sábado, 9 de junio de 2012

A CUIDAR NUESTRA PIEL

Especialistas en nutrición afirman que comer una dieta balanceada, incluyendo gran variedad de vegetales frescos, es la mejor forma de cuidar la piel de adentro hacia afuera. Sin embargo, añadir verduras frescas a tu rutina de cuidado facial puede darte resultados casi instantáneos como humectación, suavidad y una piel fresca y tersa.
Zanahorias
Las zanahorias tienen un alto contenido de beta caroteno y vitamina A, durante mucho tiempo han sido conocidas por proporcionar humectación y un brillo refrescante al cutis seco. El aceite esencial de zanahoria se mezcla muy a menudo en mascarillas faciales. Para obtener las mismas propiedades de limpieza como las de algunas prestigiadas mascarillas faciales solo basta cocinar un par de zanahorias grandes y frescas y macerarlas con 4 1/2 cucharadas de miel. Aplica la pasta que obtengas sobre el rostro limpio, y deja reposar durante 10 minutos, enjuaga y continua con tu rutina normal de hidratación.
Calabazas
Las calabazas contienen vitaminas A y C, así como zinc. Además gracias a las enzimas que contienen ayudan a exfoliar muy suavemente la piel -adiós a la piel seca y escamosa! Para un cutis radiante mezcla dos cucharadas de puré de calabaza fresca, 1/2 cucharada de miel y 1/4 de cucharadita de leche. Aplica la mezcla sobre el rostro limpio y déjalo reposar durante 10 a 15 minutos y luego enjuaga y continua con tu rutina habitual de hidratación.
Pepinos
Los pepinos están llenos de emolientes que aportan vitalidad a una tez sedienta. Una mascarilla de pepino es especialmente benéfica en verano ya que tiene propiedades de enfriamiento. También si te has excedido con el sol, una mascarilla de pepino es la manera perfecta para pedirle disculpas a la piel irritada. Simplemente corta en cubos un pepino y mézclalo en la licuadora con 3 onzas de leche entera. Aplica la mezcla sobre el rostro limpio y deja reposar por unos cinco minutos y enjuaga con agua fría. Acuérdate de hidratarte por dentro bebiendo suficiente agua.
Rábanos
El rábano tiene sorprendentes propiedades humectantes. Por lo que después de una ardua semana de trabajo mezcla el jugo de rábano o la ralladura de rabanitos frescos con una yema de huevo, yogur natural (de preferencia orgánico) y de un poco de pepino rallado finamente. Aplica esta mezcla sobre el rostro limpio y deja actuar durante 15 minutos y luego enjuaga con agua tibia. Utiliza esta mascarilla una vez por semana para revitalizar la piel seca.
Al igual que con cualquier otra mascarilla, siempre es necesario hacer una prueba de 20 minutos en la parte posterior de la mano antes de aplicar las mascarilla en el rostro.

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