Ella está ahí, frente a mi,
llena de palabras y hermosura
llena de hechos y datos,
llena de belleza y poesía,
llena de reflexiones y pensamientos.
Ella es la utopia,
la escritura invisible, que calla,
la caricia sencilla que otorga,
la arcilla de los ladrillos que edifica.
Ella es la flor de por siempre,
del jardín de los pensamientos,
porque no es flor de un día,
regado por la tristeza,
esa que no atiende a razones.
Hasta que su sonrisa,
me envía un mensaje
que anula mi soledad.
Ella es la cima, que mis piernas no alcanzan,
la cumbre cuya meta no entiendo,
el lugar donde empezó el Paraíso.
Ella es la verdad, entre tanto fracaso,
la mentira dicha de otra manera,
de otro lugar y de otras formas.
Ella es un rostro con apellidos,
una sonrisa con nombres,
unos labios que sacian la sed,
un alma que alimenta mi hambre de hombre.
Ella es la savia lectura,
que leen mis retinas,
la dulce cuna,
que mece mis temores,
la gran estrella,
que veo en el cielo,
cuando me guía en mi oscuridad.
Autor: Fco. Peiró.
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