miércoles, 11 de julio de 2012

NEUMONIA

indicaciones.

Neumonía


NeumoníaNombres alternativos Bronconeumonía; Neumonía extrahospitalaria

Definición
Es una infección de los pulmones y muchos organismos diferentes la pueden causar, incluyendo bacterias, virus y hongos.
La neumonía puede ir desde leve a severa, e incluso puede ser mortal. La gravedad depende del tipo de organismo causante de la enfermedad, al igual que de la edad y del estado de salud subyacente.

Causas, incidencia y factores de riesgo
La neumonía es una enfermedad común que afecta a millones de personas cada año en los Estados Unidos.
Las neumonías bacterianas tienden a ser las más graves y, en los adultos, son la causa más común de neumonía. La bacteria más común que causa neumonía en adultos es la Streptococcus pneumoniae (neumococo).
Los virus respiratorios son las causas más comunes de neumonía en los niños pequeños, alcanzando su pico máximo entre las edades de 2 y 3 años. En la edad escolar, la bacteria Mycoplasma pneumoniae se vuelve más común.
En algunas personas, particularmente los ancianos y las personas debilitadas, la neumonía bacteriana puede seguir a la influenza o incluso al resfriado común.
Las personas que tienen problemas para deglutir están en riesgo de sufrir neumonía por aspiración. En esta afección, los alimentos, los líquidos o la saliva ingresan accidentalmente en las vías respiratorias. Es más común en personas que hayan tenido un accidente cerebrovascular, enfermedad de Parkinson o cirugía previa de garganta.
Con frecuencia, es más difícil tratar la neumonía en personas hospitalizadas o internadas en un asilo.

Síntomas
Los principales síntomas de neumonía son:
Tos con mucosidad amarillenta o verdosa; ocasionalmente se presenta esputo con sangre
Fiebre con escalofríos y temblor
Dolor en el pecho agudo o punzante que empeora con la respiración profunda o la tos
Respiración rápida y superficial
Dificultad para respirar
Los síntomas adicionales abarcan:
Dolor de cabeza
Sudoración excesiva y piel pegajosa
Inapetencia
Fatiga excesiva
Confusión, especialmente en las personas de edad
Signos y exámenes
Si uno tiene neumonía, es posible que esté haciendo un esfuerzo para respirar o que esté respirando rápido.
Las crepitaciones se escuchan al auscultar el tórax con el estetoscopio. También se pueden escuchar otros ruidos respiratorios anormales a través del estetoscopio o a través de una percusión (dar golpecitos con los dedos sobre la pared torácica).
El médico probablemente ordenará una radiografía del tórax si tiene sospechas de neumonía.
Algunos pacientes pueden necesitar otros exámenes como:
Tinción de Gram y cultivo de esputo para buscar el organismo causante de los síntomas
CSC para verificar el conteo de glóbulos blancos que, de ser alto, sugiere la presencia de una infección bacteriana
Gasometría arterial para verificar qué tan bien se está oxigenando la sangre
TAC del tórax
Cultivo de líquido pleural si hay presencia de líquido en el espacio que rodea los pulmones
Tratamiento
Si la causa es bacteriana, el médico tratará de curar la infección con antibióticos. Si la causa es viral, los antibióticos clásicos no serán efectivos, sin embargo, algunas veces, el médico puede utilizar medicamentos antivirales. Puede ser difícil distinguir entre neumonía bacteriana y viral, de tal manera que la persona puede recibir antibióticos.
Los pacientes con neumonía leve que por otra parte estén sanos generalmente se tratan con antibióticos macrólidos orales (azitromicina, claritromicina o eritromicina).
A los pacientes con otras enfermedades graves, como cardiopatía, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, nefropatía o diabetes, generalmente se les suministra lo siguiente:
Fluoroquinolona (levofloxacina (Levaquin), esparfloxacina (Zagam) o gemifloxacina (Factive), moxifloxacina (Avelox).
Amoxicilina o amoxicilina-clavulanato en dosis altas más un antibiótico macrólido (azitromicina, claritromicina o eritromicina).
Muchas personas pueden recibir tratamiento en el hogar con antibióticos orales. Si la persona padece una enfermedad crónica subyacente, tiene síntomas severos o bajos niveles de oxígeno, probablemente requerirá hospitalización para suministrarle antibióticos intravenosos y terapia con oxígeno. Los bebés y los ancianos son las personas que con más frecuencia ingresan a los hospitales para el tratamiento de neumonía.
Las medidas que se pueden tomar en el hogar son, entre otras:Consumir mucho líquido para ayudar a aflojar las secreciones y sacar la flema.
Descansar mucho. Solicitarle a alguien más que realice el trabajo del hogar.
Controlar la fiebre con ácido acetilsalicílico (aspirin) o acetaminofeno (paracetamol), pero NO administrar ácido acetilsalicílico (aspirin) a los niños
En el hospital, es posible que sean necesarios los tratamientos respiratorios para eliminar secreciones. Ocasionalmente, se pueden utilizar medicamentos esteroides para reducir las sibilancias si hay una enfermedad pulmonar subyacente.

Expectativas (pronóstico)
Con tratamiento, la mayoría de los pacientes mejora al cabo de dos semanas. Los pacientes de edad avanzada o débiles pueden necesitar tratamiento por más tiempo.
Es posible que el médico quiera constatar que la radiografía del tórax vuelva a ser normal después de tomar una tanda de antibióticos.
Complicaciones
Los empiemas o abscesos pulmonares son complicaciones de la neumonía poco frecuentes, pero graves y ocurren cuando se forman cavidades de pus alrededor o dentro del pulmón, y algunas veces pueden requerir drenaje quirúrgico.
Situaciones que requieren asistencia médica
La persona debe consultar con el médico si presenta:
Síntomas respiratorios que están empeorando.
Dificultad para respirar, escalofríos o fiebres persistentes.
Respiración rápida y con dolor.
Tos que produce moco sanguinolento o de color mohoso.
Dolor de pecho que empeora al toser o inhalar.
Sudores nocturnos o pérdida de peso inexplicable.
Signos de neumonía y un sistema inmunitario debilitado, como con VIH o quimioterapia.
Es posible que los bebés con neumonía no presenten tos y se debe llamar al médico si el bebé hace ruidos roncos o si el área debajo de la caja torácica se está retrayendo mientras respira.

Prevención
Lavar las manos frecuentemente, en especial después de sonarse la nariz, ir al baño, cambiar pañales y antes de comer o preparar alimentos.
No fumar, ya que el tabaco daña la capacidad del pulmón para detener la infección.
Utilizar una máscara al limpiar áreas con mucho moho u hongos.
Las vacunas pueden ayudar a prevenir la neumonía en los niños, los ancianos y personas con diabetes, asma, enfisema, VIH, cáncer u otras afecciones crónicas:
Vacuna antineumocócica (Pneumovax, Prevnar) previene contra el Streptococcus pneumoniae.
Vacuna antigripal que previene contra la neumonía y otros problemas causados por el virus de la influenza. Se debe administrar anualmente para proteger a la persona contra nuevas cepas virales.
Vacuna Hib que previene contra la neumonía en niños a causa del Haemophilus influenzae tipo b.
Respirar profundamente puede ayudar a prevenir la neumonía si la persona está hospitalizada, por ejemplo, mientras se recupera de una cirugía. A menudo, se suministra un dispositivo de respiración para ayudar en la respiración profunda.
Por otro lado, si la persona tiene cáncer o VIH, debe hablar con el médico acerca de las formas adicionales de prevenir la neumonía

No hay comentarios: