jueves, 27 de agosto de 2009

DE TRES A SEIS HORAS PARA VIVIR O MORIR

En un ataque cerebral o derrame, cada minuto perdido es cerebro perdido definitivamente y en un ataque cardíaco cada minuto perdido es corazón perdido. De manera que, si usted sufre un ataque cerebral o cardíaco, recuerde que el tiempo es indispensable, tiene sólo tres o seis horas para poder recuperarse sin que le queden secuelas y sobre todo para salvar su vida”, afirmó hoy el médico cardiólogo Walter Mogrovejo Ramos, Director del Instituto Neuro Cardiovascular de las Américas, INCA.

Mogrovejo Ramos refirió que muchas personas ignoran la importancia del factor tiempo y, cuando, lo que deben saber es que, después de un ataque cardiaco o cerebral, no todo está perdido. “Es necesario saber reconocer las señales de alarma para poder aplicarle el tratamiento oportuno y lograr su satisfactoria recuperación. Si lo hacen en forma tardía, por muchos esfuerzos que se hagan, los resultados pueden ser estériles”, expresó.

“La chance que Dios nos da después de instalado el ataque cerebral o cardiaco para recuperar cerebro y corazón es muy corta: tres horas para el cerebro y seis horas para el corazón (es lo que científicamente esta demostrado). Si en la población queda grabado este mensaje disminuiríamos la mortalidad”, comentó el cardiólogo intervensionista

Precisó que de acuerdo a la casuística cardiaca a nivel mundial, si el paciente sufre un infarto en plena vía pública las probabilidades de muerte son de un 70%, si llega a una clínica que cuenta con un desfibrilador funcionando, las probabilidades de muerte se reducen a un 50%; si ésta clínica cuenta con una unidad coronaria donde hay médicos cardiólogos que tratan al paciente en la unidad coronaria, las posibilidades de muerte se reducen a un 30%.

“Si en la unidad coronaria se le aplica una sustancia llamada trombolíticos que diluyen o licuan el coagulo causante del infarto, las probabilidades de muerte se reducen del 12 al 17%, si a este paciente en lugar de aplicarle la sustancia trombolítica se le aplica la angioplastía coronaria, las probabilidades de muerte se reducen a un 6%”, detalló el director del primer hospital dedicado al tratamiento del corazón que funciona en un edificio de 7 pisos y dos sótanos en la Avenida 28 de Julio Nº 1327, distrito de Miraflores, Lima.

Finalmente, Mogrovejo Ramos destacó la importancia de la prevención de la enfermedad. “Por ejemplo, refirió, aquí en el Instituto INCA requerimos de sólo cinco latidos cardiacos para saber si el paciente tiene o no la enfermedad y además si tiene riesgo de ataque cardiaco o cerebral. Los multidetectores de rayos X con los que cuenta nuestra institución necesitan muy poco tiempo para tener un diagnóstico. En seis o siete segundo podemos saber si el paciente tiene riesgo de sufrir la enfermedad y por consecuencia de salvarle la vida” puntualizó.

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