FUNCIÓNAMIENTO CORPORAL Y LOS AÑOS

Para nadie es un misterio que el envejecimieno del cuerpo no sólo es la acumulación de arrugas en la piel, el encanecimiento y caída capilar.
Con el eimpo, debemos reconocer que nuestra vejez es la coronación de experiencias que hemos vivido durante toda la vida; experiencias que han forjado un carácter, y que de alguna forma han dado un sentido a nuestro existir. Quizás con el tiempo lleguemos a darnos cuenta que nosotros somos lo que comemos y que además le hemos dado la forma a nuestro cuerpo de acuerdo a lo que hemos ido vivenciando con él.

De acuerdo a los estudios, nuestras experiencias vividas harán que nuestro funcionamieno corporal, a la edad de 75 años (en el mejor de los casos) se presente según el siguiente gráfico:

Ahora en la práctica qué significa esto, sencillamente que cada persona hipoteca su futuro de acuerdo a las alternativas experienciales que elige vivir. De acuerdo a esto, está claro que somos muchos los que elegimos comer más de la cuenta, consumir sal y azúcar en exceso (según corresponda), consumir más grasas de las necesarias, practicar menos actividad física de la adecuada, y en general, practicar y consumir muchas cosas que están de más pues consideramos que aún somos jóvenes y tenemos todo el futuro por delante y que nada nos va a pasar. Si tenemos suerte y efectivamente no nos pasa nada, aunque corramos por una carretera en auto a máxima velocidad, jugando al corredor de fórmula 1, sin importarnos siquiera la suerte que pueda correr un peatón u otro vehículo con nuestra imprudencia.... Bueno, si llegamos a tener la suerte de llegar vivos a los 75 años, no te olvides que a esa edad tu cerebro estará funcionando más pobremente, lo mismo que tus riñones, tu capacidad cardíaca, y todas aquellas variables señaladas en el gráfico.
Ahora si ya tienes la edad, no queda otra, consumir menos sal y menos azúcar, acercarte a algún grupo de encuentro para hcer amigos y amigas de tu edad y poder interactuar y practicar alguna actividad física (Gimnasia, baile o algo por el estilo). Quizás de esa forma podamos detener algo, el vance implacable de la edad y recuperar conjuntamente con ello la alegría de seguir viviendo y la fe.