Buenos Aires a la criolla
Qué duda cabe, la gastronomía peruana
está en boca de todo el mundo. Y para muestra un botón: en China, un
artículo de la agencia oficial de noticias Xinhua la situó entre las
mejores culinarias del orbe, a la par con la francesa e italiana;
mientras que la web 20minutos.es escogió al ceviche como el mejor plato
típico del mundo, muy por encima de los tacos o las pizzas. Pero es en
Argentina, principalmente en Buenos Aires, donde nuestra cocina ha
tenido una acogida indiscutible al punto que el diario La Voz, en su
recuento de los 40 mejores restaurantes del 2009, incluyó a tres
peruanos de los cuales no sólo resaltó su inmejorable sazón sino la
responsabilidad, respeto y pasión de sus chefs. Si José Hernández
reescribiera su Martín Fierro en esta época, no dudaría en acompañar con
huancaína los asados del gaucho más famoso.
Se veía venir. Si la colonia peruana
en Argentina supera las 300 mil personas, era inevitable que la oferta
gastronómica empezara a crecer. Sin duda, fueron los huariques criollos
los primeros en abrirse paso, moldeando y educando el paladar de los
porteños. Pero ahora, luego del maravilloso boom que nuestra cocina ha
experimentado, los mejores chefs de nuestra patria han dejado su huella
en tierras bonaerenses con una carta gourmet que ha sido aplaudida por
la crítica albiceleste.
“En Buenos Aires hoy existen más de cien restaurantes de comida
peruana que cubren todo el espectro del mercado, desde los lugares más
exclusivos de Palermo Hollywood hasta los comedores populares de Once y
el Abasto”, explicó al diario El País Carlos Echeverría, que ocupó el
cargo de consejero económico de la embajada peruana en Buenos Aires
hasta el 2006.
Anita Seoane, chef argentina del restaurante Central, quien llegó a
nuestro país hace poco más de un año atraída por la pasión culinaria y
otros amores, explica que si la gastronomía peruana ha ‘pegado’ en su
país es porque nuestra comida tiene sabor a hogar. Explica también que
la diversidad de platos ofrecidos ha hecho que los argentinos,
acostumbrados a la comida europea (limitada a la francesa e italiana),
se atrevan a degustar nuevas combinaciones, quedando gratamente
sorprendidos. “El Perú tiene millones de productos. Yo me quedé
enamorada de las frutas, por ejemplo, que allá no se encuentran. Esta
variedad te permite crear muchísimo, y eso está buenísimo, che”, nos
cuenta entusiasmada.
Aquí, un repaso por los mejores restaurantes peruanos en Buenos Aires.
Pozo Santo
Este
restaurante de sobria pero exquisita decoración se presenta como un
celoso guardián que resguarda auténticas recetas que datan de 1670.
Enrique y Rodrigo Villasana, dueños también del restaurante La Carreta,
trataron de simular en este espacio un monasterio colonial del siglo
XVIII en donde Rafael Rivera, chef ejecutivo de Pozo Santo no sólo
presenta recetas de antaño sino también una delicada cocina de autor. En
la carta se degustan desde rocotos characatos y seco de cordero lechal
hasta camarones en farsa de lenguado o risoto de pluma alzada. Pero
Verónica Vera, jefa de barra, sabe también hacer de las suyas y
sorprende a los comensales con espirituosos aperitivos donde el pisco
hace lo propio.
Dónde: El Salvador 4968, Palermo Soho

Dónde: El Salvador 4968, Palermo Soho
Francesco
Emblema
de lo mejor en pescados y mariscos, Francesco emigró del puerto del
Callao en el 2001 hacia las costas de Florida y a finales del 2008
encalló en suelo gaucho para alzar la bandera de la fusión. Vistoso pero
minimalista desde su ingreso, este restaurante sabe ser moderno sin
dejar la elegancia de lado ni la sutil decoración de remembranza
peruana. Acreedores de dos reconocimientos internacionales, no es
difícil comprender porque la crítica argentina los ha catalogado como
uno de los mejores restaurantes en su especialidad. Y es que su carta
sorprende por su diversidad marina donde el tiradito Francesco, el maki
acevichado o el pez espada al maracuyá son las delicias preferidas de
los bonaerenses. Así, el chef Álvaro Lindo asegura que son los insumos
su ventaja diferencial frente a la competencia. “Priorizamos la calidad y
eso se ve reflejado en el sabor. El secreto es jugar con los sabores,
descubrir, explorar, la cocina es casi un laboratorio”, asegura
convencido Lindo.
Dónde: Sinclair 3096, Palermo

Dónde: Sinclair 3096, Palermo
Páru, Inkas Susi & Grill
El
joven chef Jann Van Oordt llega a la capital federal argentina para
hacer gala de su arte en la cocina nikkei. Páru es un vocablo quechua
que significa “dorado al sol”, el cual no parece haber sido escogido al
azar ya que sobre el fuego intenso de sus hornillas se cocinan los más
delicados sabores que conjugan la culinaria peruana y japonesa. Y es que
Van Oordt ha sabido crear un confortable ambiente de imponente pero
parca decoración donde, al compás de música electro andina, se comparten
sushis, chalanguitas o carnes al wok, capaces de estimular tus sentidos
a la par que finos aromas inundan el espacio. Un restaurante donde la
buena mesa invita a una conversación destemplada que se enlaza con una
atención de primer nivel.
Dónde: Bonpland 1823, Palermo Hollywood

