viernes, 24 de junio de 2011

DIABETES TIPO 2

Prevención de la Diabetes Tipo 2

¿Qué es la diabetes tipo 2?

La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa en la sangre (azúcar en la sangre) están por encima de los valores normales. A las personas con diabetes les cuesta trabajo convertir los alimentos en energía. Después de una comida, los alimentos se descomponen para producir un azúcar llamado glucosa, que es transportado por la sangre a las células de todo el cuerpo. Las células utilizan una hormona llamada insulina, que se produce en el páncreas, para convertir la glucosa de la sangre en energía.
Las personas presentan diabetes tipo 2 cuando las células de los músculos, el hígado y los tejidos de grasa no usan la insulina de manera adecuada. Llega un momento en que el páncreas no puede producir suficiente insulina para satisfacer las necesidades del cuerpo. Como resultado, la cantidad de glucosa en la sangre aumenta a medida que las células no reciben energía. Con el paso de los años, los niveles altos de glucosa en la sangre dañan los nervios y los vasos sanguíneos, provocando complicaciones como enfermedades del corazón, apoplejías (derrame cerebral), ceguera, enfermedad renal, problemas de los nervios, infecciones de las encías y amputaciones.

¿Cómo se puede prevenir la diabetes tipo 2?

La investigación ha demostrado que, al bajar un poco de peso, las personas que corren riesgo de padecer diabetes tipo 2 pueden prevenir o retrasar el desarrollo de la enfermedad. Según los resultados del Diabetes Prevention Program, DPP por sus siglas, que en español se llama Programa de Prevención de la Diabetes, la combinación de cambios moderados en la dieta con ejercicio moderado puede retrasar y prevenir la diabetes tipo 2. Las personas que participaron en este estudio bajaron de 5 a 7 por ciento de su peso total. Por ejemplo, una persona que pesaba 200 libras bajó de 10 a 14 libras (200 libras son aproximadamente 91 kilos; 10 a 14 libras son aproximadamente 4.5 a 6.4 kilos). El estudio, auspiciado con fondos federales, fue realizado en 3,234 personas con alto riesgo de padecer diabetes.
Los participantes del estudio tenían sobrepeso y niveles de glucosa en la sangre mayores que lo normal, una afección que se llama prediabetes (tolerancia alterada a la glucosa). Tanto la prediabetes como la obesidad son factores de riesgo importantes de la diabetes tipo 2. Debido al alto riesgo que corre la gente de algunos grupos étnicos minoritarios, cerca de la mitad de los participantes del DPP eran africanoamericanos, nativoamericanos, asiáticoamericanos, americanos de las islas del Pacífico o hispanos/latinos.
Entre los participantes del DPP se incluían también otras personas con alto riego de padecer diabetes tipo 2; por ejemplo, mujeres con antecedentes de diabetes gestacional (diabetes del embarazo) y personas de 60 años o mayores.
El DPP examinó dos enfoques de prevención de la diabetes: un programa de dieta saludable y ejercicio (modificación del estilo de vida), y el uso del medicamento para la diabetes llamado metformina. Las personas del grupo de modificación del estilo de vida hicieron ejercicio unos 30 minutos por día, 5 días a la semana. Por lo general, el ejercicio consistió en caminar. También redujeron el consumo de grasas y calorías. Las personas que tomaron la metformina recibieron información sobre ejercicio y dieta. Un tercer grupo sólo recibió información sobre ejercicio y dieta.
Los resultados mostraron que las personas del grupo de modificación del estilo de vida redujeron el riesgo de padecer diabetes tipo 2 en un 58 por ciento. El promedio de pérdida de peso durante el primer año del estudio fue de 15 libras (6.8 kilos). La modificación del estilo de vida fue aún más eficaz en las personas de 60 años en adelante, cuyo riesgo bajó en un 71 por ciento. El riesgo de las personas que recibieron la metformina bajó en un 31 por ciento.

