viernes, 1 de julio de 2011

PARA EL ADULTO MAYOR

Llueve y hace frío…
La casa es un nido
donde corren nietos,
que entre juego y risas
alegran mi vida,
me llenan de dicha,
y alientan mi espera.
La estufa encendida
reúne en su fuego,
toda la familia
y en mi alma ruego,
que siempre esté unida,
que siempre los tenga.
Llueve y hace frío…
¿Qué importa que llueva?
¿Qué importa ese frío,
que a otros desvela?
Si adentro de casa,
estando tan juntos,
la paz nos inunda,
la vida está plena.
¿Qué importa el invierno?
¿Qué importa si el viento,
furioso se cuela?
¡Estoy tan contenta
si los nietos ríen,
si están tan felices,
si dichosos juegan!
La casa es un nido
sin odio y sin penas,
donde están mis hijos,
donde soy abuela,
donde nada falta,
donde el tiempo vuela.
¿Qué importa otra cosa,
que suceda afuera?
Importa la risa
de mis tres diablitos,
si alguno se esconde
bajo mi pollera.
A través del vidrio
veo que la gente
presurosa pasa,
el ceño fruncido;
rumbo a su destino,
rumbo a sus quimeras.
¿Qué importa la gente,
que pasa y se aleja?
Yo estoy en mi casa,
feliz y contenta,
atrapada y libre;
reina y prisionera.
¿Qué importa la vida
que transcurre afuera?
Llueve y hace frío…
¿Qué importa que llueva?
Lo único importante:
¡Es que yo los quiero,
y que ellos me quieran!
Marga Mangione

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