El abuso en el uso de medicamentos en los adultos mayores de 60 años, se da como resultado de la facilidad que tienen para obtenerlos y de que aprovechan la justificación de sus múltiples achaques para conseguirlos.
Este abuso en la automedicación se da independientemente de los medicamentos que por prescripción médica deben tomar, principalmente en las mujeres y que los hace dependientes de diversas substancias químicas, sin tomar en consideración las interacciones que pueden tener unos medicamentos frente a otros.
En los servicios de urgencia de las instituciones de salud, las consultas más comunes por intoxicación en los adultos mayores son por benzodiazepinas como el diazepam, alprazolam, clonazepam y lorazepam, consumidos como auxiliares para dormir y como calmantes ya sean recetados o no. También, otro tipo de sedantes que causan intoxicaciones son consumidos ya sea solos o en forma combinada con otras drogas.
La automedicación en hombres y mujeres adultos es con frecuencia el resultado de intentar aliviar problemas físicos y emocionales. En el caso de las mujeres solas por viudez o porque los hijos ya se fueron, que no tienen más compañía, sufren de estrés porque no encuentran la manera de lidiar con la soledad y con las dificultades financieras, lo que las lleva a consumir por largos períodos, medicinas para dormir. Cuando sienten que ya no “les hace efecto” aumentan la dosis o las combinan con otro tipo de medicamentos.
El peligro en este tipo de comportamiento, es la dependencia de estas drogas altamente adictivas. Que aunque representan un riesgo para la salud en sí, los peligros que entrañan para la persona, que no está consciente del síndrome de abstinencia que resulta cuando por alguna razón no toman la droga, porque se les termina, porque no les toca todavía la consulta, etc.
Los adultos mayores con este tipo de dependencias, deben atenderse primeramente en su estado emocional, dándoles apoyo psicológico, enfocándose al alivio del estrés y a desarrollar un estilo de vida sano.
Las drogas deben ser eliminadas, sin embargo, en muchos casos, el suspender de golpe las drogas no es posible y debe hacerse bajo supervisión médica.
Con mucha frecuencia los adultos mayores que se encuentran solos, sin nadie que los alimente, descuidan su propia dieta. Una dieta rica en frutas y verduras, eliminando el azúcar y los alimentos procesados, chatarra y las comidas rápidas, ha demostrado aliviar la depresión y la ansiedad.
Entre los remedios que son eficaces para dar alivio a la depresión, al insomnio y a la ansiedad, están las flores de Bach, la hierba de San Juan, el Omega3, y los tés relajantes de flores que pueden adquirirse en las tiendas naturistas.
Este abuso en la automedicación se da independientemente de los medicamentos que por prescripción médica deben tomar, principalmente en las mujeres y que los hace dependientes de diversas substancias químicas, sin tomar en consideración las interacciones que pueden tener unos medicamentos frente a otros.
En los servicios de urgencia de las instituciones de salud, las consultas más comunes por intoxicación en los adultos mayores son por benzodiazepinas como el diazepam, alprazolam, clonazepam y lorazepam, consumidos como auxiliares para dormir y como calmantes ya sean recetados o no. También, otro tipo de sedantes que causan intoxicaciones son consumidos ya sea solos o en forma combinada con otras drogas.
La automedicación en hombres y mujeres adultos es con frecuencia el resultado de intentar aliviar problemas físicos y emocionales. En el caso de las mujeres solas por viudez o porque los hijos ya se fueron, que no tienen más compañía, sufren de estrés porque no encuentran la manera de lidiar con la soledad y con las dificultades financieras, lo que las lleva a consumir por largos períodos, medicinas para dormir. Cuando sienten que ya no “les hace efecto” aumentan la dosis o las combinan con otro tipo de medicamentos.
El peligro en este tipo de comportamiento, es la dependencia de estas drogas altamente adictivas. Que aunque representan un riesgo para la salud en sí, los peligros que entrañan para la persona, que no está consciente del síndrome de abstinencia que resulta cuando por alguna razón no toman la droga, porque se les termina, porque no les toca todavía la consulta, etc.
Los adultos mayores con este tipo de dependencias, deben atenderse primeramente en su estado emocional, dándoles apoyo psicológico, enfocándose al alivio del estrés y a desarrollar un estilo de vida sano.
Las drogas deben ser eliminadas, sin embargo, en muchos casos, el suspender de golpe las drogas no es posible y debe hacerse bajo supervisión médica.
Con mucha frecuencia los adultos mayores que se encuentran solos, sin nadie que los alimente, descuidan su propia dieta. Una dieta rica en frutas y verduras, eliminando el azúcar y los alimentos procesados, chatarra y las comidas rápidas, ha demostrado aliviar la depresión y la ansiedad.
Entre los remedios que son eficaces para dar alivio a la depresión, al insomnio y a la ansiedad, están las flores de Bach, la hierba de San Juan, el Omega3, y los tés relajantes de flores que pueden adquirirse en las tiendas naturistas.
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