martes, 18 de octubre de 2011

PARA EL ADULTO MAYOR


Una alimentación equilibrada basada en hortalizas, cereales y leguminosas, frutas, aceite de oliva y preferencia por el consumo de pescado es lo que comúnmente conocemos como la dieta mediterránea. Todos estos alimentos deber ser sabiamente combinados con el resto.
Alimentarse correctamente es una preocupación cada día más extendida. No sólo es un tema para estudiosos, científicos y medios de comunicación sino que muchas otras personas demuestran a diario su interés en seguir una alimentación equilibrada, no tanto como una forma para recuperar una salud quebrantada sino más bien como un medio natural y sencillo de alcanzar el bienestar personal.
Conseguir una serie de hábitos sanos durante todo el año pueden ser la mejor alternativa para mantener nuestro peso y nuestra salud.

Así podemos llegar a sentirnos más bellos y conseguir un estado de salud ideal.
En Bellezaysalud.biz queremos darte algunos consejos generales para ayudarte a conseguir este estado de equilibrio.

- Intenta evitar la fruta como postre. Siempre será mejor si la tomas entre horas o sola en el desayuno.

- Evitar los azúcares refinados tales como el azúcar blanco de remolacha o caña, los dulces y pastas elaborados con harina blanca y azúcar , chocolates y mermeladas.
- Estos alimentos agotan las glándulas suprarrenales por sobreexcitación y debilita el sistema inmunitario.
- Reduce el tabaco. Estimula los jugos gástricos y genera ganas de comer.


- Reduce la toma de café al máximo posible. El café reduce la absorción de zinc, hierro, cromo y calcio que se pierde a través de la orina después de ingerir cafeína.
- Evitar consumir alcohol en exceso.
- Masticar despacio y ensalivar bien los alimentos para evitar flatulencias, hinchazón y mal estar.
- Come alimentos vivos en cada comida como por ejemplo semillas germinadas de alfalfa, pipas de girasol, fenogreco y trigo. Éstos son muy enzimáticos y fáciles de digerir. Además es recomendable comer el doble de crudo que de cocinado.
- Si no tienes demasiada hambre, aprovecha para tomar sólo fruta, ensalada o un zumo natural, especialmente por la noche.
- No beber durante las comidas. Si la dieta es hidratada no produce sensación de sed y si tomamos líquidos comiendo, éstos diluyen los jugos gástricos y dificultan la digestión.
- Comer lácteos fermentados, como yogurt o el kéfir.
- Reduce el consumo de sal de mesa. En su lugar puedes utilizar sal marina gruesa, salsa de soja de calidad y sal de hierbas, en reducida cantidad.
- Come carne blanca, como pollo o pavo, una vez a la semana.

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