Un estudio realizado con 545,000 estadounidenses descubrió que quienes comen unos 100 gramos de carne de res o de cerdo al día (el equivalente a una hamburguesa común) tienen al menos 30% más probabilidades de morir prematuramente, en comparación con quienes consumen 30 gramos o menos.
Aunque las dietas ricas en carnes rojas ya habían sido vinculadas con un mayor riesgo de males cardiacos y cáncer de colon, éste es el primer estudio amplio que analiza sus efectos en la esperanza de vida.
Pero no es necesario eliminar por completo esos alimentos, dice la doctora Paula Quatro-moni, profesora de nutrición en la Universidad de Boston. "Solo hay que comer mucho menos", agrega. Para hacer esto más sencillo:
- No dejes la carne, sustitúyela. Las personas que comían más pescado, pollo y pavo tuvieron un riesgo ligeramente menor de morir durante el estudio. Utiliza carne de pavo para preparar pastel de carne y camarones en los sofritos; prueba también el pollo en las brochetas adobadas o unos pedazos de filete con muchas verduras variadas.
- Pon reglas sencillas. Si comes muchas carnes rojas, empieza por eliminarlas únicamente en dos de tus comidas. Evita el tocino en el desayuno y sustituye el jamón por pavo cocido en el sándwich o la torta de tu almuerzo. Después, declara un día de la semana como "libre de carne".
- Date gustos, pero no todos los días. Si mueres por una hamburguesa, una chuleta o unas costillas a la barbacoa, !adelante, no te prives! Eso sí, el resto de la semana trata de comer únicamente pescado, granos variados y otras fuentes de proteína más saludables.
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