Conforme pasan los años, existen personas que en la tercera edad, a pesar de tener una perfecta calidad de vida,
se acomodan y se quedan encerradas en casa. Esta es la peor decisión a
nivel emocional porque es importante estar en contacto con otras
personas, y también, porque cuando una persona se estanca y pasa la
mayor parte del tiempo en casa, da vueltas a la cabeza en exceso, y todo
son preocupaciones. Por tanto, salir de casa te ayuda a relativizar, a
disfrutar y a estar con otras personas. Es decir, la perspectiva cambia.
Por ello, mientras tengas movilidad y una buena salud física,
anímate a hacer planes para salir de casa. Incluso, aquellas personas
que tienen algún problema de movilidad, también gozan de ilusiones al
poder salir a la calle en silla de ruedas acompañadas por otra persona.
Conviene encontrar el equilibrio en la vida a la hora de disfrutar del
hogar pero en su medida justa. De lo contrario, una persona termina
encerrándose en sí misma y poco a poco, pierde la ilusión por vivir.
Algo muy preocupante en esa etapa de la vida.
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