentan los delitos sexuales en los ancianos
Sexualidad en el Adulto Mayor
Los fenómenos sexuales y agresivos del anciano no pueden ser separados de los fenómenos físicos y culturales del envejecimiento, así como tampoco se pueden separar de los cambios en el sistema de defensa y en otros aspectos del funcionamiento psíquico del anciano.
En la medida en que el anciano sea capaz de tolerar los cambios físicos y emocionales de la regresión, define con ello lo que se llama un envejecimiento feliz.
Esta regresión es gradual y lenta, cuando el viejo habla de su cuerpo, está hablando de su sexualidad pregenital.
No siempre la sexualidad del anciano es regresiva
Sexualidad en el Adulto Mayor
EL VALOR DE LOS RECUERDOS.
Hay dos mitos al respecto de los recuerdos sexuales del anciano:
1.-Los ancianos no desean hablar de temas sexuales
2.-Los recuerdos de éxitos sexuales pasados son poco frecuentes e inútiles en los mayores.
Los recuerdos o el discurso del pasado, las reminiscencias o las memorias de ancianos, cumplen con una importante función reforzadora de la autoestima.
El hecho de ser respetado por lo que se era, “Fui algo y merezco consideración, respeto, agradecimiento y veneración”
LA PAREJA EN LA TERCERA EDAD
PAREJA: “Relación estable socialmente aceptada en la que se procrea, se cohabita y existe un cierto grado de cooperación económica.”
No es posible estudiar a la pareja en la tercera edad sin considerar las diferencias entre los grupos etarios de preancianos, de 65-74 años y de 75 y más años. En ese orden, crece progresivamente el porcentaje de viudez y decrece el de casados.
Hay más mujeres viudas que casadas desde los 65 años. (48% de viudas.) Las viudas constituyen una de cada tres casadas en la preancianidad, por cada 3 casadas en el grupo de 65-75 años , y 3 por cada casada a los 75 años y más.
Sin embargo, hay más hombres casados que viudos en la tercera edad. (11 % de viudos). Los hombres viudos mantienen una relación de 1 a 5 con las mujeres viudas de todo el período de mayores de 65 años.
Hay un 53% de personas casadas con más de 65 años, un 81% de los varones y un 34% de las mujeres, 2,5 hombres casados por cada mujer casada.
De las parejas casadas, el 60% viven solos, sin los hijos, el 20% viven con hijos solteros y el 20% restante, con hijos casados.
Características de la pareja de ancianos.
Cada pareja de ancianos presenta particularidades propias de toda una vida en común, con sus peripecias, crisis y cambios, bien o mal resueltos. Toda la historicidad de cada uno de sus integrantes, enriquece la trama de esa unidad social primaria bipolar de la pareja.
Los patrones de interacción están operantes en sus múltiples combinaciones, que motivan , condicionan y normatizan las actividades, actitudes y roles de cada uno de los integrantes en el cumplimiento de las expectativas a lo largo de la relación conyugal.
Características de las parejas de acuerdo con la edad:
Jóvenes Añosas
Miran al futuro Miran al pasado
Inexperiencia Experiencia
Tienen tiempo Tienen tiempo
Sin hijos Sin hijos, nido vacío
Comienzo de la vida Culminación de la vida
Etapa de la construcción Interiorización
Más vigor físico Menos vigor físico
Más romántica Más integrada
Más idealistas Más realistas
Más espontáneos Más comedidos
Características:
Más informales Más formales
Menos prejuicios Más prejuicios
Menos sabiduría Más sabiduría
Más experiencia actual, Más experiencia de la vida
Menos fieles Más fieles
Mucho compañerismo Igual
Sexualidad más coital Sex. menos coital
Sexual. más elemental Sex.más completa.
Sexualidad en el Adulto Mayor
FORMAS DE AJUSTE DE LA PAREJA AñOSA
Reichard describe distintas formas de ajustarse a la vejez; la pareja también tiene diversos grados de ajuste de diferente eficacia.
Para esta evaluación han de tenerse en cuenta.
1.-La historia de cada uno.
2.-El grado de comunicación logrado
3.- En nivel de realización personal y en pareja
4.- La riqueza de los proyectos alcanzados y el modo de resolución de los conflictos infantiles, adultos, la crisis de la edad media de la vida, el climaterio, la convivencia, los cambios de roles etc.