Tipos de Diabetes

Los tres principales tipos de diabetes son diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes gestacional.
Diabetes tipo 1
La diabetes tipo 1, antes conocida como diabetes juvenil o diabetes insulinodependiente, por lo general se diagnostica inicialmente en niños, adolescentes o adultos jóvenes. En este tipo de diabetes, las células beta del páncreas ya no producen insulina porque el sistema inmunitario del cuerpo las ha atacado y destruido. El tratamiento de la diabetes tipo 1 consiste en aplicarse inyecciones de insulina o usar una bomba de insulina, escoger muy bien el tipo de alimentos que se comen, hacer ejercicio con regularidad, tomar aspirina todos los días (en algunos casos) y controlar la presión arterial y el colesterol.
Diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2, antes conocida como diabetes de comienzo en la edad adulta o diabetes no insulinodependiente, es la forma más frecuente de diabetes. Puede aparecer a cualquier edad, incluso durante la niñez. Generalmente comienza con resistencia a la insulina, que es una afección en la que las células de grasa, de los músculos y del hígado no usan la insulina adecuadamente. Al principio, el páncreas le hace frente al aumento de la demanda produciendo más insulina. Sin embargo, con el paso del tiempo pierde la capacidad de secretar suficiente insulina en respuesta a las comidas. El sobrepeso y la inactividad aumentan las probabilidades de padecer diabetes tipo 2. El tratamiento consiste en tomar medicamentos para la diabetes, escoger muy bien el tipo de alimentos que se comen, hacer ejercicio con regularidad, tomar aspirina todos los días (en algunos casos) y controlar la presión arterial y el colesterol.
Diabetes gestacional
Algunas mujeres presentan diabetes gestacional durante las últimas etapas del embarazo. Aunque esta forma de diabetes desaparece generalmente después del parto, una mujer que la haya padecido tiene más probabilidades de presentar diabetes tipo 2 más adelante. La diabetes gestacional es causada por las hormonas del embarazo o por la escasez de insulina.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la diabetes tipo 2?

Más de 6 millones de personas en Estados Unidos padecen diabetes tipo 2 y no lo saben. Muchos no presentan signos ni síntomas. Los síntomas pueden ser tan leves que a veces ni se notan. Algunas personas tienen síntomas pero no sospechan que tienen diabetes. Los posibles signos y síntomas son
  • aumento de la sed
  • aumento del apetito
  • fatiga
  • aumento en la frecuencia con que se orina, especialmente de noche
  • pérdida de peso
  • visión borrosa
  • heridas que no sanan
Muchas personas no averiguan que padecen la enfermedad hasta que presentan complicaciones de la diabetes, como visión borrosa o problemas del corazón. Es importante averiguar pronto si usted tiene diabetes porque el tratamiento puede prevenir el daño al cuerpo causado por la enfermedad.

¿Debo hacerme una prueba para saber si tengo diabetes?

Cualquier persona de 45 años en adelante debería considerar la posibilidad de hacerse una prueba para la diabetes. Si usted tiene 45 años o más y presenta sobrepeso, es muy recomendable que se haga una prueba. Si tiene menos de 45 años, presenta sobrepeso y tiene debería considerar hacerse una prueba. Pídale al médico que le haga una prueba de glucosa en ayunas o una prueba de tolerancia oral a la glucosa. El médico le dirá si tiene un nivel normal de glucosa en la sangre, o si tiene prediabetes o diabetes.

¿Qué significa tener prediabetes?

Prediabetes significa que su nivel de glucosa en la sangre es más alto de lo normal, pero es menor que los niveles designados como diabetes. También significa que usted corre el riesgo de presentar diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón. Afortunadamente, es posible reducir el riesgo de padecer diabetes, e incluso volver a tener niveles normales de glucosa en la sangre, si usted baja un poco de peso y realiza actividad física moderada. Si se le diagnostica prediabetes, pida que el médico le haga otra prueba de glucosa en la sangre dentro de 1 ó 2 años.

Además de la edad y el sobrepeso, ¿qué otros factores aumentan el riesgo de padecer diabetes tipo 2?

