martes, 27 de noviembre de 2012

Qué es una resonancia magnética ?


La resonancia magnética es un examen de diagnóstico seguro, preciso y no invasivo que permite detectar y diagnosticar enfermedades. Funciona mediante la emisión de ondas de radiofrecuencias desde las diferentes partes del cuerpo, después de ser expuestas a un poderoso campo magnético. Las señales que se emiten se analizan y se traducen en imágenes de muy alta calidad. La resonancia magnética es uno de los mejores métodos para diferenciar las estructuras del cuerpo y así poder detectar a tiempo alguna enfermedad y, debido a que no usa radiación, es un procedimiento muy seguro.
La resonancia magnética se utiliza para múltiples zonas del cuerpo con el fin de detectar anomalías y diagnosticar algún padecimiento de una manera más clara. Entre las partes del cuerpo que se observan más comúnmente con este método se encuentran las siguientes: el cerebro y la columna vertebral del sistema nervioso central, alteraciones de cualquier parte de la cabeza, como cara, cuello, boca, ojos, oídos, etc. También se usa para detectar anomalías en las estructuras del tórax y abdomen, como el corazón, pulmones, hígado, páncreas, glándulas mamarias, ovarios, útero, próstata, etc. Además, con la resonancia magnética se pueden evaluar los tumores de manera completa, las afecciones de las venas y arterias, lesiones de músculos, huesos, ligamentos, tendones y todas las articulaciones. Las mencionadas son sólo algunas de las zonas que pueden ser evaluadas con este avanzado método.
En general, la persona necesitará una resonancia magnética para lesiones traumáticas, problemas cerebrales, nerviosos, musculares, óseos, y también por cáncer. Sin embargo, al usarse un imán tan potente en este examen, hay personas que no pueden someterse a él, como personas con implantes electrónicos, algunos implantes metálicos determinados por el médico, cualquier objeto de metal que contenga hierro, etc. En general, se debe informar al médico de cualquier cosa, para que el pueda decidir si es conveniente o no hacer el procedimiento. Es importante especialmente, que se informe de trabajos anteriores con metales, de los embarazos, y del uso de hipoglucémicos orales por parte de las personas diabéticas.
Antes del examen de resonancia, puede ser que al paciente se le pida que no consuma alimentos sólidos durante 4 a 8 horas antes del examen; eso dependerá del establecimiento. En el momento del examen, no se debe portar ningún objeto metálico, y por lo mismo, lo más común es que se indique ponerse una bata en lugar de la ropa. Incluso, no se debe tener ningún maquillaje con propiedades metálicas, como el de ojos. También, algunos exámenes requieren que el paciente ingiera un “material de contraste” o se le inyecte en el torrente sanguíneo, ya que es muy fácil de detectar por el equipo. Para utilizar este material, el tecnólogo hace una serie de preguntas sobre algunas enfermedades o alimentos. Algunas enfermedades, como la del riñón, y algunas alergias, como al yodo, no permiten usar el material de contraste.
Cuando todo está en orden, la persona es acostada en una camilla que ingresa al equipo de resonancia magnética, una estructura grande de forma tubular. Como la persona es introducida en esta estructura, es posible que sienta incomodidad si es claustrofóbica, incluso que no tolere estar ahí. Para ayudar a esas personas, el equipo tiene un micrófono que permiten que haya una comunicación continua con el tecnólogo y además, en la actualidad se construyen modelos más espaciosos para sentirse más libre. También existe un sonido molesto emitido por la máquina. Para ayudar al paciente, se le proporcionan tapones o, incluso, en algunas partes, se les hace escuchar la música que les guste. A parte de eso, el examen no provoca ninguna incomodidad ni dolor. El procedimiento dura, normalmente, de 30 a 45 minutos.
Normalmente, después de una resonancia magnética no existe ninguna incomodidad. Sólo si al paciente se le ha suministrado algún medicamento sedante que alivie la claustrofobia, es importante que se haga acompañar de regreso a casa. La resonancia magnética es un procedimiento muy seguro y no tiene ningún efecto secundario y por sobre todo, es uno de los mejores métodos existentes para observar, analizar y detectar las anomalías más difíciles de encontrar en el cuerpo.

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