lunes, 23 de julio de 2012

HISTORIA DE VIDA QUE ME ENCANTA

Nunca es tarde para cumplir un sueño
Cuántas veces nos hemos privado de cumplir nuestros sueños por mil razones y cuando por fin se nos da la oportunidad, nosotros mismos nos ponemos límites por miedo, vergüenza, pereza o porque pensamos que ya estamos muy mayores. María Delfina Álvarez Calderón es un buen ejemplo de iniciativa, valentía y una prueba de que todo es posible.
Por Berenice Sánchez Borda
     Natural de Lima y nacida en 1930, María Delfina tiene 4 hijas, 10 nietos y 10 bisnietos, la mayor de 11 años. Tiene 80 años y actualmente está estudiando una Maestría en Historia en la Universidad Católica, en la modalidad de Investigación.
¿A qué edad ingresó a la universidad?
Ingresé a la Universidad Católica a los 71 años.  Primero hice Estudios Generales porque nunca había ido a la universidad y después ingresé a la Facultad de Historia.
Ingresé por medio del sistema de ingreso adulto en la Universidad Católica para gente mayor de 30 años y el examen que di no incluyó matemáticas, porque la carrera que elegí no lo requería. El primer ciclo lo llevé en la noche con gente adulta, y a partir del siguiente ciclo llevé los cursos en la mañana y tarde junto con adolescentes, porque yo quería tener esa experiencia y los horarios me acomodaban mejor.
Terminé mis estudios universitarios, sustenté mi tesis de Licenciatura y ahora estoy haciendo mi maestría.
¿Qué motivó su decisión de ingresar a la universidad y culminar una carrera a los 71 años?
Siempre quise estudiar una carrera universitaria desde que salí del colegio, pero en aquella época no era normal hacerlo, así que mis padres no me dejaron y mi marido tampoco porque consideraba que una esposa debía estar en su casa. Pero llegó un momento en que yo ya estuve sola, mis hijas ya estaban casadas, con hijos y nietos. No había nada ni nadie que me lo impidiera, así que decidí ingresar a la universidad y así lo hice.  Mi familia me apoyó y les pareció una idea estupenda.
Cuando salí del colegio yo quería estudiar medicina, pero a los 71 años yo sabía que eso no iba a ser posible. De todas maneras, estoy muy contenta con haber elegido historia como carrera.
¿Por qué decidió estudiar historia?
Porque siempre me gustó y mi vida ha estado ligada a hechos relacionados con la historia. Mis familiares han estado involucrados en la política, ha habido elementos, personas muy cercanas a mí, metidas en política. Así que fue natural seguir esa carrera.
¿Cómo ha sido su experiencia como estudiante? ¿Cuál ha sido la reacción de sus jóvenes compañeros de salón?
Estoy muy satisfecha con los conocimientos adquiridos, mi desenvolvimiento en la universidad, con el sistema de estudios, con el hecho de compartir experiencias con gente joven, lo cual siempre te mantiene actualizada y te lleva a adaptarte a otro idioma, otra manera de trabajar, a otros puntos de vista y esperanzas de vida. A ellos les parece una locura que yo haya estudiado una carrera a estas alturas de mi vida y que encima esté haciendo una maestría. A ellos los estudios no les preocupan, no es algo que los perturbe. Ahora están en otra etapa de vida. Si se sorprenden de compartir los salones con gente de 40 y 50, ¡imagínate conmigo!
¿Se ha acostumbrado a este nuevo ritmo de vida?
Sin duda. Compartir los estudios con mis tareas en la casa y mi trabajo como agente inmobiliario es un reto. Yo estudio la maestría por las noches. Ayer estuve hasta las 3 de la mañana terminando un trabajo que tenía que entregar. Me he acostumbrado a estudiar y hacer mis trabajos en la madrugada porque así nadie me perturba.
¿Cuáles han sido los principales retos que ha experimentado?
En mi primer ciclo el principal reto fue leer. Tenía que leer bastante, y saber cómo resumir y acordarme de las principales ideas. Tomé un curso de mapas mentales para ayudarme con las lecturas para concretar ideas. Otro reto fue hacer los trabajos en grupo. Los chicos tienen otra perspectiva del tiempo, todo lo dejan a última hora. Organizar las reuniones fue muy difícil al principio, pero conforme fueron pasando los ciclos, logré manejar el asunto. Les pedí a mis compañeros que me trajeran sus temas hechos, algunos cumplían y muchos no, así que yo compensaba buscando información en internet, los reunía y los hacía hacer los trabajos en mi casa.
Felizmente, desde que tuve acceso a la computadora me metí en cursos para saber usarla y siempre me gustó hacerlo, además que lo uso en mi trabajo profesional como agente de bienes raíces, claro que poco a poco he ido aprendiendo más. Muchas personas mayores tienen dificultades y no saben ni cómo usar el correo electrónico. Es una pena porque te ayuda mucho.
¿Los adultos mayores deben seguir sus sueños?
 Claro, yo creo que no hay límites Siempre que quieras hacer algo y estés determinado a cumplir tus sueños, lo vas a lograr. En el caso de seguir estudios a una edad mayor, es cuestión de adecuarse, acostumbrarse a las horas de estudio, a la forma de trabajar.
¿En qué ayuda o qué ventajas le ha dado ser una profesional? ¿Se siente satisfecha?
Me ha permitido adquirir conocimientos, poder saber que tengo una base determinada en una profesión y ahora una especialización. Me gusta estudiar y me gusta seguir estudiando. También me ha permitido tener compañeros, amigos y profesores mucho menores que yo y aprender de ellos.
Estoy muy satisfecha de haber logrado una meta que no sabía si iba lograr alcanzar. No tenía mucho techo cuando comencé, comenzar una carrera a los 71 años no es lo mismo que comenzarla a los 30, 40 o 50, porque por ley natural te queda menos tiempo de vida.
¿Recomendaría a otras personas mayores que estudien una carrera?
Por supuesto,  porque conoces otro mundo, te abres al conocimiento, y entras en contacto con cosas que no conocías. Además, te da la oportunidad de conocer el mundo de los chicos y entender sus actitudes, por qué cambian de carrera, entre otras cosas. Siempre hay que tener la mente abierta para lo que venga, y para adquirir nuevos conocimientos.
¿Cuán importante es la educación en nuestro país?
Si yo tuviera 30 años menos, me metería en política y mi programa se basaría en educación, salud y justicia. ¿Qué pasa con todas las personas que no tienen trabajo y no tienen dinero para educar a sus hijos? La educación es el medio principal por el  que un pueblo puede prosperar, por eso yo trabajaría por una educación con verdadero acceso a todos los niveles.
¿Cuáles son sus proyectos a futuro?
Es fantástico poder haber hecho la carrera y si termino la maestría en junio próximo y puedo hacer después un doctorado, lo voy a hacer. Siempre que el tiempo me lo permita y me dé techo.
Tendría que tener tres vidas para hacer todo lo que quiero, he tomado cursos de pintura, filosofía, sociales, etc. en la universidad, porque me gusta tener un espectro amplio de la vida y del conocimiento.

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