lunes, 18 de junio de 2012

PARA EL ADULTO MAYOR

Las enfermedades que producen pérdidas auditivas se clasifican en los siguientes tipos:
  • Conducción
  • Percepción Neurosensitiva
  • Metabólica
La pérdida de la audición que acompaña al envejecimiento, es la alteración sensorial corregible que muchas veces pasa desapercibida ante el equipo de salud. El cambio más conocido de la audición que se relaciona con el envejecimiento, es la presbiacusia. El síndrome de la presbiacusia muestra componentes de los tipos de sordera de conducción y percepción neurosensitiva. La manifestación más característica consiste en el descenso de la percepción de los tonos de alta frecuencia.
En la presbiacusia, se oye al mismo tiempo una distorsión de múltiples sonidos sin que pueda distinguirse la voz o tono que se desea escuchar. Así sucede con el ruido de fondo, con una referencia o nivel de amplificación similar. Hay que saber que cuando se grita a un adulto mayor con presbiacusia, en lugar de conversar con él, se entabla la peor comunicación posible: tonos muy elevados, distorsión vocal y facial.
La causa de sordera de conducción puede deberse a problemas del oído externo. El taponamiento de cerumen constituye la causa más frecuente de sordera de conducción, suele pasar desapercibido en muchos adultos mayores con alteración auditiva.
Los adultos mayores con prótesis dentales totales en la arcada superior en inferior, empeoran significativamente su audición cuando se extraen las prótesis. La mejoría de la conducción ósea, que se logra con las prótesis en posición, apoyada contra la mandíbula y el maxilar superior, constituye una ayuda valiosísima para la audición. La mejoría de la fonación vocal que se obtiene con la prótesis permite reconocer mejor la voz y la comunicación.
Existe un vínculo conocido entre el “habla y la audición” que se establece en la infancia y puede manifestarse de nuevo en la tercera edad, ya que muchos adultos mayores con problemas de audición se van retrayendo progresivamente y dejan de comunicarse. La audición repercute también en la vida emocional e intelectual. La capacidad para entender el sentido de los sonidos ambientales relaja al adulto mayor agitado y ansioso, con trastornos cognitivos y mitiga sus brotes de conductas agresivas.
 
Autocuidado
·         Si deseas extraer un tapón de cerumen del oído externo, acude con una persona entrenada para evitar complicaciones, por ejemplo: crisis vertiginosa.
·         Acude con tu especialista para evaluar la función auditiva y el tratamiento si procede.
·         Si padeces de sordera, considera la posibilidad de usar un instrumento amplificador, como el audífono, si el médico lo indica.
·         Cuando la sordera no tenga tratamiento y esté contraindicado el audífono, es fácil aprender a leer los labios de la otra persona, para lograr comunicarse.
·         Evita la automedicación frente a los síntomas de mareo, pérdida del equilibrio o zumbido de oído.
 
Recomendaciones para la Familia
Es necesario hacer conciencia sobre los riesgos y consecuencias que tiene para el adulto mayor el no poder comunicarse.
Genera múltiples beneficios la integración del adulto mayor con problemas de audición en grupos de apoyo comunitarios u otras instancias por los que muestre interés.
No es conveniente gritar para hacerse entender. Sugerimos reemplazar este modo por un hablar lento, bien pronunciado, mirando directamente a la cara del adulto mayor.

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