domingo, 29 de enero de 2012

PARA EL ADULTO MAYOR

Las personas necesitamos menos horas de sueño cuando entramos en la tercera edad, aunque los expertos afirman que no existen reglas de oro al respecto : todo depende de cada persona y como se acostumbre su organismo.
Es la calidad de sueño más que la cantidad lo que determina cómo te sientes al levantarte, una noche larga con el sueño muy interrumpido es peor que una noche mas corta en la que logras un sueño profundo y refrescante.
Lo peor es la preocupación que nos acompaña a las noches en vela, en la madrugada a veces uno queda rendido, y sin embargo el día después no ha resultado ser tan malo como uno creia, aunque sí un poco irreal.
Y la noche siguiente es absolutamente… mágica!
Pero aquellas horas en las que aquellos pensamientos escondidos que normalmente enterramos flotan a la superficie de nuestra mente fuera de nuestro control, y cuando las responsabilidades del día siguiente espantan nuestra conciencia parcial, puede ser como un presagio del Infierno (o de una noche absolutamente catastrófica.
Recomendaciones para dormir relajadamente:
La cama debe ser dura y cómoda y, según la filosofía china del feng shui, debería estar orientada hacia el norte.
Las almohadas no deben ser demasiado gordas o duras, y la ropa de cama no debe abrigar demasiado, ni producir demasiado calor.
Si usted se coloca pijama, esta no debe ser ni restrictiva (en cuanto a tus movimientos) ni voluminosa, y su matrerial debe ser suave o que no pique.
El cuarto debe contar con una ventilación adecuada, debe ser oscuro y lo más silencioso posible.
Debe haber un mínimo de aparatos electrónicos en el dormitorio, y aparte ojalá que existan matas tipo cactus que puedan recibir las energías de esos aparatos.
Debes tener un vaso de agua a mano durante la noche, por si algún incidente respiratorio se presenta, para tomar una pastilla, etc.
Unas gotitas de aceite de lavanda en la almohada antes de dormir pueden ayudarte a relajarte, es algo que no se siente y si tiene efectos especiales sobre el sueño.
Otras cosas que ayudan a la relajación antes de acostarse son un baño caliente, y una infusión o unas gotas de valeriana.
Hacer ejercicio durante el día y evitar ir a la cama demasiado pronto también ayuda a dormir bien.
No es aconsejable cenar tan tarde y tampoco lo es acostarse al segundo de haber comido.
Es bueno tener una libreta de apuntes al lado de la cama para apuntar pensamientos, experiencias, citas del día siguiente o cualquier otra ocurrencia.
Tomar nota de los hechos del día ayuda a reducir los niveles de estrés que, si no, los puedes terminar trasladando contigo a la cama.

No hay comentarios: