Nuestra mente está llena de MIEDOS, LIMITACIONES Y SENTIMIENTOS que nos bloquean; afortunadamente el ENTENDER, PERDONAR Y OLVIDAR podemos deshacernos de ellos.
Somos PRISIONEROS DE NUESTROS RECUERDOS, LIMITACIONES, MIEDOS & DUDAS; así también de MALOS SENTIMIENTOS, los cuales se van CREANDO & ACUMULANDO EN NUESTRA MENTE. Todos ellos NOS ANCLAN AL PASADO (como el elefante a la estaca, impidiéndonos caminar hacia adelante y evolucionar), Esto
desafortunadamente lo transmitimos a nuestros hijos en la interacción
diaria creando esquemas erroneos de lo que es la vida.
Cuando somos pequeños, NO PODEMOS LIBRARNOS DE ELLOS PORQUE NO TENEMOS LAS HERRAMIENTAS, NI LA FUERZA NECESARIA PARA LOGRARLO
siendo materia moldeable de los pensamientos & emociones de
nuestros padres. Cuando somos mayores ya ni lo intentamos, sin embargo
bastaría con un poco de esfuerzo y decisión para cambiar.
Nuestros recuerdos, miedos y dudas están almacenados principalmente en nuestra vida
Los recuerdos acumulados de
tipo espiritual, de nuestras emociones, ideas y la forma de
organizarlas traen como resultado aquellos donde guardamos lo que está
conectado con nuestra realidad material y práctica; cada uno de estos
apartados guarda recuerdos de situaciones vividas que debemos localizar
primero y eliminar después para evitar interferencias.
La voluntad de acción
Este espacio suele ser el que
menos sobrecargamos, porque los asuntos espirituales pesan menos que
los demás. Nuestros pensamientos se crean cada vez que se activa esa
fuerza interna que necesitamos para llevar a cabo un gran esfuerzo,
para sobreponernos a una situación adversa, para realizar una obra de
transformación interior o para superar los problemas de la vida diaria.
Sin embargo es preciso activar, la forma continúa: la voluntad, la
ilusión, la fuerza interior, el impulso, la creatividad y el cambio.
Las emociones
Somos muy propensos a las
ataduras emotivas, así que esta parte de nuestros archivos estará
bastante llena. Es muy fácil atarnos a situaciones sentimentales que a
menudo nos llegan a colapsar y que nos resulta difícil eliminar, porque
las racionalizamos con autoengaños, justificaciones.
Para eliminar estos archivos de
nuestra mente la clave está en: AMARNOS DE UNA FORMA PURA &
DESINTERESADA, EN SEPARAR LOS SENTIMIENTOS Y LAS EMOCIONES DE LA RAZON.
EL INGREDIENTE MÁGICO ES: EL PERDON; pero también resulta útil utilizar: LA PASION, EL ENTUSIASMO, LA DIVERSION, EL PLACER Y LA AUTOESTIMA.
El poder de la razón
En
nuestra mente uno de los aspectos es que nos atamos al “tengo razón” y
esta actitud nos separa de la gente a la que queremos. Discutimos de
política o de religión y debemos convencer al otro de nuestras ideas o
enfadarnos. Nos atamos a esa idea temporal y la tratamos como si fuera
perpetua.
Para
eliminar estos aspectos debemos de abandonar la postura extremista,
fanática, estática y rutinaria que nos da una falsa seguridad para
descubrir nuestros enfoques (y el punto de vista del otro). A ellos nos ayudará: RAZONAR
DE FORMA ABIERTA, SABER VARIAR DE ROL, MOTIVARNOS CON LOS CAMBIOS,
ELIMINAR JUSTIFICACIONES Y COMUNICARNOS CON LOS DEMAS SIN ATADURAS.
La práctica
Estos
archivos acaban repercutiendo en el área práctica de nuestra vida.
Cuando queremos poner en marcha algo nuevo sentimos el peso de
demasiadas ataduras emotivas y mentales que nos convencen para
quedarnos quietos, porque creemos que los resultados serán tan malos
como el pasado y así será muy difícil avanzar.
Para eliminar estos aspectos debemos:
- Buscar espacios de soledad en los que podamos reconsiderar nuestras acciones.
- Meditar y escuchar música relajante, ayudará.
- Es preciso comprender que toda obra humana debe viajar al fondo del propio ser.
- También nos resultará útil: DISFRUTAR, CONSTRUIR, ECHAR RAICES, PONER EN PRÁCTICA LAS COSAS Y EXPERIMENTAR.
“Recordar
una & otra vez situaciones dolorosas o de fracaso disminuye
nuestras facultades así como nuestra capacidad de avanzar”
Anclados en el pasado
Es
más fácil acceder a los archivos temporales en nuestra mente que a
nuevas situaciones. Por eso nos acomodamos y nos anclamos en ellos
reviviendo una y otra vez historias del pasado. El resultado es que los
recuerdos de situaciones negativas nos frena ante nuevas experiencias.
Por ejemplo, los archivos temporales (recuerdos)
de una mala relación sentimental nos harán enfrentar una nueva con
desconfianza y miedo a volver a fracasar, lo que disminuirá nuestras
posibilidades de éxito.
Si
nuestra mente cuando convierte nuestros recuerdos y si pasamos
demasiado tiempo sin eliminarlos acaba por colapsar nuestro cerebro
recuerdos que se quedan en nuestra memoria y si no los eliminamos (entendiendo, perdonando y olvidando), al cabo de unos años podríamos encontrarnos con que nuestra mente colapsa ante cualquier nueva acción.
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