Las aguas termales no sólo ofrecen notables beneficios para las enfermedades respiratorias, musculares y dermatológicas, sino que también son un manantial donde encontrar tranquilidad, descanso y bienestar. Cada día cobra más fuerza el poder del agua como tratamiento para numerosas enfermedades y, en muchas ciudades, podemos encontrar un balneario, centro de talasoterapia o spa con múltiples tratamientos para cuidar nuestra salud física y mental, a través de los beneficios que aporta el agua.
Balneario Sicilia
Las aguas termales tienen numerosas propiedades curativas gracias a su temperatura y a la existencia de diferentes sustancias minerales en su composición. El agua termal emana a la superficie con una temperatura cinco grados centígrados más alta que la temperatura media anual del lugar donde nos encontremos, que contiene minerales con características terapéuticas debido a los distintos procesos biológicos y geológicos.Además, son también mineromedicinales, pero no todas las aguas mineromedicinales son termales ya que existen aguas mineromedicinales frías.
Las aguas termales se utilizan principalmente en el tratamiento de enfermedades inflamatorias (artritis, bursitis...), musculares (principalmente las reumáticas) y dermatológicas (psoriasis, eritemas...). Sin olvidar los tratamientos estéticos.
En las patologías inflamatorias, este tipo de aguas producen un efecto de relajación, una disminución del calor interno y una mejoría de la movilidad, lo que permitirá reducir el dolor. Para los músculos, la desgravitación producida por el agua ayuda a que se liberen las articulaciones sometidas a estrés por el peso corporal, relajando la musculatura de la zona y disminuyendo las contracturas. Además, el efecto relajante y descontracturante de la temperatura aumenta el efecto terapéutico. La patología musculo-esquelética más tratada en las instalaciones termales es el reumatismo, donde se logra minimizar el dolor, la inflamación y las contracturas; mejorando la movilidad. En cuanto a la estética, estas aguas permiten la liberación de toxinas, la limpieza de la piel y de las mucosas.
La aplicación de las aguas termales se puede realizar de forma oral, tópica o inhalatoria. La vía oral o ingesta de agua está indicada para patologías digestivas, hepáticas, biliares, renales y dérmicas. La aplicación sobre la piel o vía tópica se realiza a través de baños, duchas o masajes para procesos del aparato locomotor, sistema circulatorio y dermopatías. Por último, la inhalación se hace mediante duchas nasales para patologías respiratorias y se puede utilizar el agua tanto por sus propiedades mineromedicinales como para ser portadora de fármacos específicos.
La utilización de las aguas mineromedicinales debe ser supervisada por un médico, ya que las composiciones de las aguas son distintas y pueden estar contraindicadas para algunas patologías. Por ejemplo, las aguas hipersódicas son contraproducentes para personas con cardiopatías o hipertensas.
Para qué sirve cada tipo de agua
La composición de minerales que posean las aguas termales determinará el uso de cada una de ellas. Las bicarbonatadas, de baja mineralización, alcalinas y frías, se utilizan para ayudar al proceso digestivo. Al beberlas en ayunas actúan sobre el metabolismo, alcalinizando el PH gástrico y disminuyendo la acidez. También estimulan la secreción pancreática y tienen funciones diuréticas al alcalinizar la orina.
Las aguas cloruradas, en cuya composición predomina el cloruro, pueden ser de baja mineralización, dando lugar a aguas termales, o de alta mineralización, que serán aguas frías. Están indicadas en afecciones dermatológicas, aumentando las defensas de la piel, teniendo también un efecto antiinflamatorio si en su composición se encuentra el sodio. Su aplicación puede ser por vía oral, provocando estimulación gástrica e intestinal, o por vía externa, para casos de estrés por su importante efecto sedante, la disminución de la hipertonía muscular, el aumento del flujo sanguíneo ysu poder analgésico y antiinflamatorio. También están indicadas para afecciones del aparato locomotor, como las contracturas musculares, aplicándose mediante duchas, chorros, baños y piscina.
