sábado, 21 de julio de 2012


LA SALUD DE LAS CERVICALES

Una señora de 75 años vino a contarme que quería hacer pilates porque sentía un zumbido en los oídos. Eso fue hace muchos años, cuando yo recién empezaba y aún no sabía el alcance de los ejercicios pilates  en adultos mayores. “Me lo recomendó mi médico porque tengo una rectificación cervical y dice que pilates me puede ayudar”, me explicó. Efectivamente, cuando pacientes adultos mayores van a una visita médica quejándose de que escuchan un zumbido en los oídos, lo primero que hacen es indicarles una radiografía para comprobar algún problemita cervical.
¿Sirve pilates para aliviar molestias en la zona cervical? En mi experiencia de tantos años puedo decir categóricamente que sí, que ayuda y mucho. La próxima pregunta es: ¿Sirve para solucionar el problema definitivamente? La respuesta aquí es negativa.
El método pilates sólo no puede resolver esa situación. Sin embargo, todos los especialistas están de acuerdo en que el movimiento y actividad física, especialmente este método que cuida tanto la columna vertebral, sirve, es bueno, es aconsejable y no tiene contraindicaciones. ¿Y qué pasa entonces con la advertencia que hay que tener cuidado porque puede lastimar? En la opinión de los mejores médicos especialistas del país, no es así. Es decir, mientras el paciente se pueda mover y no manifieste dolor, molestia o queja alguna, adelante nomás, ¡bienvenido sea el movimiento!
Es muy importante realizar correctamente los movimientos, por esto, también es necesario contar con instructores capacitados que controlen cómo se está realizando el ejercicio.El movimiento de la zona cervical es mejor cuando se realiza de lado a lado, es decir, girando la cabeza toda para la izquierda y luego toda para la derecha. Ayudar con la mano es mejor aún.Uno dobla la cabeza hacia la derecha, por ejemplo, y con la mano izquierda presiona ligera y sutilmente hacia el lado opuesto. De esa manera se estira más la zona. Lo mismo del otro lado, es decir, inclinando la cabeza hacia la izquierda, y con el brazo derecho se coloca la mano para ayudar a estirar aún más la zona en dirección contraria. El movimiento en diagonal es importante. Haciendo el mismo movimiento, pero esta vez con la oreja no apuntando directamente hacia el hombro, sino que en forma rotada levemente hacía el ombligo.
No hay que olvidarse que por cada movimiento hay que hacer el inverso así se trabaja de los dos lados. ¿Y eso de rotar la cabeza en 180 grados? Yo no lo recomiendo. En suma, las molestias cervicales se alivian con movimientos suaves de elongación, ya sean de  pilates  o de cualquier otra actividad física que sea igualmente concentrada y enfocada.¡Ah!, y no se queden quietos mucho tiempo en la misma posición.
Eso nunca ayuda. El ser humano nació para moverse, no para quedarse quieto. Quedarse quieto para el ser humano es como atarle las alas a un pájaro. ¿Alguna vez vieron un pájaro volar con las alas plegadas?

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