jueves, 26 de julio de 2012

CUESTION DE ACTITUD


LA FELICIDAD

La felicidad es un estado de ánimo positivo en el que la persona, por un momento, se encuentra muy bien anímicamente, independientemente de su estado de salud, de su economía y de su situación socio-cultural. No es algo eterno, que dure siempre, pero esto es precisamente lo que hace que sea algo tan valorado.
Todos los días podemos encontrar algo que nos haga felices, y valorar esos momentos es lo que realmente cuenta en la vida, que está llena de penurias, sí, pero también de cientos de miles de momentos para sonreír. Si abrimos bien los ojos nos daremos cuenta de esto.
Encontramos la felicidad cuando aprendemos a valorar todos esos momentos positivos, cuando les damos la importancia que realmente se merecen, dejamos de lado las cosas negativas y nos disponemos a disfrutar libremente de lo bueno que nos llegue.
Rabidranath Tagore, un gran pensador y filósofo indio, nos dice en una de sus mejores frases que “si lloras porque no puedes ver el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas” y esto, efectivamente, es algo que nos pasa a menudo. Nos cegamos en las cosas malas, y no vemos más allá. Pensamos entonces que la vida no merece la pena, y no conseguimos ver la belleza del mundo, a pesar de que está ahí mismo, a pesar de que se está reflejando muy brillante a nuestro lado.
Si pasamos mucho tiempo en este estado, olvidamos que llevamos un pañuelo tapándonos los ojos, porque nos hemos acostumbrado a él, y ya no logramos de ninguna forma sonreír, porque no vemos todas las cosas buenas que tenemos a nuestro lado. Nada nos parece suficiente, nada nos contenta. Nos sentimos infelices pase lo que pase. Y entonces escuchamos al otro decir: “Ya nada podrá hacerme nunca feliz porque siempre lloraré lo que perdí” y nos sentimos identificados.
Quítate la venda de los ojos y aprende a valorar las cosas buenas. Si tu vaso está vacío, llénalo de vida, llénalo de emociones, y trata de verlo todo de otra forma, deja que en tus ojos se reflejen todas las maravillas del mundo, y disfruta de ellas. Observa a los niños pequeños y disfruta viendo cómo expresan sin miedo sus emociones y decide expresarte igual que ellos. Siéntete libre para elegir qué es lo que quieres hacer, y fíjate unas metas realistas para conseguir aquellas cosas que tanto te gustarían hacer.
Algo igualmente importante es que ocupes tu tiempo libre en hacer cosas que te gusten. Cuando estás mal, a menudo no te apetece hacer nada, pero es precisamente en esos momentos cuando más necesario es que te esfuerces. Verás con el tiempo que no haberte rendido mereció la pena.
Aprende a valorarte porque tú eres alguien especial, y de seguro tienes muchas cosas buenas que ofrecer a los demás. Piensa en tus virtudes y refuérzalas, y trata de mejorar también tus puntos débiles (mal humor, negatividad, gandulería, falta de voluntad...). Si lo necesitas, pide ayuda. Siempre habrá alguien dispuesto a escucharte, y la escucha es la mejor ayuda que nos pueden dar, sin duda...
En fin, a partir de ahora trata de ver el arcoiris que sale tras la lluvia, de mirar el atardecer con otros ojos, de ayudar siempre a los demás, de perdonar y aceptar los errores de los otros, así como los propios y de verlo todo con un punto de vista más positivo, buscando en todo momento lo bueno, porque sólo así en tu vida prevalecerán los momentos de felicidad.

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