Para saber qué riesgo corre de padecer diabetes tipo 2, marque cada enunciado que se aplique en su caso.
  • Uno de mis padres, hermanos o hermanas tiene diabetes.
  • Mi familia es de ascendencia de nativos de Alaska, africanoamericana, nativoamericana, hispana/latina, asiáticoamericana o de las islas del Pacífico.
  • He tenido diabetes gestacional o tuve por lo menos un bebé que pesaba más de 9 libras (4 kilos).
  • Tengo presión arterial de 140/90 mm Hg o mayor, o me han dicho que tengo presión arterial alta.
  • Mis niveles de colesterol no son normales. Mi nivel de colesterol HDL (colesterol “bueno”) es menor de 35 mg/dL, o mi nivel de triglicéridos es mayor de 250 mg/dL.
  • Soy bastante inactivo. Hago ejercicio menos de tres veces a la semana.
  • Sólo mujeres: Tengo polycystic ovary syndrome, PCOS por sus siglas, que en español se llama síndrome de ovario poliquístico.
  • En una prueba previa, tuve impaired glucose tolerance, IGT por sus siglas, que en español se llama tolerancia alterada a la glucosa; o tuve impaired fasting glucose, IFG por sus siglas, que en español se llama glucosa alterada en ayunas.
  • Tengo otras afecciones médicas asociadas con la resistencia a la insulina (acanthosis nigricans).
  • Tengo antecedentes de enfermedad cardiovascular.
Su riesgo es mayor mientras más enunciados haya marcado.

¿Cómo puedo reducir mi riesgo?

Usted puede hacer mucho para reducir las probabilidades de padecer diabetes. Hacer ejercicio con regularidad, reducir el consumo de grasas y calorías y bajar de peso pueden ayudarle a reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Reducir la presión arterial y los niveles de colesterol también ayuda a mantenerse sano.
Si tiene sobrepeso, haga lo siguiente:
  • Logre y mantenga un peso razonable.
  • Escoja bien lo que come la mayor parte del tiempo.
  • Realice actividad física todos los días.
Si es bastante inactivo, haga lo siguiente:
  • Realice actividad física todos los días.
Si su presión arterial es demasiado alta, haga lo siguiente:
  • Logre y mantenga un peso razonable.
  • Escoja bien lo que come la mayor parte del tiempo.
  • Reduzca el consumo de sal y alcohol.
  • Realice actividad física todos los días.
  • Pregunte al médico si necesita tomar un medicamento para controlar la presión arterial.
Si sus niveles de colesterol o triglicéridos son demasiado altos, haga lo siguiente:
  • Escoja bien lo que come la mayor parte del tiempo.
  • Realice actividad física todos los días.
  • Pregunte al médico si necesita tomar un medicamento para controlar el colesterol.

¿Qué cambios debo hacer para reducir mi riesgo?

Es difícil hacer cambios grandes en la vida, especialmente si se trata de más de uno. Puede hacerlo más fácil de la siguiente manera:
  • Haga un plan para cambiar sus conductas.
  • Decida exactamente qué hará y cuándo lo hará.
  • Identifique qué necesita para prepararse.
  • Piense en qué cosas pueden impedirle lograr sus metas.
  • Busque familiares y amigos que le apoyen y animen.
  • Decida cómo se va a premiar cuando logre lo que planeó.
El médico, un dietista o un consejero pueden ayudarle a hacer un plan. Éstas son algunas de las áreas que quizá deba cambiar para reducir su riesgo de padecer diabetes.

Logre y mantenga un peso razonable

Su peso afecta su salud de muchas formas. Tener sobrepeso puede impedir al cuerpo producir y usar la insulina de forma adecuada. Además, un exceso de peso puede provocar presión arterial alta.
El body mass index, BMI por sus siglas, que en español se llama índice de masa corporal, es una medida del peso con respecto a su estatura. Puede usarlo para determinar si usted tiene peso insuficiente, peso normal o sobrepeso, o si es obeso.
  • En la columna de la izquierda, busque su estatura.
  • En la misma hilera, busque el número que se acerque más a su peso.
  • La cifra que se encuentra encabezando esa columna es su BMI. Observe la palabra que aparece sobre su BMI para determinar si tiene un peso normal, si tiene sobrepeso o si es obeso.
Si tiene sobrepeso o es obeso, escoja maneras prácticas de ponerse en forma.
  • Evite las dietas extremas. En vez de eso, coma una menor cantidad de los mismos alimentos que come normalmente. Limite la cantidad de grasas que come.
  • Aumente la actividad física. Trate de hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio la mayoría de los días de la semana (
  • Fíjese una meta razonable para la pérdida de peso; por ejemplo, bajar 1 libra (.5 kilo) por semana. Intente una meta a largo plazo, de bajar entre un 5 y un 7 por ciento de su peso corporal total.