Las aguas ricas en hierro se denominan ferruginosas, tienen un efecto reconstituyente y mejoran los casos de anemia. Además, se utilizan en regímenes adelgazantes, reumatismos, afecciones hepáticas y biliares y algunas patologías dermatológicas.
Las aguas sulfurosas se encuentran en suelos fangosos y se usan para problemas articulares como procesos reumáticos y post-operatorios del aparato locomotor, anemias, neuralgias, dermatosis pruriginosas, inflamaciones alérgicas y afecciones respiratorias como el asma. Están contraindicadas en casos de hipertensión y hemoptisis.
Por su parte, las aguas sulfatadas se caracterizan porque su temperatura y mineralización varían, y se dividen en sódicas y magnésicas, con una importante acción laxante y adecuadas para las afecciones dermatológicas, prurito e incluso en algunos casos de intoxicación medicamentosa o alimenticia; sulfatadas cálcicas, para dolencias gástricas, intestinales, hepatopatías y biliares, produciendo una acción diurética y la eliminación de ácido úrico, importante en casos de gota; sulfatadas cloruradas, indicadas en afecciones digestivas, gastritis, estreñimiento y también en casos de insuficiencia hepática.
Cuando predomina el azufre, se trata de aguas sulfuradas, con una acción beneficiosa en los procesos reumáticos, dermatológicos como eczemas, queratosis, psoriasis o pruritos; y respiratorios crónicos, como laringitis, rinitis, bronquitis, asma. Son utilizadas en post-operatorios del aparato locomotor y traumatismos. Tienen efecto también sobre las afecciones hepáticas.
Por último, las aguas carbónicas estimulan el apetito y favorecen el buen funcionamiento del aparato circulatorio.
Las aguas termales se utilizan principalmente en el tratamiento de enfermedades inflamatorias (artritis, bursitis...), musculares (principalmente las reumáticas) y dermatológicas (psoriasis, eritemas...). Sin olvidar los tratamientos estéticos.
En las patologías inflamatorias, este tipo de aguas producen un efecto de relajación, una disminución del calor interno y una mejoría de la movilidad, lo que permitirá reducir el dolor. Para los músculos, la desgravitación producida por el agua ayuda a que se liberen las articulaciones sometidas a estrés por el peso corporal, relajando la musculatura de la zona y disminuyendo las contracturas. Además, el efecto relajante y descontracturante de la temperatura aumenta el efecto terapéutico. La patología musculo-esquelética más tratada en las instalaciones termales es el reumatismo, donde se logra minimizar el dolor, la inflamación y las contracturas; mejorando la movilidad. En cuanto a la estética, estas aguas permiten la liberación de toxinas, la limpieza de la piel y de las mucosas.
La aplicación de las aguas termales se puede realizar de forma oral, tópica o inhalatoria. La vía oral o ingesta de agua está indicada para patologías digestivas, hepáticas, biliares, renales y dérmicas. La aplicación sobre la piel o vía tópica se realiza a través de baños, duchas o masajes para procesos del aparato locomotor, sistema circulatorio y dermopatías. Por último, la inhalación se hace mediante duchas nasales para patologías respiratorias y se puede utilizar el agua tanto por sus propiedades mineromedicinales como para ser portadora de fármacos específicos.
La utilización de las aguas mineromedicinales debe ser supervisada por un médico, ya que las composiciones de las aguas son distintas y pueden estar contraindicadas para algunas patologías. Por ejemplo, las aguas hipersódicas son contraproducentes para personas con cardiopatías o hipertensas.
Para qué sirve cada tipo de agua
La composición de minerales que posean las aguas termales determinará el uso de cada una de ellas. Las bicarbonatadas, de baja mineralización, alcalinas y frías, se utilizan para ayudar al proceso digestivo. Al beberlas en ayunas actúan sobre el metabolismo, alcalinizando el PH gástrico y disminuyendo la acidez. También estimulan la secreción pancreática y tienen funciones diuréticas al alcalinizar la orina.
