17 de febrero de 2010
Un promedio de 200 personas, entre indígenas Kankuamos y campesinos, fueron atendidas en la jornada de acción humanitaria luego de caminar por las veredas y municipios aledaños a Atanquez, Cesar, para recibir asistencia médica y demás servicios ofrecidos por el Ejército Nacional y un grupo de entidades comprometidas con esta causa social.
Atanquez, debido a su posición geográfica, limitando con los municipios de Riohacha y San Juan en la Guajira, y Guatapurí en el Cesar, se encuentra ubicada en un resguardo indígena Kankuamo que cuenta con 735 viviendas aproximadamente en un total de 26.520 hectáreas, lugar que tuvo como sede la primera Jornada Humanitaria realizada a esta población en el 2010 por la Primera División del Ejército.
Antes de salir el sol en el corregimiento de Atanquez, ciento de soldados del Batallón de Ingenieros N° 10, adscrito a la Décima Brigada Blindada, ataron los lazos de sus botas con tal firmeza que semeja la intención de su espíritu colaborador y llegaron hasta las veredas más recónditas de los municipios circunvecinos, para ayudar con el desplazamiento de aquellas personas más vulnerables de la comunidad: los niños y los abuelos.
En esta ocasión el Ejército celebró un acercamiento con la población en donde el soldado, como héroe de nuestra patria, le brindaba una mano amiga acompañada de una gran sonrisa a los niños, jóvenes y adultos que fueron en busca de una asistencia médica, odontológica o ginecológica, y recibieron mucho más que eso, ya que mercados, toldillos, kits de aseos, servicio de peluquería y refrigerios hicieron parte de las muchas sorpresas entregadas en tiempo de esparcimiento para unir los lazos con la comunidad.
El esfuerzo realizado se ve gratificado en la alegría del pueblo, las caras sonrientes de los niños, en la emoción de los abuelos y la actitud positiva de los demás asistentes. Así mismo, se enviaron mensajes de buena convivencia para crear conciencia de la importancia de apoyarnos unos a otros e ir de la mano con el Ejército Nacional aportando información que permita a los comandantes y a las tropas aumentar el nivel de seguridad en la zona.
De igual forma, se aprovechó el espacio de esparcimiento para difundir la campaña de recompensas y desmovilización que busca reducir el número de integrantes de las bandas criminales que pretenden alterar la tranquilidad de los pobladores, destacándose el respeto por la Institución, exaltando la labor del Ejército al llevarle bienestar, asistencia social y humanitaria a las poblaciones más vulneradas del país.
Cabe resaltar la colaboración de instituciones como la Oficina de Prevención y Desastre Departamental, el Hospital Rosario Pumarejo López, el Hospital Eduardo Arredondo Daza, el Ministerio de Profesionales y Empresarios Cristianos y el SENA seccional Cesar, quienes ayudaron a la organización y realización de la Primera Jornada Humanitaria destinada a los indígenas Kankuamos.
Antes de salir el sol en el corregimiento de Atanquez, ciento de soldados del Batallón de Ingenieros N° 10, adscrito a la Décima Brigada Blindada, ataron los lazos de sus botas con tal firmeza que semeja la intención de su espíritu colaborador y llegaron hasta las veredas más recónditas de los municipios circunvecinos, para ayudar con el desplazamiento de aquellas personas más vulnerables de la comunidad: los niños y los abuelos.
En esta ocasión el Ejército celebró un acercamiento con la población en donde el soldado, como héroe de nuestra patria, le brindaba una mano amiga acompañada de una gran sonrisa a los niños, jóvenes y adultos que fueron en busca de una asistencia médica, odontológica o ginecológica, y recibieron mucho más que eso, ya que mercados, toldillos, kits de aseos, servicio de peluquería y refrigerios hicieron parte de las muchas sorpresas entregadas en tiempo de esparcimiento para unir los lazos con la comunidad.
El esfuerzo realizado se ve gratificado en la alegría del pueblo, las caras sonrientes de los niños, en la emoción de los abuelos y la actitud positiva de los demás asistentes. Así mismo, se enviaron mensajes de buena convivencia para crear conciencia de la importancia de apoyarnos unos a otros e ir de la mano con el Ejército Nacional aportando información que permita a los comandantes y a las tropas aumentar el nivel de seguridad en la zona.
De igual forma, se aprovechó el espacio de esparcimiento para difundir la campaña de recompensas y desmovilización que busca reducir el número de integrantes de las bandas criminales que pretenden alterar la tranquilidad de los pobladores, destacándose el respeto por la Institución, exaltando la labor del Ejército al llevarle bienestar, asistencia social y humanitaria a las poblaciones más vulneradas del país.
Cabe resaltar la colaboración de instituciones como la Oficina de Prevención y Desastre Departamental, el Hospital Rosario Pumarejo López, el Hospital Eduardo Arredondo Daza, el Ministerio de Profesionales y Empresarios Cristianos y el SENA seccional Cesar, quienes ayudaron a la organización y realización de la Primera Jornada Humanitaria destinada a los indígenas Kankuamos.
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