Todos tenemos días muy difíciles; unos están llenos de cansancio, otros de problemas, otros de tristezas. Pero así como esta realidad debe ser, aceptemos una cosa que tal vez nos servirá de consuelo:
Cuántas veces nuestro panorama se ve triste, desalentador y agobiante, y súbitamente algo pasa y encontramos solución a nuestros problemas y algo que parecía no tener solución, se resuelve fácilmente.
El tiempo cierra heridas y suaviza resentimientos. Cuando te sientas agobiado por los problemas, el cansancio o el dolor, di con firmeza: Mañana será otro día, y ten la seguridad que ¡ese día será mejor!
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