miércoles, 30 de marzo de 2011

PREPARARNOS PARA ATENDER AL ADULTO EN LA 4TA EDAD

Es difícil y en gran medida frustrante dar cuidados a personas de edad avanzada, pero alguien debe hacerlo y hacerlo con amor, compasión, dignidad y comprensión.
Seguro que en el pasado tú viejito fué una persona útil que quizás te cuidó con mucho cariño.
Ahora es tu turno para hacer más o menos lo mismo por esa envejecida persona a quien amas.
¿Qué hace a las personas envejecidas tan diferente a los más jóvenes?
Las personas de edad avanzada suelen sufrir de algún tipo de demencia, ya sea alzhéimer, senilidad u otros desgastes del cerebro de menores consecuencias.
Cada caso es diferente según su severidad.
Aunque la demencia senil complica el cuidado de personas en la edad avanzada, consideremos que otro inconveniente muy común es la perdida de movilidad.
Si tu viejito está postrado en cama o en silla de ruedas, la situación es aún más dificultosa.
Recuerda y reconoce que tu viejito vivió toda una vida obedeciendo órdenes, leyes, reglamentos, responsabilidades, obligaciones de ciudadano, obligaciones domésticas, consejos del médico, restricciones económicas y quién sabe qué más.
Por lo tanto, ya es tiempo que pueda hacer lo que le dé su santa gana sin mucho régimen social.
* Si lo que quiere hacer presenta un riesgo a la salud, calcula cuanto tiempo le queda a tu viejito y decide; ¿Qué es mejor, diez años miserables o cinco a su manera?
Esto no quiere decir que vas a permitir cosas extremas como, negarse a tomar medicamentos vitales, manejar vehículos o usar maquinaria peligrosa como sierras eléctricas.
* Cuando tu viejito no quiere comer algo, no lo obligues.
En el otro extremo, cuando se antoja de comer algo que tiene prohibido por doctor, nutricionista o familiares, recuerda que el cuerpo generalmente pide lo que necesita.
Claro que un nutricionista prescribió una dieta para tu ser querido, pero preguntate si violar esa dieta le causaría una muerte súbita o por ejemplo, solo un temporal estreñimiento.
Dale un placer de vez en cuando aunque sea en contra del gusto u órdenes de alguien.
* Al percatarte de que tu viejito ya no puede manejar automóviles en modo seguro, no lo obligues a entregar su licencia.
Háblalo con tu viejo en una manera amena, convincente y comprensiva. Busca la forma de que sea tu viejito quien tome la decisión final.
Una buena forma es hacer un trato con tu viejito para ir a una escuela de choferes seleccionada por el o ella y someterse a una evaluación imparcial, con el entendimiento de que la decisión del instructor dictará conclusivamente si deja de manejar o no.
Si te dice que él o ella es buen chofer y no necesita probar su habilidad, pregúntale; ¿Entonces a qué le temes?
No dejes de adorar, respetar y sinceramente admirar a tus viejitos. Trata a tu anciano con dignidad y todo el respeto que merece.
Aunque de vez en cuando se comporte como un párvulo, el adulto mayor regularmente está consiente de ser adulto y aunque no lo admita, puede notar su decadencia física y mental.
* Mide tus acciones y reacciones, pues los viejitos se amargan cuando los tratamos como niños.
Por ejemplo; “Le he dicho mil veces que no haga eso.” No olvides que la memoria de tu viejito va en rápida decadencia.
Si tienes que repetirle las cosa mil veces, entonces eso es lo que tienes que hacer, pues tus reproches no van a mejorar la memoria del viejito.
Ellos consideran el trato infantil como una infame falta de respeto.
En la mayoría de los casos el anciano siente frustración al no poder responder efectivamente contra la percibida falta de respeto.
Recienten la ausencia de la autoridad que ejercieron en años pasados.
* Respeta a tu viejito. A ningún anciano le gusta debatir. El adulto mayor dice las cosas y se acabó el asunto.
