martes, 22 de enero de 2013

EL AMOR


Nos pasamos la vida hablando del amor, y muchos de nosotros ignoramos el verdadero significado que tiene esa palabra, porque lo confundimos con atracción o deseo, amistad o pasión.

Cuando amas, te das cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones haces que la otra persona se sienta tan vacía y carente de sentido, que no pueda confiar ni siquiera en ella misma. El que ama, no hace daño. Nada es mas importante que ver la felicidad en los ojos y en la mirada del que amas.

Amar es comprender que detrás de la coraza de cada uno de nosotros, se encuentra un corazón sensible y solitario.
Amar es descubrir por encima de cualquier apariencia, la verdadera intimidad del que amamos, y apreciar honestamente su grandeza, como una expresión única e irrepetible de la vida.

Amar es permitirle al otro que conozca el ser que verdaderamente eres, sin adoptar actitudes prefabricadas para causar una impresión favorable; es exponer tus deseos y necesidades, sin esperar que se haga responsable de saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender convencer de que son las correctas.

Amar también es disfrutar del privilegio de ser tú mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y de esta forma, irte encontrando a tí mismo en facetas nuevas y distintas; es ser sincero, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada clara, "este soy yo, en este momento de mi vida, y esto que soy, con gusto y libremente contigo lo comparto... si tu quieres recibirlo".
Cuando amas, reconoces y respetas sus limitaciones, y lo ves con aprecio, sin idealizarlo.
Amar es no exigirle al otro que actúe de acuerdo con tus expectativas, es valorarlo por ser quien es, no por como tú desearías que fuera, es confiar en su capacidad de aprender de sus errores y levantarse de sus caidas mas fuerte y mas maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser humano.

Amar es reconocer y mostrar que esa otra persona tiene el derecho de elegir su propio camino, aunque éste no coincida con el tuyo, es permitirle descubrir su verdad interior por sí mismo, a su manera, apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, sin pedirle que se amolde a tus ideales. Amar es aceptar.

Cuando amamos, sabemos aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; le ofrecemos un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado, en el que sienta la confianza de abrirse sin que se sienta forzado a hacerlo.

Amar es atreverse a mostrarse indefenso, sin poses ni caretas, revelando tu verdad desnuda, honesta y transparente, es descubrir al otro tus propios sentimientos.

Cuando amas, disfrutas de la fortuna de poder comprometerte voluntariamente y de responder de forma activa, a su necesidad de desarrollo personal; es creer en tu pareja cuando duda de sí mismo.
Cuando amas, contagias tu vitalidad y tu entusiasmo cuando la otra persona flaquea, animarlo cuando titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil.

Amar es confiar en él cuando algo lo agobia, y acariciarlo con dulzura cuando algo le entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; es compartir el presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni obligaciones impuestas.

Amar es atreverse a expresar el cariño espontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas, de la caricia firme y delicada, de tus besos, con palabras sinceras y sencillas.

Amar es hacerle saber y sentir cuánto lo valoras por ser quien es, cuanto aprecias sus riquezas interiores, aún aquellas que el mismo no conoce.

Amar, es amar al otro en su totalidad, es amar su autentica naturaleza humana tal como es, y por tanto, es amarte a tí mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonia de este mundo.

¿Cuantos de nosotros sabemos hacerlo?, ¿Cuantos de nosotros podemos?. Amar no es facil, ni todos llegan a conseguir ese privilegio, por eso, los que lo han conseguido, deberían de sentirse unos privilegiados.

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