UN TESORO PERDIDO (ALZHEIMER)
Parado en la oscuridad de la gran sala
su silueta inmóvil casi absorta en el vacío
intenta buscar un presente que se esfuma…
Un pasado al que no le queda
ni la neblina de ruidos familiares,
de sonrisas, de imágenes queridas.
Lo observo callada asistiendo su sombra
donde yacen dormidas las lágrimas
porque ya nada existe…
porque ya nada es nada…
Y él sigue buscando su tesoro perdido
en nuevos días que lloran melancolía…
Él busca y busca con su bastón
entre las hojas rojas y amarillas del otoño
hurga la tierra con desconcierto…
y sigue buscando…
¡ Es que él ha perdido su valioso tesoro !
Cuando en la noche le muestro el cielo y las estrellas
y se maravilla al mirar a lo lejos un destello
veo su carita inquieta de niño – abuelo –
y con su mano de seda arrugada y tibia
seca una lágrima en mi mejilla.
Y mi alma se abre como ala
para cubrirlo con mi amor, mi protección
ayudándolo día a día a buscar su diadema extraviada
que se escapó en algún lugar del tiempo
en los filtros de la vida y la conciencia…
Yo me pregunto ¿ Por qué ?
¿ Por qué tanto vacío?
¡ Dios mío ! ¿Dónde quedó su memoria?
El alzheimer es una enfermedad silenciosa
y una triste condena a quedar en un plano
donde lo invisible se manifiesta…
en una caída abrupta al vacío infinito…
Esther Gladys Noriega
Parado en la oscuridad de la gran sala
su silueta inmóvil casi absorta en el vacío
intenta buscar un presente que se esfuma…
Un pasado al que no le queda
ni la neblina de ruidos familiares,
de sonrisas, de imágenes queridas.
Lo observo callada asistiendo su sombra
donde yacen dormidas las lágrimas
porque ya nada existe…
porque ya nada es nada…
Y él sigue buscando su tesoro perdido
en nuevos días que lloran melancolía…
Él busca y busca con su bastón
entre las hojas rojas y amarillas del otoño
hurga la tierra con desconcierto…
y sigue buscando…
¡ Es que él ha perdido su valioso tesoro !
Cuando en la noche le muestro el cielo y las estrellas
y se maravilla al mirar a lo lejos un destello
veo su carita inquieta de niño – abuelo –
y con su mano de seda arrugada y tibia
seca una lágrima en mi mejilla.
Y mi alma se abre como ala
para cubrirlo con mi amor, mi protección
ayudándolo día a día a buscar su diadema extraviada
que se escapó en algún lugar del tiempo
en los filtros de la vida y la conciencia…
Yo me pregunto ¿ Por qué ?
¿ Por qué tanto vacío?
¡ Dios mío ! ¿Dónde quedó su memoria?
El alzheimer es una enfermedad silenciosa
y una triste condena a quedar en un plano
donde lo invisible se manifiesta…
en una caída abrupta al vacío infinito…
Esther Gladys Noriega
1 comentario:
No pude evitar el derramar unas lágrimas, que enfermedad tan triste, ¿que sentirán?...Un abrazo Martha.
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