martes, 12 de febrero de 2013

PARA EL ADULTO MAYOR

Adultos mayores y niños menores de 5 años son los que tienen más riesgo de padecer golpes de calor. Insisten en prevenir este tipo de episodios.
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Permanecer en lugar fresco y ventilado y tomar mucha agua es fundamental para pasar el calor.

Las altas temperaturas que venimos registrando -no sólo a partir de que el calendario nos marcó el inicio del verano, el pasado 21 de diciembre- pueden traer complicaciones para nuestra salud, ya que el cuerpo a veces no está en condiciones de regular su temperatura con la que lo rodea.
Por eso, para evitar los denominados agotamientos por calor o los golpes de calor propiamente dichos -cuando el primero es excesivo-, debemos tomar algunas sencillas medidas que nos permitirán hacer más llevadero el verano santafesino. Las indicaciones son especiales para los adultos mayores y los niños menores de 5 años (sobre todo lactantes) por ser las poblaciones que tienen mayores riesgos, pero las recomendaciones valen para todos.
La Dra. Andrea Uboldi, directora de Promoción y Prevención de la Salud de la cartera sanitaria, aseguró que “este sistema de regulación de la temperatura corporal en relación con las altas temperaturas imperantes falla más en los lactantes, los bebés y los adultos mayores, pero también en los enfermos (personas con fiebre o que están cursando cuadros de diarrea y vómitos) y personas quemadas o que hayan estado permanecido mucho tiempo al sol”.
En ellas -advirtió-, se da lo que se denomina agotamiento por calor o, al extremo, golpe de calor, que se caracteriza por fiebre alta (entre 39º y 40º); piel enrojecida (caliente y seca porque no hay sudoración); sensación de que el corazón late mucho; dolor de cabeza palpitante; fatiga o sensación de falta de aire; y sensación de náuseas y mareos. Pero en los cuadros más graves se da la pérdida del conocimiento.
Por este motivo, la funcionaria aconsejó que si las temperaturas son elevadas no hay que hacer ejercicios violentos ni actividad física extenuante; colocarse ropa cómoda, fresca y de colores claros; ubicarse en lugares frescos y ventilados; bañarse frecuentemente o refrescarse las zonas con mayor circulación de sangre, como el cuello, las axilas y la ingle; consumir comidas sencillas; y no ingerir bebidas alcohólicas, porque deshidratan más, sino agua, jugos naturales y, en los lactantes, darles la teta a demanda. En este punto, Uboldi remarcó que “no hay que esperar a tener sed para tomar agua u otro líquido fresco, porque ese síntoma se tiene cuando uno está deshidratado”.
Agua y vestimenta
Con relación a las recomendaciones para los adultos mayores, la Dra. Andrea Uboldi explicó que “no es aconsejable poner al sol a aquellos que se encuentran en sus domicilios o en lugares para ancianos sino siempre bajo techo o en lugares frescos y ventilados. También es bueno que puedan tener cerca un dispenser o un lugar donde buscar fácilmente agua fresca para tomar”.
Asimismo, insistió en que “tanto a los adultos mayores como a los niños hay que forzarlos a tomar agua porque siempre dicen que no tienen sed. También es común que éstos se abriguen mucho y por eso hay que supervisar que no lo hagan, que no estén con medias y que, en el caso de las mujeres, usen vestidos de algodón y no de lycra”.
Por último, sugirió controlar “si duermen mucho o si están decaídos, ya que pueden ser signos de golpes de calor, y advertir si la lengua está seca para incrementar la cantidad de ingesta de agua”.

Ante la emergencia
Si una persona se siente descompuesta por el calor -aconsejó la Dra. Andrea Uboldi- es aconsejable que se siente o se acueste en el lugar en donde ocurre el malestar, de manera que pueda ser asistida. Se le debe colocar un paño frío en la frente y, si está consciente, ofrecerle agua o algún líquido. Pero si está desmayado -aclaró- nunca se le debe dar a beber porque se puede ahogar y se debe llamar a la emergencia

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