Escoja bien lo que come la mayor parte del tiempo

Lo que usted come influye mucho en su salud. Seleccionar bien lo que come le ayuda a controlar el peso, la presión arterial y el colesterol.
  • Fíjese bien en el tamaño de las porciones que come. Reduzca el tamaño de la porción de los platos principales (como la carne), los postres y los alimentos ricos en grasas. Aumente la cantidad de frutas y verduras.
  • Limite el consumo de grasas a 25 por ciento del total de calorías que come. Por ejemplo, si los alimentos que escoge contienen cerca de 2,000 calorías diarias, trate de no comer más de 56 gramos de grasas. El médico o un dietista pueden ayudarle a determinar cuántas grasas debe consumir. Usted también puede leer las etiquetas de los alimentos para ver el contenido de grasas.
  • Limite su consumo diario de sodio a menos de 2,300 mg (aproximadamente 1 cucharadita de sal).
  • Hable con el médico para determinar si puede tomar bebidas alcohólicas. Si desea tomar bebidas alcohólicas, las mujeres deben limitarse a una bebida y los hombres a dos bebidas al día.
  • Quizá deba reducir la cantidad de calorías que consume a diario. Las personas en el grupo de modificación del estilo de vida del DPP bajaron el total de calorías diarias en un promedio de unas 450 calorías. El médico o dietista pueden ayudarle a diseñar un plan de alimentación que haga énfasis en bajar de peso.
  • Lleve un registro de comidas y ejercicio. Escriba qué come, cuánto ejercicio hace y cualquier otra cosa que le ayude a no desviarse de la meta.
  • Cuando logre su meta, prémiese con algo que no sea comida o con una actividad, como ver una película.

Realice actividad física todos los días

Hacer ejercicio con regularidad puede contrarrestar varios factores de riesgo al mismo tiempo. Le ayuda a bajar de peso, a mantener controlado el colesterol y la presión arterial, y a que su cuerpo use la insulina. Los participantes del DPP que realizaron actividad física durante 30 minutos diarios, 5 días por semana, redujeron su riesgo de padecer diabetes tipo 2. Muchos de ellos escogieron caminatas rápidas como su forma de hacer ejercicio.
Si usted no se mantiene muy activo, debe comenzar lentamente y consultar con el médico con anticipación para saber qué clase de ejercicio puede hacer sin peligro. Haga un plan para aumentar su nivel de actividad física hasta la meta de mantenerse activo por lo menos 30 minutos diarios la mayoría de los días de la semana.
Escoja actividades que le gusten. Éstas son maneras de incluir más actividades físicas en su rutina diaria:
  • Utilice las escaleras en vez del ascensor o las escaleras mecánicas.
  • Estacione el auto en el lugar más lejano del estacionamiento y camine.
  • Baje del autobús unas cuantas paradas antes y camine el resto del recorrido.
  • Camine o monte en bicicleta siempre que pueda.

Tome los medicamentos recetados

Algunas personas necesitan medicamentos para mantener controlado la presión arterial o los niveles de colesterol. Si éste es su caso, tome los medicamentos según las instrucciones del médico. Pregunte al médico si hay algún medicamento que usted pueda tomar para prevenir la diabetes tipo 2.

Esperanza a través de la investigación

En la actualidad sabemos que muchas personas pueden prevenir la diabetes tipo 2 bajando de peso, haciendo ejercicio con regularidad y reduciendo el consumo de grasas y calorías. Los investigadores están estudiando detenidamente los factores genéticos y ambientales en los que se basan la propensión a la obesidad, la prediabetes y la diabetes. A medida que aprendan más sobre los fenómenos moleculares que conducen a la diabetes, desarrollarán maneras de prevenir y curar las diferentes etapas de esta enfermedad. Las personas con diabetes y las que corren el riesgo de padecerla tienen hoy en día mayor acceso a ensayos clínicos en los que se ensayan nuevos enfoques prometedores de tratamiento y prevención. Para obtener información sobre estudios actuales, visite  (Esta página web está en inglés.

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