TIPOS DE PAREJAS MÁS COMUNES:
Parejas simbióticas o empastadas: Es frecuente la aparición de una simbiosis propia de la vejez, de una interdependencia mutua, complementaria o suplementaria, adoptando un modo de existir en que es imposible la prescindencia del otro. “ Se convierten en uña y carne”.
Son parejas que se caracterizan por tres elementos:
a)pocas relaciones con los demás.
b)escasa gratificación de la relación.
c)mantenimiento del vínculo por la mutua explotación de las ansiedades.
El duelo por la falta de uno suele ser imposible para el otro.
Parejas defensivas o paranoides o blindadas: Viven solos, sin hijos y a la defensiva del medio que los rodea. Mantienen la distancia usan como pretexto la independencia, desconfían de los demás. No se integran al medio, ahorran, temen por el futuro y por la seguridad del pago de la jubilación o pensión. La falta de uno puede ser liberadora para el otro.
Parejas dependientes: Viven con sus hijos y de los hijos. Aceptan la dependencia cómoda y resignada de sus familiares y del estado o instituciones. Renuncian a administrar el hogar o a preservar su intimidad, son compañeros de habitación, en que lo sexual es prescindible. Son pasivos, afables, gravosos por la exigencia constante a que están sometidos los demás. La falta de uno de los dos es fácilmente reparada por el viudo.
Parejas Disociadas: Uno de los dos conserva una movilidad social, roles y proyectos no compartidos por el otro, que es dependiente y pasivo. Típica de la pareja en que uno fue maestro, médico, ejecutivo, enfermera, que continúa una vida descompasada desde la juventud, que pensaban ajustar en la vejez. La pérdida de uno de ellos suele provocar un duelo patológico en el activo y un duelo normal en el pasivo.
Parejas románticas:Viven una atmósfera apasionamiento, franqueza constante, intimidad y total interdependencia , posible solo cuando llegaron a la vejez y se desprendieron de los hijos, pues en la juventud debieron utilizar otro modelo de relación para conservar el vínculo. Se complementan, ausencia de temores, creación de un mundo propio, secretos , significados, intimidades. Se juramentan amor eterno y muerte simultánea.
Parejas integradas: Han logrado resolver satisfactoriamente sus conflictos personales y de pareja en la adultez joven, e iniciado el reencuentro en la preancianidad. La pareja está cimentada en el amor como situación lograda por el diálogo constante, cada uno asume al otro tal cual es, pero vivido como amigo admirado y atractivo, con quién se asocia para realizar su proyecto personal en el marco de un proyecto común. La relación es dinámica, fecunda, más por ser libre, voluntaria y exclusiva, para abrirse al mundo en una trascendencia generosa y feliz. La tercera edad constituye para la pareja un campo vivencial que otorga un contexto privilegiado para quién individualmente ha logrado un buen envejecer por el logro de la completud o individuación. La falta de uno de ellos es motivo de un duelo normal, ya que la capacidad de reparatoria de cada uno está intacta.
PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA PAREJA EN LA TERCERA EDAD.
Las familias extensas, la familia bigeneracional, o nuclear. ¿Dónde tiene cabida el anciano?
Equipo familiar de producción, en el que participan todos.
En esta era industrial, predominan los ancianos viviendo solos, manteniendo una intimidad a distancia con los suyos, con el respeto y la autoridad que cada cual sepa ganarse.
En la era que vivimos, la pareja de ancianos muy probablemente convivirá en una diversidad de formas que hará muy compleja la ecología social, pero que asegurará sin duda la vigencia de valores que anulen la discriminación y marginación actual del anciano.
Terapia conyugal en la tercera edad.
El anciano tiene derecho, al igual que las parejas jóvenes, a redimensionar el vínculo amoroso y social del matrimonio, mediante los recursos de la terapia sexual, así como las medidas de gerocultura, aprendizaje, educación y resocialización.
Abordar la pareja de ancianos como una unidad para la reelaboración de un nuevo compromiso, que contemple las cambiantes necesidades y exigencias que les plantea la realidad propia de su edad.
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