Las aguas cloruradas, en cuya composición predomina el cloruro, pueden ser de baja mineralización, dando lugar a aguas termales, o de alta mineralización, que serán aguas frías. Están indicadas en afecciones dermatológicas, aumentando las defensas de la piel, teniendo también un efecto antiinflamatorio si en su composición se encuentra el sodio. Su aplicación puede ser por vía oral, provocando estimulación gástrica e intestinal, o por vía externa, para casos de estrés por su importante efecto sedante, la disminución de la hipertonía muscular, el aumento del flujo sanguíneo ysu poder analgésico y antiinflamatorio. También están indicadas para afecciones del aparato locomotor, como las contracturas musculares, aplicándose mediante duchas, chorros, baños y piscina.
Las aguas ricas en hierro se denominan ferruginosas, tienen un efecto reconstituyente y mejoran los casos de anemia. Además, se utilizan en regímenes adelgazantes, reumatismos, afecciones hepáticas y biliares y algunas patologías dermatológicas.
Las aguas sulfurosas se encuentran en suelos fangosos y se usan para problemas articulares como procesos reumáticos y post-operatorios del aparato locomotor, anemias, neuralgias, dermatosis pruriginosas, inflamaciones alérgicas y afecciones respiratorias como el asma. Están contraindicadas en casos de hipertensión y hemoptisis.
Por su parte, las aguas sulfatadas se caracterizan porque su temperatura y mineralización varían, y se dividen en sódicas y magnésicas, con una importante acción laxante y adecuadas para las afecciones dermatológicas, prurito e incluso en algunos casos de intoxicación medicamentosa o alimenticia; sulfatadas cálcicas, para dolencias gástricas, intestinales, hepatopatías y biliares, produciendo una acción diurética y la eliminación de ácido úrico, importante en casos de gota; sulfatadas cloruradas, indicadas en afecciones digestivas, gastritis, estreñimiento y también en casos de insuficiencia hepática.
Cuando predomina el azufre, se trata de aguas sulfuradas, con una acción beneficiosa en los procesos reumáticos, dermatológicos como eczemas, queratosis, psoriasis o pruritos; y respiratorios crónicos, como laringitis, rinitis, bronquitis, asma. Son utilizadas en post-operatorios del aparato locomotor y traumatismos. Tienen efecto también sobre las afecciones hepáticas.
Por último, las aguas carbónicas estimulan el apetito y favorecen el buen funcionamiento del aparato circulatorio.
Marina d´Or
b[¿Que diferencia hay entre un balneario y un spa?]b
Balneario o estación termal. Instalaciones que disponen de aguas mineromedicinales declaradas de utilidad pública, profesionales médicos cualificados y espacios adecuados para realizar técnicas terapéuticas basadas en la aplicación de aguas termales. Antes de comenzar cualquier tratamiento en un balneario, se realiza un análisis clínico y una valoración médica completa.
Talasoterapia. Utiliza el clima y el medio marino (agua de mar, algas, barro y otras sustancias extraídas del mar) como agentes terapéuticos, siempre bajo supervisión médica. Antes de su aplicación, el agua se recoge a más de 1.000 metros de la orilla, se depura y esteriliza para garantizar la ausencia de agentes patógenos.
SPA. Los centros spa se caracterizan porque en ellos se realizan tratamientos estéticos y de relax por medio agua, pero no son mineromedicinales ni termales.
Balneario o estación termal. Instalaciones que disponen de aguas mineromedicinales declaradas de utilidad pública, profesionales médicos cualificados y espacios adecuados para realizar técnicas terapéuticas basadas en la aplicación de aguas termales. Antes de comenzar cualquier tratamiento en un balneario, se realiza un análisis clínico y una valoración médica completa.
Talasoterapia. Utiliza el clima y el medio marino (agua de mar, algas, barro y otras sustancias extraídas del mar) como agentes terapéuticos, siempre bajo supervisión médica. Antes de su aplicación, el agua se recoge a más de 1.000 metros de la orilla, se depura y esteriliza para garantizar la ausencia de agentes patógenos.