Evita los reproches, críticas, y regaños, pues nunca lograras que cambie su comportamiento y con la cantaleta solo lograras frustrarlo y avergonzarlo.
Comprende que tu viejito asimila o soporta tu mal trato por no tener otra alternativa o simplemente porque te quiere y comprende que no tienes malas intenciones.
* Mientras sea posible y prudente, no los obligues a hacer cosas que ellos no quieren hacer. Cuando los obligas, ellos se sienten dominados y les frustra no poder ejercer autoridad como antes. Deja que ellos hagan sus propias decisiones.
Por ejemplos; “¿Qué camisa te quieres poner hoy?” Ponle la ropa que él quiere. “¿Me acompañas al jardín?” Si dice que no, vete al jardín aunque sea por unos minutos y asegúrate que tu viejito sepa que fuiste.
Vigila las acciones de tu viejo y durante tu ausencia provéele un ambiente en el cual no se haga daño.
Personas de edad avanzada a veces no quieren o no pueden reconocer sus limitaciones físicas y mentales.
En muchos casos no tienen las facultades para reconocer el peligro. Por esto, una que otra vez intentan peligrosas hazañas que en un tiempo les eran fáciles, pero hoy constituyen peligro fatal.
El peligro es relativo a la condición de tu viejo pero estos son algunos ejemplos de simples actividades que le pueden costar la vida a tu ser querido: subir a un árbol, tronchar un árbol con una sierra eléctrica, manejar automóvil, cocinar, bañarse en privado, no usar su bastón o andador, subir y bajar escaleras y así por el estilo.
Ayúdalo a desistir de estas actividades peligrosas sin ofenderlo, faltarle el respeto, regañarlo como si fuera un niño y mucho menos humillarlo.
No es cosa fácil ni placentera, pero cuando suceden estos eventos, tienes que finalizarlos decisivamente y con la mayor prontitud.
No pierdas la paciencia. Considera y acepta que el cerebro también se desgasta junto con las partes visibles del cuerpo.
El comportamiento de tu viejito es el resultado de envejecimiento avanzado y no se pondrá mejor.
Al contrario, según pasa el tiempo empeorará y tendrás que acostumbrarte a manejar la situación con amor y prudencia.
Cuando pierdes la paciencia, tiendes a violar la dignidad del viejito y haces cosas de las que luego te arrepentirás.
En algunos casos el razonamiento y la memoria comienzan a fallar antes de llegar la edad avanzada.
Cuando el anciano se da cuenta de su insuficiencia, se avergüenza y siente agravio. Los efectos de la insuficiencia cerebral son más agudos en unos que en otros y afectan no solo la memoria, también retrocede el comportamiento social de la persona.
Verás que la abuelita siempre fué una dama ejemplar y el colmo de la decencia, pero ahora:
* es capaz de decir palabrotas muy profanas.
* practica violencia verbal o física
* repite la misma historia con extremada frecuencia
* no es capaz de sostener una conversación referente a un tópico actual y su diálogo se concentra en el lejano pasado
* dice inocentes falsedades como por ejemplo; “Anoche dejaron la puerta abierta y tuve que levantarme a cerrarla.” o “Ese árbol lo planté yo.” o “El padre del presidente estudió conmigo.”
* simula estar sorda o es indiferente cuando no comprende el tópico de la conversación o no recuerda los datos que requiere la presente conversación
* irrumpe con un tópico inaplicable a la conversación en progreso
* descuida su higiene personal
* ya no demuestra buenos hábitos en la mesa
* no puede controlar sus necesidades biologicas
Si sientes ira por el comportamiento de tu anciano, aléjate por un rato hasta que se te pase el disgusto.
Después de todo, tú eres persona humana y tienes límites. Aprende a reconocer tus límites y de ninguna forma causes daño verbal o físico a tu anciano.
Tú viejito ya tiene suficientes agravios y no merece sufrir tú venganza.
Cuídate tú de la misma manera que cuidas a tu viejito. No dejes que la frustración y el cansancio físico dañen tu salud. La constante frustración te puede causar daños físicos y emocionales que afectarán la calidad de vida de todos en el hogar. Busca ayuda de donde sea posible y haz decisiones oportunas.
