Las enfermedades que producen pérdidas auditivas se clasifican en los
siguientes tipos:
-
Conducción
-
Percepción Neurosensitiva
-
Metabólica
La pérdida de la audición que acompaña al envejecimiento, es la
alteración sensorial corregible que muchas veces pasa desapercibida ante
el equipo de salud. El cambio más conocido de la audición que se
relaciona con el envejecimiento, es la presbiacusia. El síndrome de la
presbiacusia muestra componentes de los tipos de sordera de conducción y
percepción neurosensitiva. La manifestación más característica consiste
en el descenso de la percepción de los tonos de alta frecuencia.
En la presbiacusia, se oye al mismo tiempo una distorsión de múltiples
sonidos sin que pueda distinguirse la voz o tono que se desea escuchar.
Así sucede con el ruido de fondo, con una referencia o nivel de
amplificación similar. Hay que saber que cuando se grita a un adulto
mayor con presbiacusia, en lugar de conversar con él, se entabla la peor
comunicación posible: tonos muy elevados, distorsión vocal y facial.
La causa de sordera de conducción puede deberse a problemas del oído
externo. El taponamiento de cerumen constituye la causa más frecuente de
sordera de conducción, suele pasar desapercibido en muchos adultos
mayores con alteración auditiva.
Los adultos mayores con prótesis dentales totales en la arcada superior
en inferior, empeoran significativamente su audición cuando se extraen
las prótesis. La mejoría de la conducción ósea, que se logra con las
prótesis en posición, apoyada contra la mandíbula y el maxilar superior,
constituye una ayuda valiosísima para la audición. La mejoría de la
fonación vocal que se obtiene con la prótesis permite reconocer mejor la
voz y la comunicación.
Existe un vínculo conocido entre el “habla y la audición” que se
establece en la infancia y puede manifestarse de nuevo en la tercera
edad, ya que muchos adultos mayores con problemas de audición se van
retrayendo progresivamente y dejan de comunicarse. La audición repercute
también en la vida emocional e intelectual. La capacidad para entender
el sentido de los sonidos ambientales relaja al adulto mayor agitado y
ansioso, con trastornos cognitivos y mitiga sus brotes de conductas
agresivas.
Autocuidado
·
Si deseas extraer un tapón
de cerumen del oído externo, acude con una persona entrenada para evitar
complicaciones, por ejemplo: crisis vertiginosa.
·
Acude con tu especialista
para evaluar la función auditiva y el tratamiento si procede.
·
Si padeces de sordera,
considera la posibilidad de usar un instrumento amplificador, como el
audífono, si el médico lo indica.
·
Cuando la sordera no tenga
tratamiento y esté contraindicado el audífono, es fácil aprender a leer
los labios de la otra persona, para lograr comunicarse.
·
Evita la automedicación
frente a los síntomas de mareo, pérdida del equilibrio o zumbido de
oído.
Recomendaciones para la Familia
✔
Es necesario hacer
conciencia sobre los riesgos y consecuencias que tiene para el adulto
mayor el no poder comunicarse.
✔
Genera múltiples
beneficios la integración del adulto mayor con problemas de audición en
grupos de apoyo comunitarios u otras instancias por los que muestre
interés.
✔
No es conveniente
gritar para hacerse entender. Sugerimos reemplazar este modo por un
hablar lento, bien pronunciado, mirando directamente a la cara del
adulto mayor.
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