sábado, 30 de julio de 2011

ESTIMULACIÓN SENSORIAL

ESTIMULACION  SENSORIAL
La información que emerge de los estudios, investigaciones y tratadistas sobre este tema, nos dejan conclusiones, conocimientos y ante todo reflexiones sobre los cambios de los sentidos por el proceso de envejecimiento, los cuales tienen un gran impacto en el estilo y calidad de vida del adulto mayor, dado que surgen problemas y limitaciones  a nivel de la comunicación,  del disfrute de las actividades cotidianas, de  interacción familiar y social , así como también dan margen al aislamiento personal ,a la soledad y al marginamiento social.
De esta realidad se deriva la necesidad, de asumir el propósito de abordar un envejecimiento activo, que implique el fortalecimiento de la estimulación sensorial con relevancia, para activar y reactivar las energías mentales, a través de nuevas opciones y desafíos que transciendan al enriquecimiento del bienestar  y  por ende  a una mejor calidad de vida.
Es fundamental reflexionar como adultos mayores,        que ya no pertenecemos a la inactividad, sino a la capacidad de mantenernos activos a través de un proceso educativo que favorezca los aprendizajes, a partir de la educación de los sentidos y en parte subsanar  el déficit que el avance de los anos nos deja como legado, pero que no puede negarnos en ningún momento, la búsqueda de opciones de enriquecimiento y  desarrollo personal, por ejemplo: de nuevos aprendizajes sin límite de edad, que ejerciten nuestra mente y aviven nuestro cuerpo, dado que este es ante todo, emoción, sentimiento, imaginación y es esta riqueza es la que tenemos que despertar, sensibilizar y atesorar.
 En esta reflexión es fundamental también, retomar los factores de riesgo que afectan directamente nuestra capacidad sensorial como son: el sedentarismo, la obesidad, el cigarrillo, la inactividad, el alcoholismo, los hábitos nutricionales no sanos, el déficit de sueno entre otros.
Desde otra perspectiva no es desapercibido pasar, teorías como la de: uso y desuso,  propuesta por Lamarck que establece: “ si un órgano se usa este se desarrolla paulatinamente hasta alcanzar su máximo desarrollo, si un órgano no se usa  con el tiempo este tiende a atrofiarse hasta desaparecer.”
De otra parte, Jean Piaget, psicólogo suizo plantea: “ En cualquier momento de  su vida el adulto, dispone de un conjunto de estructuras formadas en su mayor parte por ideas y conocimientos. Estas estructuras se utilizan para manejar nuevas experiencias o ideas a medida que se van teniendo. Las estructuras ya establecidas ayudan a adquirir nuevas ideas  que a su vez a menudo inducen a cambiar las que ya se tenían hasta ese momento.”
Tratando de sacar una primera conclusión a titulo de impacto de estas teorías todavía en discusión, podríamos anotar: Es importante darnos un espacio de reflexión sobre como percibimos  y sentimos nuestros órganos de los sentidos, cuales por ejemplo se han compensado con anteojos y audífonos; cuales están en riesgo y cuales definitivamente les hemos negado la estimulación y cuidado requeridos.
 Reforzar la información retenida en nuestra memoria mediante  su uso inteligente y de rodearnos de  circunstancias favorables que faciliten seleccionar datos útiles y donde intervengan todos los sentidos, es importante para seguir aprendiendo y verifica nuestra capacidad de recordar.
Joaquín Benito Vallejo, experto en psicomotricidad, movimiento orgánico eutonia  y expresión corporal, señala: “Desde la infancia nos han impedido movernos libremente, fueron coartados los modos naturales del movimiento progresivamente, de manera que los músculos han ido perdiendo su elasticidad y flexibilidad volviendo a los movimientos rígidos y estereotipados.”Planteamiento que retrospectivamente puede darse en nuestro caso particular, motivándonos a subsanar el déficit del desarrollo de la capacidad motriz como eje de la estimulación sensorial.
En consecuencia, todo lo que anterior es de gran importancia dado que es parte primordial de nuestro ser y hacer como seres humanos en las actividades del quehacer cotidiano, por ello disfrutemos  la oportunidad de:
  •  Tocar, oler, oír, ver, gustar, recordar.
  • Caminar descalzo sobre la hierba.
  • Sentir la lluvia como en la época de nuestro colegio donde, el mayor deleite era llegar a casa mojados después de disfrutar la lluvia.
  • Jugar con el agua, las hojas, la  plastilina.
  • Contemplar las flores,  su encanto y su color.

  • Disfrutar del aroma del café,  el perfume, la flor, el romero,  palo santo, canela, menta, manzana, chocolate, pan de bono, mejorana, hierbabuena y otras más.
  • Disfrutar del roce del aire y de la brisa.
  • Disfrutar del roce de la borla de los polvos faciales y de la suavidad de la pañoleta en su cuello, es sensacional y luce bien.
  • Reproducir  hechos y datos después de transcurrir un tiempo.
  • Luchar contra la soledad, el aislamiento y el marginamiento familiar y social.
  • Relacionarse con el medio y sus valiosos aprendizajes.
  • Mantener la máxima movilidad corporal.
  • Acceder sin temor por la edad, a la información y comunicación, con el uso de la tecnología, como una estrategia de activación psíquica y de salud.
  • Alternar en el ejercicio físico, el caminar, la postura erecta y el equilibrio.
  • Contemplar desde la colina de su pueblo, el paisaje, los lugares de  infancia y juventud: hogar, iglesia, escuela, el parque, testigos de las cuitas y recuerdos de nuestra vida.
Por mi experiencia confirmo que estas espacios y vivencias , han sido en mi vida de cortos tiempos, para los muchos efectos de impacto en el fortalecimiento  sensorial que retroalimentan mi quehacer diario.
 La invitación, es entonces que tomemos la decisión  y la acción, para lograr una enriquecedora experiencia que sin duda podrá perdurar para su cotidianidad y mejor calidad de vida; si esto se da, comparta  con otros esta  riqueza espiritual  de vida.

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