La presente guía tiene como fin dar a conocer a los adultos mayores y a las personas que conviven día a día con ellos, cuál es el potencial con el que cuenta una persona en esta etapa de su vida, y exhortarlos a que busquen los mecanismos necesarios para alcanzar su autorrealización.
A los adultos mayores se les invita a que realicen un análisis interno para descubrir sus propias habilidades y capacidades, con el objetivo de interesarlos en seguir construyendo su plan de vida y sentirse satisfechos de haberse preocupado por disfrutar cada acción que realizaron, dejando de lado cualquier pensamiento negativo que les impida distinguirse como personas que enfrentan la vida siempre con optimismo.
Al resto de la sociedad, que seguramente tiene algún lazo afectivo con algún adulto mayor, se le presentan situaciones que explican como actúa la psicología de una persona de edad avanzada o de alguien que presenta algún tipo de demencia, y así al ser más empáticos con ellos, proveerles un entorno favorable que les permita expresar sus inquietudes, sentirse queridos y tomados en cuenta para que conserven su salud emocional hasta edades muy avanzadas.
“La sociedad tiene para con las personas mayores, el deber y la responsabilidad moral de retribuirles medios de vida, bienestar, agradecimiento y respeto, reconociendo que lo que hoy tenemos es fruto de su esfuerzo v dedicación”.
Casi todas las personas adultas mayores son emocionalmente saludables, aunque en el plano psicológico se pueden presentar ciertos cambios en la memoria, el aprendizaje, la atención, la orientación y la agilidad mental. No obstante, la educación, la cultura y la experiencia adquirida durante la vida constituyen una buena base para reentrenar o reaprender las habilidades que van disminuyendo.
Así también, la vejez puede ser una época de realización, de agradable productividad y de la consolidación de habilidades y conocimientos. Sin embargo, los recursos emocionales de esta etapa con frecuencia disminuyen debido a muchas crisis y tensiones acumuladas, a las que las personas deben enfrentarse y que pueden ser el detonador de algún problema de salud mental.
Algunos de estos retos pueden ser:
- Vivir con una enfermedad crónico-degenerativa que obliga a modificar su independencia y formas de vida activa.
- La pérdida de la pareja, de algún amigo o de algún miembro de la familia.
- Aislamiento y soledad.
- Un escaso ingreso económico.
- Modificación del lugar que ocupaba en la familia como pareja, líder o proveedor.
- Las enfermedades mentales o emocionales pueden manifestarse de muchas maneras, por lo que en ocasiones es difícil reconocerlas. Se confunden con dolencias o enfermedades físicas.
También pueden ser negadas por la familia y los amigos, o mal interpretadas como una parte normal del envejecimiento. A continuación veremos las manifestaciones de los diferentes problemas de salud mental que se pueden presentar en la persona adulta mayor.
El adulto mayor enfrenta la realidad del envejecimiento en medio de una sociedad que practica la marginación social de los adultos mayores, sintiéndose así mismo como alguien que ya no cuenta mucho para los demás, aún en la familia, ya no se diga en la sociedad. Por lo tanto sufren la experiencia de vivir su autoestima en decadencia, que los lleva inclusive a la depresión.
En ocasiones, el adulto mayor se encuentra sin las herramientas que le permiten su adaptación, tales como la motivación o refuerzos sociales. Al carecer de estas herramientas es difícil que se adapte a nuevos hábitos y circunstancias de vida, además de que siente que la sociedad no lo valora en la forma en que el adulto mayor considera que sería lo justo.
Por otra parte, encontramos que existen adultos mayores que son más intelectuales o permanecen mentalmente activos, los cuales son capaces de enfrentar su vejez con mayor serenidad que aquellos cuya vida carece de sentido. Es de ellos de quien se debe aprender.
Principio Gerontológico.
En la medida de lo posible el adulto mayor debe permanecer en el medio físico, familiar y social en el que ha desarrollado su vida; debe respetarse su forma personal de relación con los lugares, objetos y personas que han configurado su existencia, todo ello favorece su salud mental.
Crisis de identidad en el adulto mayor.
Esta situación se presenta por varios motivos que causan un conflicto interno en la persona.
Algunos de ellos se mencionan a continuación:
- Vive en la incertidumbre del futuro y tiende a replegarse a sí mismo.
- Vive una transformación rápida de sus capacidades físicas e intelectuales y de su modode vida.
- Surge una crisis de identidad: deja de saber quién es y para qué sirve.
- Le asaltan dos temores, por un lado el temor a perder el control de su vida. Este temor va de la mano del género: ¿qué teme perder el hombre? ¿qué teme perder la mujer? Y por otro lado la incertidumbre nacida de un sentimiento de inutilidad. Gran parte de su identidad y del sentido de su vida desaparecen, dejándolo desamparado.
- La llegada a una situación de dependencia debido a la edad avanzada provoca un fuerte deseo de independencia que actualiza conflictos antiguos y por otra parte hace resurgir conflictos con la familia de origen, pero ahora llevados a otras personas.
Es evidente que la ausencia de un apoyo familiar firme es un factor de riesgo de institucionalización nada deseable, ya que el objetivo principal de la geriatría es que el adulto mayor esté en su medio habitual, rodeado de su familia, de sus cosas; que sea tratado como un ser humano rico en sabiduría, experiencias y vivencias.