Dónde: Bonpland 1823, Palermo Hollywood
Astrid & Gastón
Ella
es una alemana experta en pastelería y repostería. Él, un ex estudiante
derecho, es el emblema máximo de la culinaria de nuestro país y
sinónimo indiscutible de empresario progresista, humilde y exitoso.
Astrid Gutsche y Gastón Acurio, reivindicadores de nuestra sorprendente
gastronomía, no necesitan mayor presentación. Y es que luego de una
larga y célebre trayectoria por Sudamérica (con locales en Chile,
Ecuador, Colombia, Venezuela y México) llegaron por fin a Buenos Aires
el año pasado para mostrar las últimas tendencias culinarias, nacientes
de un esforzado trabajo de investigación de nuestros insumos. Ubicado en
un petit-hotel que data del año 1920, su arquitectura ha sabido
respetar la tradición de la Belle Epoque porteña gracias a su limpia y
colorida elegancia. Pero es Roberto Grau quien lidera la cocina del
local argentino. Grau, siempre bajo el liderazgo de Acurio, ha sabido
impregnarse de los conocimientos del chef peruano para así iniciar un
proceso de búsqueda e innovación pero sin olvidarse de las costumbres
culinarias blanquirrojas. Gracias a él, la carta de Astrid & Gastón
se renueva cada temporada, dando espacio tanto al sabor criollo como al
gaucho.
Dónde: Lafinur 3222, Capital Federal

Dónde: Lafinur 3222, Capital Federal
Osaka
Un
balance de técnicas culinarias ha hecho de Osaka el lugar perfecto para
degustar de lo más exquisito de la comida asiática: tailandesa,
japonesa y china encuentran el maridaje perfecto al ser combinadas con
la sazón peruana. El ambiente de este restaurante nikkei es tan
delicioso como su carta: los tonos marrones caoba combinados con una
paleta tierra sumados a la cálida iluminación, convierten a cada espacio
en una pequeña área muy personal. Osaka es también proyecto de Jann Van
Oordt, quien nuevamente sorprende paladares tanto con piqueos limeños
como con variadas tablas sushis, sashimis y tiraditos, así como una
pluralidad de causas y tapas.
Dónde: Soler 5608, esquina con Fitz Roy

Dónde: Soler 5608, esquina con Fitz Roy
Sipán, Cocina Peruana y Pisco Bar
Bajo
el amparo del máximo señor Moche, este restaurante se propuso ofrecer
lo mejor de las cuatro cocinas peruanas (criolla, pescados y mariscos,
chifa y nikkei) dentro de una misma carta y lo consiguieron con
maestría. Su gestor es el chef José Castro Mendívil, quien, al iniciar
este proyecto a fines del 2007, sólo contaba con 40 cubiertos. Hoy,
luego de su exitosa apuesta en el mercado argentino, cuenta con un
espacio respetable donde las fotografías en gran formato y los toques
naturales de bambú llenan el recinto, convirtiéndolo en un espacio
divertido. Son protagonistas de esta contienda de sabores el TNT de
conchitas a la huancaína, el chicharrón de gallina a la canela china, el
temaki andino con trucha ahumada y ají amarillo o el tacu tacu con lomo
saltado chifero y salsa de ostión.
Dónde: Paraguay 624, esquina con Florida

Dónde: Paraguay 624, esquina con Florida
Bardot
No
se equivocan. El nombre de este restaurante, creación del joven chef
Marco Espinoza, hace referencia a la sex symbol de los años 50 Brigitte
Bardot. Aquí lo teatral abre paso al buen gusto. Así, bajo imponentes
arañas, inmensas cortinas que más recuerdan a telones abriéndose y
fotografías de la escultural actriz, Espinoza rinde tributo a nuestro
pasado culinario, sintetizando la cocina tradicional con una inventiva
muy delicada que ha dejado más que satisfechos a los bonaerenses. Así,
en su menú se aprecian delicias como el salmón novoandino (relleno de
risotto de quinua y champignones sobre miel de chancaca), el ceviche a
la piedra (servido sobre piedras horneadas) o un chaufa de mariscos.
Dónde: Honduras 5237, Palermo Soho

Dónde: Honduras 5237, Palermo Soho
Ceviche
Lo
primero que uno aprecia al entrar a este local, que lleva por nombre
nuestro plato insignia, es un ají limo gigante que reemplaza la letra i
de la palabra Ceviche. Jorge Szwarcberg abrió este espacio en donde
pretende hacer comprender al comensal la complejidad y pluralidad de
nuestra gastronomía. En un ambiente espacioso, moderno y cálido,
decorado con piezas de diferentes culturas preincaicas, Ceviche propone
en su carta una armonía de sabores y colores que innovan desde el
ceviche al wok, pasando por los anticuchos de mero hasta llegar al
placentero y contundente ají de gallina con tacu tacu. Imposible no
acompañarlo de un buen pisco sour frozen.

1 comentario:
Sí, la verdad es que cuando llegás a cierta edad, tenés ganad de disfrutar, ya no querés lavar más platos, ensuciar la cocina probando recetas alocadas o simplemente poner la mesa, sacar la mesa, limpiar la mesa, y todas esas cosas que vienen con comer. Así que la onda de los adultos mayores es salir a cenar, y conocer el mundo a través de sabores étnicos que nos transportan por un rato a otras tradiciones. Los restaurantes peruanos, como decís, son muy buena opción, y están todos concentrados en los barrios de Palermo y Recoleta, así que no hacer falta irse muy lejos. Muy buena opción para un día de semana a la noche!
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