SPA. Los centros spa se caracterizan porque en ellos se realizan tratamientos estéticos y de relax por medio agua, pero no son mineromedicinales ni termales.
Hotel Termes de Montbrió Aquatronic
La hidroterapia, un servicio más de las residencias
La hidroterapia es la parte de la hidrología que consiste en el tratamiento del cuerpo con aguas a diferentes temperaturas, con el fin de aprovechar sus efectos mecánicos, térmicos y minerales. Cada vez está cobrando más importancia en las residencias para personas mayores, dado que “el agua es el medio terapéutico con menos contraindicaciones y mayores beneficios, tanto en el ámbito orgánico como psicológico. Modifica directamente el desempeño de las actividades de los mayores, mejorando su capacidad de ‘hacer’ y, por lo tanto, su capacidad de ‘ser’”, según explican responsables del departamento de Fisioterapia de la residencia Personalia Parla (Madrid), que cuenta con un pionero programa de hidroterapia.
Esta terapia de estímulo-respuesta–adaptación permite movilizar todo el sistema muscular y esquelético, relajar totalmente el cuerpo y mejorar el estado anímico. Asimismo, favorece la flexibilidad, la capacidad aeróbica y la tonificación muscular en zonas específicas. También aporta notables beneficios a los sistemas neurológico, respiratorio, cardiológico y circulatorio.
La hidroterapia se puede aplicar a todo tipo de residentes, variando las técnicas en función de las patologías que se quieran tratar. Está indicada cuando se requiere analgesia, antiinflamación, vasodilatación y relajación muscular; se utiliza también para lograr un efecto antiespasmódico, como medio de calentamiento para mejorar el ejercicio, para incrementar la movilidad articular y aumentar el flujo sanguíneo cutáneo; así como para el desbridamiento de tejidos, el tratamiento de quemaduras y heridas, la estimulación del sistema vascular periférico, y para procesos infecciosos: insuficiencias coronarias, orgánicas y circulatorias.
La residencia Personalia Parla es uno de los centros pioneros en ofrecer el servicio de hidroterapia a sus usuarios. Su novedoso programa tiene como objetivo “conseguir el máximo bienestar de los residentes y retrasar los efectos provocados por el proceso de envejecimiento, logrando una mayor autonomía de la persona mediante los efectos fisiológicos del agua”, señalan los responsables del departamento de Fisioterapia.
En concreto, el programa del centro se desarrolla en tres ambientes diferenciados:
• Balneario
• Piscina de verano.
• Sala de aguas de la residencia. Se realizan aplicaciones de agua fría, que estimulan el metabolismo y la producción de calor; y de agua caliente, recomendadas para personas debilitadas, que tienen un efecto relajante y bajan la tensión arterial. Estas aplicaciones pueden ser generales (con percusión, ducha fría, caliente, templada y fría, progresiva, escocesa, chorro general, baño de lluvia, inmersión, envolturas mojadas, baño de vapor) y locales (ducha local fría, caliente, chorros locales, baños de pie de agua caliente, de medio cuerpo, de asiento, de tronco, de pies de agua quieta, de manos y brazos, compresas, de vapor parciales), que se pueden hacer solas con agua o acompañadas con infusiones de plantas medicinales o con arcilla o barro.
La hidroterapia es la parte de la hidrología que consiste en el tratamiento del cuerpo con aguas a diferentes temperaturas, con el fin de aprovechar sus efectos mecánicos, térmicos y minerales. Cada vez está cobrando más importancia en las residencias para personas mayores, dado que “el agua es el medio terapéutico con menos contraindicaciones y mayores beneficios, tanto en el ámbito orgánico como psicológico. Modifica directamente el desempeño de las actividades de los mayores, mejorando su capacidad de ‘hacer’ y, por lo tanto, su capacidad de ‘ser’”, según explican responsables del departamento de Fisioterapia de la residencia Personalia Parla (Madrid), que cuenta con un pionero programa de hidroterapia.
