El amor, afecto o sensaciones emocionales, no tienen edad límite, por el contrario la madurez cambia la manera de vincularse. Quien ha tenido pareja o no, aún está en años maravillosos para compartir momentos bellos con otro par.
En la tercera edad, la relación entre ellos es más fuerte y el lazo que los va uniendo es la vitalidad de ver la vida como una oportunidad más de amar. Toma relevancia de carácter especial los abrazos y caricias, pues demuestran contención.
Los adultos mayores o personas de la tercera edad, se los llama de diferentes maneras, inician vínculos a partir de la soledad o de la sociabilidad en los grupos de tareas que hay para dicha edad. Muchas veces los hijos o los nietos, son resistentes a esta decisión porque les parece que a “cierta edad” ya no se necesita sentirse amado.
También los prejuicios sociales, solo ven a un abuelo cuando se menciona la tercera edad, jugando con niños o haciendo las compras. Los adultos mayores, personas de la tercera edad, abuelos o nonos representan el amor en su más elevada pureza
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