La diabetes puede afectar a todas las partes de cuerpol incluyendo la piel . Un tercio de las personas con diabetes
tienen un desorden de la piel causado o afectado por la diabetes en
algún momento de sus vidas. De hecho, estos problemas son a veces el
primer signo de que una persona tiene esta enfermedad. Afortunadamente,
la mayoría de las condiciones pueden prevenirse o tratarse fácilmente si
se detecta a tiempo.
Algunos de estos problemas de la piel los puede
tener cualquiera, pero las personas con diabetes los pueden obtener con
mayor facilidad. Estos incluyen bacterias, hongos y picazón. Otros
problemas de la piel ocurren en su mayoría sólo a las personas con este
problema, estos incluyen la diabetes dermopatía, necrobiosis lipoídica
diabética, ampollas diabéticas y xantomatosis eruptiva.
La diabetes puede dañar la piel de dos maneras:
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Si la glucosa en la sangre es alta, el cuerpo pierde líquido. Con
menor cantidad de líquido en el cuerpo, la piel puede ponerse seca y una
piel seca puede dar comezón y al rascarse, puede que cause dolor.
Además, la piel seca se puede partir y las grietas permiten la entrada
de microbios que causan infección. Si la glucosa en la sangre es alta,
alimenta los microbios y hace que las infecciones sean peores. Es de
mencionar, que la piel puede ponerse seca en las piernas, pies, codos y
otros lugares del cuerpo.
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Daña los nervios y puede reducir la cantidad de sudor. La sudoración
ayuda a mantener tu piel suave y húmeda, por lo tanto la disminución de
la sudoración en los pies y las piernas puede causar sequedad de la
piel.
Consejos para cuidar tu piel:
Hay varias cosas que puedes hacer para evitar problemas con la piel:
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Mantén la piel limpia y seca: seca bien los lugares donde el agua
puede esconderse, como debajo de los brazos, debajo de los senos, entre
las piernas y entre los dedos. Usa talco en las zonas donde la piel toca
la piel, como las axilas y la ingle.
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Tener una buena atención de tus pies: usa zapatos anchos y planos que
te queden bien. Revisa tus zapatos que no tengan objetos extraños antes
de ponértelos.
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Evita los baños muy calientes: si tu piel es seca, no uses baños de
burbujas, hidrata la piel con jabones que puedan ayudarte. Después,
utiliza una loción para la piel normal, pero no pongas lociones entre
los dedos. El extra de humedad puede animar el crecimiento del hongo.
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Prevenir la piel seca: rascarse la piel seca o con picor puede
abrirse y permitir infección, por lo tanto hidrata tu piel para evitar
grietas, sobre todo cuando hace frío. Además debes beber mucho líquido
para mantener tu piel humectada y sana.
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Usa todo de algodón en ropa interior: el algodón permite que el aire se mueva alrededor de tu cuerpo de una mejor manera.
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Trata las heridas de inmediato: lava los pequeños cortes con agua y
jabón. No uses antiséptico mercurocromo, alcohol o yodo para limpiar la
piel, ya que son demasiado fuertes. Sólo utiliza una crema o antibiótico
si tu médico indica lo contrario. Trata de cubrir tus heridas de menor
importancia con una gasa estéril. Consulta a un médico de inmediato si
sufres un corte importante, quemadura o infección.
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Durante los meses fríos y secos, mantén tu casa más húmeda: báñate menos durante este tiempo, si es posible.
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Use champús suave: no utilices aerosoles para la higiene femenina.
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Consulta a un dermatólogo (médico de la piel) sobre los problemas que
presentas en la piel si no eres capaz de resolverlos por ti misma.
Mantener tu diabetes bajo control es el factor más importante en la
prevención de los problemas de la piel asociados con esta enfermedad.
Sigue los consejos de tu médico en cuanto a nutrición, ejercicio y
medicamentos.
En la medida de lo posible mantén tu nivel de glucosa en la sangre
dentro del rango recomendado por tu especialista. Un nivel de glucosa
adecuado, puede ayudarte a reducir el riesgo de problemas de la piel con la diabetes.
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