En Latinoamérica solo cuatro de cada diez personas mayores de 60 años
recibe una pensión, situación que resulta preocupante, considerando que
las personas de edad avanzada enfrentarán mayores dificualtades para
acceder a servicios de salud. La información ha sido publicada en un un
informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
y de acuerdo a las cifras proyectadas, para el año 2050 los mayores de
80 años, que suelen necesitar cuidados de terceros, pasarán del 1,5 por
ciento de la población al 6 por ciento. Este panorama planteará algunos
retos para las autoridades del sector salud.
El desarrollo económico de la región ha permitido ampliar la base de ancianos que reciben pensión, pero en términos generales, los países de Latinoamérica todavía se encuentran muy lejos de proporcionar una pensión al 75 por ciento de ancianos como en los países desarrollados.
El desarrollo económico de la región ha permitido ampliar la base de ancianos que reciben pensión, pero en términos generales, los países de Latinoamérica todavía se encuentran muy lejos de proporcionar una pensión al 75 por ciento de ancianos como en los países desarrollados.
De acuerdo al informe, en Latinoamérica las personas mayores de 60
años se ven obligadas a trabajar debido a que no cuentan con una pensión
o cuando la pensión que reciben no les alcanza para vivir. Se estima
que el 25% de mujeres y 10% de varones mayores de 60 años no cuentan con
ingresos propios.
Para paliar la situación algunos países han adoptado algunas medidas
para promover el trabajo entre ancianos, como por ejemplo los talleres
de formación, la entrega de subsidios, los créditos para emprendedores, o
las subvenciones que favorecen a aquellas familias que tienen entre sus
miembros a algún anciano.
El reparto de medicinas ha mejorado entre las personas mayores, en
países como Argentina, Costa Rica, Cuba, México, Paraguay, República
Dominicana y Venezuela, aunque aquellos que desean acceder a los
medicamentos deben enfrentar una alta carga burocrática.
Por su parte Federico Susbielles, gerente del Instituto de Servicios
Sociales para Jubilados de Argentina, informó que su instituto ayuda a
21 mil ancianos que viven en residencias, y subvenciona a 40 mil para
que reciban asistencia de terceros. De acuerdo al funcionario, el 95% de
personas mayores cobra una pensión y el 100% recibe atención médica en
Argentina, y desde la perspectiva del especialista, esto se ha logrado
gracias a la renacionalización del sistema de pensiones y a la
reconstrucción del instituto bajo su dirección.
El presidente de la Central Latinoamericana y del Caribe de
Trabajadores Jubilados, José Gómez Cerca, asegura que los servicios
prestados a ancianos todavía son muy limitados en Latinoamérica, e
incluso algunos centros podría calificarse como almacenes de viejos,
mientras que otros centros son muy caros. De acuerdo a Gómez, solo
funcionan en forma adecuada aquellos centros administrados por
religiosos, especialmente cuando se trata de monjas.
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