Esta terapia de estímulo-respuesta–adaptación permite movilizar todo el sistema muscular y esquelético, relajar totalmente el cuerpo y mejorar el estado anímico. Asimismo, favorece la flexibilidad, la capacidad aeróbica y la tonificación muscular en zonas específicas. También aporta notables beneficios a los sistemas neurológico, respiratorio, cardiológico y circulatorio.
La hidroterapia se puede aplicar a todo tipo de residentes, variando las técnicas en función de las patologías que se quieran tratar. Está indicada cuando se requiere analgesia, antiinflamación, vasodilatación y relajación muscular; se utiliza también para lograr un efecto antiespasmódico, como medio de calentamiento para mejorar el ejercicio, para incrementar la movilidad articular y aumentar el flujo sanguíneo cutáneo; así como para el desbridamiento de tejidos, el tratamiento de quemaduras y heridas, la estimulación del sistema vascular periférico, y para procesos infecciosos: insuficiencias coronarias, orgánicas y circulatorias.
La residencia Personalia Parla es uno de los centros pioneros en ofrecer el servicio de hidroterapia a sus usuarios. Su novedoso programa tiene como objetivo “conseguir el máximo bienestar de los residentes y retrasar los efectos provocados por el proceso de envejecimiento, logrando una mayor autonomía de la persona mediante los efectos fisiológicos del agua”, señalan los responsables del departamento de Fisioterapia.
En concreto, el programa del centro se desarrolla en tres ambientes diferenciados:
• Balneario
• Piscina de verano.
• Sala de aguas de la residencia. Se realizan aplicaciones de agua fría, que estimulan el metabolismo y la producción de calor; y de agua caliente, recomendadas para personas debilitadas, que tienen un efecto relajante y bajan la tensión arterial. Estas aplicaciones pueden ser generales (con percusión, ducha fría, caliente, templada y fría, progresiva, escocesa, chorro general, baño de lluvia, inmersión, envolturas mojadas, baño de vapor) y locales (ducha local fría, caliente, chorros locales, baños de pie de agua caliente, de medio cuerpo, de asiento, de tronco, de pies de agua quieta, de manos y brazos, compresas, de vapor parciales), que se pueden hacer solas con agua o acompañadas con infusiones de plantas medicinales o con arcilla o barro.
Marina d´Or
Glosario de términos prácticos
- Aerosol: aplicaciones inhalatorias de agua mineromedicinal, mediante aparatos especiales que producen partículas de vapor finísimas.
l[Baño de burbujas: inmersión en una bañera con agua mineromedicinal, a la que se añade aire a presión ]
- Baño de hidromasaje: técnica de baño que consiste en añadir agua a presión con el fin de dar movimiento al agua mineromedicinal para que actúe como masaje.
- Chorro a presión: aplicación del agua mineromedicinal de forma manual con más o menos presión y continuidad.
- Cura hidropínica: consiste en la ingestión oral de agua mineromedicinal a un tiempo y ritmo determinados por el médico, con efectos terapéuticos.
- Ducha circular: aplicación del agua mineromedicinal a baja presión con salida por múltiples orificios.
- Ducha escocesa: aplicación del agua mineromedicinal alternando caliente y fría.
- Ducha vichy: masaje combinado seco y bajo agua mineromedicinal.
- Estufa de vapor: sala de vapor húmedo.
- Inhalaciones: técnica inhalatoria de vapor y agua termal (vías respiratorias bajas).
- Lodos: barros que se forman al mezclar tierra con el agua mineromedicinal.
- Maniluvios: baño de las manos y los brazos.
- Nebulizaciones: inhalaciones de gota gruesa.
- Parafangos: mezcla de fangos o lodos con parafina para aplicaciones en una o varias partes del cuerpo.
- Pediluvios: baño de los pies y parte de las piernas.
- Pulverizaciones: técnica inhalatoria de vapor y agua termal (vías respiratorias altas).
- Sauna: calor seco en cabina.
- Vaporario: producción de vapor que se aplica al cuerpo con fines terapéuticos.
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