* Reúne toda la familia y juntos distribuyan responsabilidades y quehaceres del hogar en forma equitativa y en todo lo posible de unánime acuerdo.
* Mantén buena comunicación entre toda la familia. Por ejemplo, que todos sepan el horario de los medicamentos y el modo de dispensarlos.
* Aléjate de tu viejito por varios días un par de veces al año. No pienses que eres indispensable ni trates de llegar a serlo, pues no lo eres ni lo serás.
* Sométete a una revisión médica anual en el mes de tu cumpleaños y visita tu doctor siempre que sea prudente y necesario.
* Distráete y diviértete fuera del hogar como sea posible. Haz los pertinentes arreglos con razonable frecuencia para hacer el tiempo de ir a fiestas, cine, restaurantes, romance, tiendas y así por el estilo.
Mantén una bitácora donde anotarás datos significantes como: estado de salud, visitas al médico, administración de medicamentos, cambios fisiológicos, dieta, cambios en comportamiento, datos económicos y otros incidentes que afecten la salud, bienestar, finanzas y obligaciones legales del anciano.
Recuerda que cada vez que vamos al médico, iniciamos un experimento científico, pues cada persona es diferente y el tratamiento que funciona para alguien quizás sea inadecuado para otro. Por eso, trata de llevar el anciano al mismo doctor mientras sea posible y prudente.
Esto permite que el médico no tenga que empezar desde cero cada vez que tu viejito se enferma y así evitas pruebas innecesarias que pueden incomodar a tu ser querido y que costarán más dinero.
En algunos casos es razonable buscar una segunda opinión médica y si eso es lo que decides, consulta tu medico antes y después de acudir a un segundo doctor.
No descartes el medico primario, tan solo porque te gustó más la segunda opinión o que la segunda opinión es más correcta.
Considera que el diagnóstico es parte de un experimento médico. Hasta los mejores doctores pueden equivocarse o no reconocer la causa de un síntoma.
No permitas que el medico se encariñe o se convierta en un amigo cercano del paciente o de la familia, pues el profesional puede perder la objetividad.
Maneja la demencia senil con paciencia y comprensión.
Mundialmente la demencia es la tercera enfermedad de mayor costo, después del cáncer y males cardiacos, así que tendrá un significante impacto que a veces no notamos o no estamos preparados para afrontar.
La demencia de tu viejito afecta a la familia completa. Infórmate y edúcate tanto tú como el resto de la familia.
Todos necesitan saber cómo entender, manejar y sobrellevar el comportamiento de tu anciano.
En especial el cuidador primario debe estar tan capacitado como sea posible. El doctor primario te puede aconsejar en cómo obtener instrucción informal o cursos formales.
* Dependiendo de la severidad de la demencia, puede que tu viejito no tenga la capacidad de reconocer situaciones peligrosas.
Una severa caída puede causarle la muerte a tu viejito o complicar el cuidado del longevo y empeorar la situación para toda la familia.
Elimina las barreras arquitectónicas de la casa. Por ejemplo si tu viejito puede levantarse y caminar sin ayuda, debes localizarlo en el primer piso para que no se caiga por las escaleras. Remueve todo aquello que le pueda causar una caída. Por ejemplo, si el piso es multinivel, quizás puedas instalar rampas graduales.
* Proporciona estímulo físico y cognitivo a diario, pues lo que no se usa se pierde. El viejo que se amontona en la cama o en la silla, pierde sus habilidades físicas y hasta cierto punto su retroceso intelectual es colateral al abandono físico.
Exhorta a tu viejito para que camine y ejercite tanto como pueda tolerar. De la misma manera si no ejercita su cerebro, se acelera la perdida de agilidad mental que naturalmente ya va en decadencia.
* Estimula la mente de tu viejito en conversaciones y actividades demandantes del intelecto.
