lunes, 4 de junio de 2012

NO CULPES A NADIE

Queridos amigos, hoy ha llegado a mi manos este hermoso poema, cual plan de vida, de mi compatriora chileno Pablo Neruda
No culpes a nadie
No culpes a nadie,
nunca te quejes de nada ni de nadie,
porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.
Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de
Acusarte en el fracaso para volver a empezar;
corrigiéndote, el triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas
del error.
Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean,
hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer,
las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o
fortaleza de tu corazón.
Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para luchar.
No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte,
enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera,
todo dependerá de ti;
no te amargues con tu propio fracaso,
ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o
seguirás justificándote como un niño,
recuerda que cualquier momento es bueno
para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo,
de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.
Si, tú has sido el ignorante,
el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido por ti.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado,
como la causa de tu futuro es tu presente.
Aprende de los fuertes de los audaces,
imita a los enérgicos, a los vencedores,
a quienes no aceptan situaciones,
a quienes vencieron a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo
y tus problemas sin alimento morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande,
que el más grande de los obstáculos.
Mírate en el espejo de ti mismo.
Comienza a ser sincero contigo mismo.
Reconociéndote por tu valor,
por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.
Reconócete dentro de ti mismo, más libre y fuerte,
dejarás de ser un títere de las circunstancias,
porque tu mismo eres tu destino.
Y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.
Levántate mira las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de la vida
Ahora despierta, camina, lucha.
Decídete y triunfarás en la vida.
Nunca pienses en la suerte,
porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
Este poema me ha recordado el primero de los “Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva” que nos presenta Stephen Covey en su tan reconocido libro. Ser proactivo es tomar la responsabilidad de la dirección en la que nos dirigimos. Ser proactivo implica reconocer que nuestro comportamiento está determinado por nuestras decisiones y no por factores externos. Ser proactivo implica admitir nuestros errores, corregirlos y aprender de ellos. Ser proactivo es no quejarse del ambiente o de las circunstancias externas ni criticar a los demás.
Si alguien en una mala maniobra nos entorpece la pasada, la actitud natural es abrir la ventana y proferirle una cantidad de sandeces que más que ofender al culpable denigran al que las profiere. La actitud proactiva es pensar:  Pobre … se ve que no conoce bien el camino o ha tenido un mal día. Ser proactivo pues significa elegir nuestro comportamiento subordinando nuestra pasión y sentimientos a nuestros valores.
Otra situación que veo a diario en la política de este país es como todos no quejamos condenamos, enjuiciamos con una radicalidad sorprendente pero, quien aporta soluciones, ideas. Ser proactivo significa aportar soluciones y mostrar iniciativa.

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