viernes, 25 de marzo de 2011

CUESTION DE ACTITUD

Que dificil es determinar el limite que divide la juventud de la vejez.
No se si es una simple cuestión de tiempo. Si así fuera que fácil resultaría determinarlo, tan fácil como elaborar una pequeña tabla con dos columnas, en una de ellas el rango de edad y en la otra la clasificación. Las pequeñas discrepancias en el criterio de clasificación podrían depender de la edad de quien elabore la tabla.
No es una medida que refleje con justicia la realidad si el concepto de "viejo" lo entendemos en su sentido mas amplio.
Desde la perspectiva del nivel de actividad me ha resultado impresionante comparar a algunos jovenes holgazanes contra unos hiperactivos viejitos, pareciera que los papeles están invertidos.
Cuando valoramos la experiencia y conocimiento me he encontrado con algunos individuos que pasaron de noche y a oscuras por los caminos de la vida, pues no han asimilado las enseñanzas recibidas. En contraparte, he descubierto algunos jovenes que han abierto los ojos y oidos a las experiencias ajenas, acumulando de esta forma, una sabiduría inesperada a su edad.
Cuerpos que son cadaveres vivientes a temprana edad y abuelos con salud de hierro.
Niños vencidos y ancianos soñadores.
Me resulta imposible establecer un criterio confiable.
Sin embargo, me inclino a utilizar el criterio de la actitud. La actitud de las personas determina su nivel de juventud. Por supuesto sobre una base de aceptación de la realidad y las limitaciones fisicas que esta impone.
Que los años pasen y que los cuerpos se deterioran, son dos factores que salen del control de los individuos. Nada, o muy poco, se puede hacer con ellos. Pero la actitud frente a la vida, esa si está totalmente bajo nuestro control, aún en las situaciones mas extremas de exito o fracaso.
Baste agregar una frase de Woody Allen modificada a mi conveniencia: Las canas ya no se respetan, se tiñen con actitud...

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