El estímulo cognitivo tiene como objetivo preservar, en lo posible, mecanismos básicos y profundos por los que se elabora el conocimiento, desde la percepción, la memoria y el aprendizaje, hasta la formación de conceptos y razonamiento lógico.
Por cognitivo entendemos el acto de conocimiento, en sus acciones de almacenar, recuperar, reconocer, comprender, organizar y usar la información recibida a través de los sentidos.
Insiste en una buena higiene dental.
El cuidado e higiene bucal en ancianos es más delicado que en cualquier otra etapa de la vida y debe llevarse a cabo con extrema regularidad para prevenir enfermedades dolorosas, pérdida de piezas dentales y masticación inadecuada.
Presta atención a la alimentación de tu anciano. En la edad avanzada hay más posibilidades de padecer problemas de anemia, hipertensión, diabetes, y así por el estilo. Pero con una alimentación equilibrada podemos prevenir algunas visitas al médico.
Trata de complacer el gusto de tu viejito pero asegúrate de darle una dieta adecuada a su situación. El medico te puede encaminar y en algunos casos te va a referir a un nutricionista.
Evita cambios bruscos o drásticos, pues los ancianos generalmente consideran que los cambios o cosas nuevas que no entienden son como una maldición.
* Mantén la habitación de tu viejito intacta. En especial, no cambies la posición de la cama. Los cambios drásticos en el mobiliario de la habitación pueden causar fatales caídas y comúnmente le producen gran frustración al anciano.
* Deja los objetos personales como antiguas fotografías de seres queridos, joyas, mementos del pasado, efectos de uso personal y así por el estilo, en el lugar de costumbre. El arbitrario cambio de estos resulta en confusión y agravio sentimental.
* Trata de no introducir tecnología complicada dentro de su habitación. El control remoto de un televisor, teléfono o celular complejo, computadora o reproductor de música puede confundir y frustrar al anciano.
En su habitación solo debes emplear tecnología simple que tú ser querido pueda entender con facilidad.
Entra a un buscador en la Internet y haz una búsqueda de “tercera edad”. Te sorprenderá la cantidad de información que vas a encontrar.
Lo más temprano posible y antes de que tu viejito pierda su capacidad mental, aconséjalo a que ponga todos sus asuntos legales en orden. Esto evita litigios y disgustos familiares cuando muere tu ser querido.
Esto incluye: Cuentas bancarias e inversiones, deudas, fundaciones, títulos de propiedad y escrituras, testamento y así por el estilo.
Evita el peor de los asuntos para un anciano. Reconociendo que hay casos en que la reclusión en; El centro para envejecientes,
El hogar de ancianos, la casa de descanso, el hogar geriátrico o como le llames en tú localidad es necesaria e inevitable, hay quienes dicen que debiera llamarse, la bodega de almacenar ancianos y esta medida debe ser la última opción.
Cuida a tu ser querido en su propia casa mientras te sea posible, pues de acuerdo a numerosos longevos, recluirlos es la afrenta o castigo más grande que quizás recordarán hasta el final de sus días.
* Algunas ventajas de instituciones para ancianos son :
Cuidado 24 horas diarias
Vida social entre gente de su propia edad
Administración de medicamentos con puntualidad
Ambiente diseñado para la tercera edad
Actividades estimulantes física, mental y social
Acceso a personal medico
Libera al potencial cuidador para continuar su vida personal y profesional
* Algunas desventajas de instituciones para ancianos
Una institución seria y competente, puede costar bastante.
No es rareza que quien hace la decisión elija la institución menos costosa y luego descubra que la entidad es mal administrada o brinda malos servicios.
El buen trato y calidad tienen un costo.
Es común que familiares y amigos se olvidan de quien está recluido.
Algunos pacientes nunca son agraciados con una visita. En el mejor de los casos los ancianos deben recibir 3 visitas al día 7 días a la semana.
Esto no solo estimula a los envejecientes, también sirve como revisión o control de calidad.
El activo y constante envolvimiento de la familia evita los numerosos casos donde indefensos pacientes han sido víctimas de malas prácticas médicas, alimentarias o hasta violencia verbal y corporal.

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