Un aspecto relacionado con la salud mental es la plena capacidad de dormir y descansar apropiadamente, por lo que el insomnio, que consiste en el desorden de iniciación y sostenimiento del sueño, puede ser un problema que genere irritación, agotamiento, somnolencia durante el día, etc. Este problema presenta una serie de elementos que deben ser analizados adecuadamente para establecer una atención correcta.
Cuando se trata de insomnio transitorio, para combatirlo se recomienda llevar a la persona a la cama a una hora determinada diariamente; despertarle siempre a la misma hora; hacerlo dormir en una habitación fresca, limpia, tranquila y oscura; y por último ayudarle a hacer ejercicio a diario, pero ni muy intensamente, ni muy tarde. No se aconseja que la persona tome siestas durante el día (hasta donde sea posible); tome café, té o bebidas con
cafeína, en especial cerca de la noche al igual que las bebidas con alcohol (le obligarán a levantarse al baño para orinar), ó llevarle demasiado temprano a la cama.
En lo que respecta al insomnio crónico (cuando el problema lleva más de un mes de suceder), lo aconsejable es consultar al médico.
También es un factor de desestabilización emocional el que la persona adulta mayor sea víctima de maltrato o violencia, la cual se puede dar por diferentes factores: problemas familiares, escasos recursos económicos, agotamiento por parte del cuidador o familiar, pero sobre todo por una intolerancia debida al desconocimiento de las necesidades de las personas adultas mayores.
Por otro lado, la demencia es uno de los problemas de salud mental más graves que aquejan a las personas adultas mayores, ya que se debe a un desorden progresivo de las funciones intelectuales superiores, tales como la memoria, el lenguaje, la concentración y la motricidad (movimiento de los brazos y piernas), afectando las actividades de la vida diaria.
Consejos para compartir.
A pesar de que la depresión es una enfermedad grave y evasiva, se puede tratar adecuadamente.
En general, el tratamiento consiste en una combinación de medicamentos y psicoterapia.
Los medicamentos antidepresivos constituyen un importante adelanto científico, ya que existe una gran variedad de ellos que permiten fortalecer las substancias disminuidas en el cerebro y así tratar el padecimiento.
Para cada caso, el medicamento debe ser escogido por el médico, tomando en cuenta aspectos como problemas para dormir, ansiedad, además de enfermedades que padece y los otros medicamentos que la persona toma. Los nuevos medicamentos no causan adicción por lo que se pueden tomar durante meses o años.
Conjuntamente se debe dar a la persona la oportunidad de que hable de sus problemas y sentimientos y de replantear sus actitudes hacia los retos de la vida diaria, todo esto mejorará su calidad de vida.
Estar enfermo no es una vergüenza, pero el no atender esos síntomas es una irresponsabilidad.
Lo que NO se debe hacer:
- Aceptar vivir con tristeza, de mal humor o insatisfecho.
- Pensar que la depresión no tiene remedio.
- Negarse a recibir ayuda médica o psicológica por los prejuicios que hay sobre el tema.
- Padecer insomnio durante meses o años.
- Ser víctima de violencia por parte de un familiar o cuidador, y callarlo.
Para saber más
En el transcurso de la vejez, las personas experimentarán cambios que pueden desafiar su bienestar emocional. Algunos de estos cambios pueden causar una enfermedad mental. El padecimiento mental más frecuente entre los adultos mayores es la depresión, entre 15% y 20%
de ellos la sufren.
Si se está experimentando alguno de estos problemas, es necesario buscar ayuda como lo haría en caso de tener un problema de salud física. Buscar ayuda es el primer gran paso hacia el regreso de la vida saludable y feliz.
La tarea para envejecer exitosamente nos compromete a entender los cambios que hay que enfrentar y tratar de prepararse para ellos.
Es importante considerar las siguientes preguntas:
- ¿Qué arreglos de subsistencia y de estilos de vida son buenos para mí?
- ¿Qué tipo de comodidad o bienestar, independencia y compañía espero?
- ¿Cuál va a ser mi pensión?
- ¿Qué puedo hacer para estar mental y físicamente apto o apta?
- ¿Qué servicios de salud mental y física existen?
Por otra parte es importante el no acostumbrarse a los estados de ánimo negativos o desagradables, no hay que rendirse.
Consulte a su médico para que él sugiera a quién acudir.
La terapia puede beneficiar a las personas adultas mayores, sobre todo la grupal, ya que ofrece la oportunidad de compartir preocupaciones, intercambiar experiencias y estrategias, además de ayudar a superar la soledad.
Guía sencilla de evaluación de la salud mental en el adulto mayor.
Es muy común que olvide las cosas o las actividades que tiene que realizar. Por lo general se debe a que no ejercita su memoria, o a que está muy preocupado por algo, aunque si esto sucede con mucha frecuencia no está de más que se le apliquen las siguientes preguntas:
- ¿Qué fecha es hoy?
- ¿En qué año estamos?
- ¿En qué mes estamos?
- ¿Qué día del mes es hoy?
- ¿Qué hora es, aproximadamente?
- ¿En qué lugar estamos?
- ¿En qué país?
- ¿En qué estado?
- ¿En qué ciudad o poblado?
* Si no pudo responder algunas se recomienda comentarlo a su doctor.
Se debe tener cuidado especial cuando la persona adulta mayor tiene dificultad para concentrarse, para seguir el hilo de una conversación y se le olvidan las actividades cotidianas.
Además de consultar al médico, se recomienda estimularlo mucho, que continúe reaprendiendo; proporcionarle lecturas sencillas y atractivas, y luego pedirle que las relate a los demás.
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