El estilo de vida sano, una alimentación correcta y la falta de
costumbres nocivas: son las recomendaciones que se imparten en primer lugar
para que la persona se parezca más joven. Así y todo, prácticamente cada uno
de nosotros puede recordar a personas conocidas que vivían sin negar a sí
misma nada en su vida y parecían a la edad de setenta años más sanos que sus
amigos de cuarenta años. ¿Por qué algunas personas felices de cuarenta y cinco
años aparentan menos de treinta, al paso que otros a los treinta y cinco
aparentan los cincuenta? Los estudiosos holandeses del Instituto Nacional de
Salud Social y Entorno trataron de esclarecer esta cosa. Los médicos
examinaron el estado de salud de seis mil personas de veinte a cincuenta años
de edad. Los resultados de los estudios pusieron en evidencia que las personas
de hoy son quince años mayores de la “edad de pasaporte”. Ya en la juventud
muchos padecen hipertensión, adiposidad y diabetes. Ahora hay un 20 % de
hombres corpulentos que los había hace diez años. La obesidad en las muchachas
se registra dos veces más que entre sus coetáneas de hace diez años.
Aun cuando diversos científicos afirman que el cuadro del
envejecimiento en el mundo últimamente ha remozado. La causa de ello reside en
el aumento de la esperanza de vida de la población.
En efecto, hace dos años se supo que la esperanza de vida en Rusia ha
aumentado un año y medio y es ahora por término medio un poco más de setenta
años, cifra comparable con los índices europeos. La mortalidad ha bajado al
propio tiempo más del 5 %, un récord en nuestro país en los últimos diecinueve
años.
En todo caso, la conformidad de la edad biológica con la real es una
cosa individual, influida por factores como el estilo de vida, costumbres
nocivas, herencia y muchos otros. Y los que aspiran a aparentar menos años que
los indicados en su documento de identidad, deben tener presente el llamado
índice de longevidad, dice Vladímir Havinson, presidente de la Asociación
Europea de Gerontología y Geriatría y miembro correspondiente de la Academia
de Ciencias Médicas de Rusia:
—En
el primer lugar se debe limitar las colarías en los alimentos. La disminución
en aproximadamente un 30 % de las calorías reduce casi un 90 % la incidencia
de diabetes y la del cáncer en un 50 % y aumenta la calidad de vida un 15-20
%. En el segundo lugar hay que usar diferentes antioxidantes. En el tercero,
emplear los llamados protectores peptídicos. Los péptidos regulan la actividad
de los genes y los genes controlan la síntesis de la proteína. Y estos
péptidos recuperan, por cierto en parte, la síntesis de la proteína.
Se considera que si se observan las reglas del estilo de vida sano y
se toman preparados especiales de péptidos bajo control facultativo, la
persona puede prolongar su vida un 40 %.
Los psicólogos han descubierto un método más para permanecer
“eternamente jóvenes”. En su opinión, la persona que tiene un objetivo en la
vida, es capaz de “posponer” el período de envejecimiento hasta la consecución
de este objetivo. De hecho es un programa de acción por cierto período para el
organismo. Un momento importante en la prevención del envejecimiento por esta
vía es el aplazamiento del objetivo a una perspectiva más lejana pero
previsible. Y como se sabe, el proceso resulta más interesante que el propio
resultado. Por eso, plantéense objetivos, sueñen y entonces las arruguitas
precoces no les preocuparán durante largo tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario